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Laura Jiménez, de 24 años, y Jessica Álvarez, de 40, son, desde hace poco, asesoras de belleza. Para Laura es su primera oportunidad, y para Jessica es un nuevo e ilusionante proyecto tras varios años sin tener estabilidad laboral.
Ambas se han formado gracias a 'Embellece tu futuro' un programa con el que Fundación L’Oréal, en colaboración con Inserta empleo de Fundación ONCE y la Fundación Tomillo, buscan crear nuevas oportunidades formativas y laborales para mujeres en riesgo de exclusión social.
En su 36ª edición han elegido formar a mujeres con discapacidad, cuya tasa de actividad es casi 40 puntos menor que la de las mujeres sin discapacidad, un 34% frente a un 73,2%.
Han finalizado el curso 13 mujeres -como Jessica y Laura-, y todas ellas han conseguido empleo en grandes empresas de la distribución cosmética, un sector en el que no se ven muchas personas con discapacidad, "iniciativas como esta abre las puertas a las personas con discapacidad a nuevas oportunidades en el sector de la belleza y contribuye a la creación de un entorno más diverso e inclusivo”, asegura Virginia Carcedo, secretaria general de Fundación ONCE e Inserta Empleo.
Laura, que está realizando prácticas actualmente, cree que esta es una gran oportunidad para ella, pues siempre le ha apasionado el mundo de la belleza, "me gusta mucho el maquillaje y arreglarme, así que me encantó cuando me lo propusieron", nos contaba entusiasmada, "he aprendido muchísimo, porque nos han dado clases de maquillaje, de cómo cuidar la piel, un montón de talleres… y hasta estuvimos en la sede central de L’Oréal", cuenta.
Hasta ahora, Laura, que tiene síndrome de Down, ha tenido pocas experiencias laborales, por lo que está aún más entusiasmada si cabe, "para mí ha supuesto un gran crecimiento personal, he aprendido muchas cosas". Además, le ha servido para tener su primera experiencia laboral en la que, según nos contó, "he atendido clientes, he estado en el almacén… Las clientas lo ven con normalidad, me han acogido muy bien, así que me ha dado la oportunidad de demostrar que las personas con discapacidad intelectual no estamos limitadas solo a un tipo de trabajo, podemos hacer muchas más cosas".
A Jessica, que ha trabajado desde muy joven, este curso le ha servido para que le den una segunda oportunidad viendo más allá de su discapacidad, algo que le costaba desde que le diagnosticaron ansiedad depresiva debido a un problema que tiene en la tiroides, "estuve en una empresa 12 años, por motivos de salud lo dejé y las cosas que me fueron saliendo después no me funcionaban, y eso que llevo seis años bastante estable”.
Al ver las dificultades que tenía para conseguir trabajo, decidió pedir el reconocimiento de la discapacidad, pero, lejos de abrirle puertas, se las cerró, “al ser una discapacidad psíquica, no verse, ponen más trabas. Hay muchísimo estigma todavía con la salud mental. Las empresas deberían ya estar concienciados de que la discapacidad no solo es física”, asegura.
Las personas con discapacidad intelectual no estamos limitadas solo a un tipo de trabajo, podemos hacer muchas más cosas
Cuando le ofrecieron hacer este curso, ni se lo pensó, pues su primer trabajo, hace años, fue en peluquería y está muy familiarizada con el tema, "no había vuelto a hacer nada relacionado con la belleza hasta ahora. Y la formación ha sido una maravilla, porque las profesoras no nos hacían sentir como si tuviéramos discapacidad, que es lo que nos suele pasar", lamenta.
"Las personas, al saber que tienes discapacidad, te empiezan a tratar distinto, empiezan a observarte a ver si se te nota algo… y ellas no, que es como debería ser. Nuestra carta de presentación era 'hola, soy Jessica', no 'hola, tengo discapacidad, soy Jessica' no ponían la discapacidad por delante de nosotras. Nos han tratado como a unas compañeras más", asegura agradecida.
A Jessica, además, no le ha dado tiempo a acabar las prácticas, pues directamente la han ofrecido trabajo, "llevo desde mitad de noviembre como asesora de belleza en un centro comercial, en la sección de productos de lujo de L’Oréal, y estoy muy contenta, porque me han puesto las cosas muy fáciles".
Como han demostrado Jessica y Laura, lo que las personas con discapacidad necesitan a la hora de trabajar es que confíen en sus capacidades, algo que repercute de manera directa en su autoestima, "acceder a un empleo no sólo ofrece estabilidad económica, sino que también fomenta la autonomía, refuerza la autoestima y brinda la confianza necesaria para afrontar nuevos desafíos. Con iniciativas como esta, buscamos inspirar a otras empresas a unirse a este esfuerzo por crear igualdad de oportunidades para todas las personas y ayudarlas a reencontrar su lugar en la sociedad", afirma Juan Alonso de Lomas, CEO de L’Oréal Groupe en España y Portugal
Jessica reconoce que, aunque ha trabajado muchos años, no podía evitar tener miedo a la hora de volver a enfrentarse al mundo laboral, pero esta oportunidad ha acabado con ese temor, "llevaba un tiempo sin trabajar y estaba nerviosa, pero lo estoy llevando muy bien. Al final es darnos la oportunidad, porque la discapacidad no nos hace menos válidas para realizar un puesto de trabajo. Somos capaces de adaptarnos y hay que mirar más allá de nuestra discapacidad".
La discapacidad no nos hace menos válidas para realizar un trabajo. Somos capaces de adaptarnos
Para darle aún más seguridad, ha tenido a su hija mayor al lado, "ha hecho la formación también, aunque ella no tiene discapacidad, está en otra edición, pero nos hemos graduado juntas", dice emocionada.
Tanto ella como Laura esperan que, como adelantaba Juan Alonso de Lomas, esta iniciativa sirva para que más empresas del sector apuesten por ellas, "no queremos que nos miren con pena, o que nos den un trabajo por pena o por hacernos un favor, sino porque vean que podemos trabajamos igual que cualquiera. Incluso en muchas cosas podemos responder mejor que una persona que no tenga discapacidad", insiste Jessica.
Se merecen, como todos, inclusión y trabajo, porque como asegura Laura, parafraseando el famoso eslogan de L’Oréal, "nosotras lo valemos".
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