Casimir_Balistreri
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El Día de todos los Santos es una fecha en la que miles de familias aprovechan para ir al cementerio y rendir un sentido homenaje a sus difuntos. En muchos casos los padres deciden ir acompañados de los niños, pero hay progenitores que optan por no llevarles al cementerio por considerar que es un lugar en el que se remueven muchos sentimientos y en el que quizá, los más pequeños hagan sus primeras preguntas en relación a la muerte. Silvia Plaza, psicóloga infantil de la Unidad de Salud Mental Infantil (USMIN-AT) del Hospital Vithas Málaga , reconoce a ABC «que, en principio, es normal que los adultos no quieran sacar este tema ante los niños con el fin de protegerles, de no hacerles daño. Pero esta decisión es un error». Explica que la expresión emocional « da un poco de miedo , sobre todo cuando se trata de emociones menos agradables, como es hablar de la muerte, pero hay que darle también un espacio. Hay que naturalizar este asunto».Reconoce esta psicóloga que el problema es que hay muchos padres «que sienten miedo y no saben cómo responder a las posibles preguntas de un niño, por lo que prefieren alejarles de esta realidad . Otros, sin embargo, no quieren que sus hijos les vean triste e incluso llorando, porque no quieren ser vistos como débiles o inseguros. No pasa nada porque los niños nos vean llorar porque la tristeza es parte de la vida y no hay que sentirse culpables . Eso sí, si nuestro desconsuelo es desmesurado, lo mejor es esperar a calmarnos y controlarnos para hablar en un clima más relajado que les transmita seguridad a los niños». Noticias Relacionadas estandar Si «Los padres deben estar dispuestos a jugar con sus hijos adolescentes para que vean que hay diversión más allá de las pantallas» Laura Peraita estandar No Educación infantil «Castigado sin recreo»: Así afecta al desarrollo de tu hijo esta penalización Laura PeraitaEntre los errores más comunes que cometen los padres, Silvia Plaza y María Cóndor, psicóloga infantil de la Unidad de Salud Mental Infantil de este mismo hospital, destacan los siguientes:-Evitar a toda costa el tema, lo que les creará gran confusión..-No mencionar la palabra muerte y sustituirla por otras expresiones como «se ha ido», «ya está descansando», «ha viajado al más allá»...-Decirle que es un asunto que no es propio para su edad, «no lo vas a entender».-Ocultarles la tristeza del adulto. Ambas expertas añaden que, al igual que los adultos, los niños necesitan gestionar sus emociones y, por tanto, realizar su proceso de duelo cuando la situación lo requiera, «por lo que es importante que como adultos conozcamos cómo abordar tanto preguntas, como situaciones cercanas a la muerte», aseguran.Por su experiencia con niños, las dos psicólogas señalan que hay una serie de preguntas comunes que suelen hacer los niños según su edad. Son estas: Entre los 3 y 6 años:Cuestiones concretas acerca de cómo son las cosas en el lugar donde está la persona que ha fallecido: ¿qué va a comer? ¿a qué hora se va a dormir? ¿cómo va a leer si no tiene gafas?Preguntas sobre su cuidado y bienestar: ¿quién me va a celebrar mis cumpleaños? o ¿quién me va a hacer la comida?Preocupación sobre si la muerte le puede afectar a otras personas: ¿tú también te vas a morir?, ¿quién me va a cuidar si os morís? Entre los 6 y los 9 añosreguntas acerca de lo que le ocurre al cuerpo cuando uno muere. ¿cómo va a comer?, ¿cómo va a beber agua?, ¿cómo hace pis?Preguntas acerca de su responsabilidad del tipo ¿crees que estará enfadado porque me he portado mal?Preguntas sobre conceptos abstractos que no entienden: ¿va a bajar del cielo? ¿me estará viendo?, ¿podrá venir a mi cumpleaños? Entre los 9 y los 12 añosreguntas empáticas hacia los demás como, por ejemplo, ¿mamá estás triste? ¿cómo te puedo ayudar? o ¿cuánto tiempo vas a estar así?Preguntas sobre la realidad que se van a encontrar: ¿iremos al mismo colegio?, ¿podremos pagar la casa?, ¿seguiremos yendo a nuestras actividades? Preadolescentes y adolescentes (preguntas que plantean son ya parecidas a la de los adultos).¿Cómo hemos podido tener tan mala suerte para que nos haya pasado esto?¿Ha sufrido? ¿cómo los médicos no han podido hacer nada por él/ella? ¿Cuándo, dónde, quién y cómo comunicar al niño la noticia de un fallecimiento? Respecto al momento idóneo para trasmitir a los más pequeños la noticia de un fallecimiento, las especialistas de la USMIN-AT del Hospital Vithas Málaga dejan las siguientes recomendaciones. «Lo ideal es transmitir la noticia cuanto antes , sin esperar a que terminen los rituales de despedida, pues en la medida de lo posible y según su edad, debemos hacer a los niños partícipes de ellos. Impedirles que se despidan de un ser querido, ocultarles la noticia o mantenerlos al margen puede dificultar con creces su proceso de duelo», afirma María Cóndor. Añade Silvia Plaza que «la noticia debe ser comunicada por el familiar más cercano (uno de los progenitores, si es posible) lo que facilitará que se exprese mejor emocionalmente, que su miedo disminuya y que realice preguntas cuando lo necesite».Ambas coinciden en que es mejor comunicar la noticia durante el día , de forma que no lo asocien a la noche, que no estén tan cansados y tengan un tiempo para procesarlo. Además, debe ser en un lugar íntimo y tranquilo que permita llevar a cabo una conversación calmada, sin interrupciones, donde el niño no se sienta observado ni presionado.Cómo acompañarles en el dueloEl duelo en los niños, al igual que ocurre con los adultos, se trata de un proceso dinámico a través del cual llegamos a la aceptación de la muerte. Durante el proceso hay cambios, altibajos, aparecen numerosas emociones que perduran en el tiempo (algunas más que otras) y en cada persona se desarrolla de una manera diferente.MÁS INFORMACIÓN noticia No ¿Se puede poner el mismo nombre a dos hermanos? noticia No Halloween: estos son los dulces más peligrosos para los dientes noticia Si Calentando motores con planes y detalles para un Halloween de miedo en familiaEn el caso de los más pequeños , las dos especialistas sugieren las siguientes recomendaciones: -Favorecer entorno de expresión y comprensión, en el que pueda preguntar y obtener respuestas, ofreciéndole la información justa y necesaria.-Validación emocional y acompañamiento. Mostrar comprensión hacia sus emociones y evitar frases como «no llores», «tienes que estar contento», «ya pasó», etc.-Mantener actividades rutinarias que le permitan continuar con su vida.-Garantizarles cuidado y seguridad.
Las preguntas sobre la muerte que hacen los niños por edades y cómo afrontarlas
Dos psicólogas infantiles explican los errores más comunes de los padres al hablar de las emociones desagradables que rodean el duelo
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