Las Tres Mil tras la batalla

Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
59
La energía ni se crea ni se destruye. Sólo se transforma. Esta definición de la ley de transformación de la energía no solo sirve para ella. También para las cosas que hacemos los humanos. No todas, pero sí bastantes. En 1992 disminuyeron notablemente los denominados pequeños delitos. Antes de ese año, desde los 80, era habitual recibir en las redacciones de los medios un sobre amarillo con un par de folios dentro. Ya están aquí los sucesos. El joven reportero se dedicó a contarlos durante algún tiempo. En la relación de hechos delictivos abundaban los tirones, los semaforazos o los robos con intimidación. Delincuencia menor se decía aunque cada acto supusiera un drama para quien lo sufriera. Los sucesos que enviaba Juan Rojo, en aquellos tiempos responsable de prensa de la Jefatura Superior, eran recientes, de un día para otro. Es conveniente contar esto porque ahora la Policía te envía sucesos congelados, de hace tres semanas, de cuatro... le van dando salida cuando viene bien. Pero estábamos en los sobres amarillos. Cuando estaba llegando el 92, el número de esos pequeños sucesos comenzó a disminuir y al tiempo empezaron a aparecer en los semáforos gente vendiendo tabaco, los wistoneros. Nadie confirmó nunca la relación causa efecto, o si quienes daban tirones habían comenzado a vender tabaco.En las 3000 viviendas la policía ha hecho un trabajo para quitarse el sombrero. Los cuerpos de seguridad en España son de los mejores de Europa porque durante los dolorosos años del terrorismo se preparó para esa guerra de guerrillas contra ETA, el Grapo o el Frap. De ahí su altísimo nivel. Hace días en Sevilla se dio la orden y de momento ha quedado herido de muerte el negocio de la marihuana. Ahora se abren dos horizontes, o que esos clanes vayan buscando otra ciudad o país donde puedan desarrollar su trabajo, o que su «actividad» se diversifique. Se transforme. Por eso la lucha contra la delincuencia no tiene fin. Y no puede tenerlo. Porque tras la batalla habrá más. El mal desgraciadamente nunca para.

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba