Las empresas prevén un alza de inversión y ventas en el cuarto trimestre y apuntan a otro estirón del PIB

schaden.daphne

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La economía española sorprendió entre julio y septiembre con un avance del 0,8% trimestral y del 3,4% interanual, impulsada por el consumo público y privado, por el empuje del turismo, de los flujos migratorios y por la resiliencia de la industria frente a la crisis aguda que el sector atraviesa en Europa. La inversión, sin embargo, volvió a resentirse después de nueve meses consecutivos de avances. De cara al trimestre en curso, las empresas perciben un alza de las ventas y de la inversión que daría un impulso 'extra' a la actividad. Otros indicadores apuntan también a un estirón de la economía en el tramo final del año.

En la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) del cuarto trimestre las sociedades no financieras apuntan a un aumento de su facturación tras el retroceso registrado en el trimestre previo. Esa mejora contrasta con la caída leve de las ventas que registraron a finales de 2022 y de 2023.

En concreto, el porcentaje de empresas encuestadas por el organismo cuyas ventas han aumentado en este periodo mejora más de cuatro puntos hasta el 29,8%. A la vez, se reduce casi siete puntos el de las que perciben descensos en su facturación -se sitúa en el 22,6%-. Llama la atención, además, que de cara al primer trimestre de 2025 las empresas también anticipan una mejora "modesta" de la facturación.

La inversión tira más en la industria​


En lo que respecta a la inversión, uno de los componentes del PIB que no ha terminado de recuperar los niveles precovid, las empresas también perciben una evolución positiva de la actividad en el cuarto trimestre, frente a los retrocesos registrados en el mismo periodo de los dos años anteriores. La encuesta del Banco de España apunta a que un 18,5% de las firmas encuestadas han elevado su inversión, dos puntos más que en el trimestre anterior, y que esta se ha comportado de forma más dinámica en el caso de la industria que en el de los servicios.

Un factor relevante en este sentido podría ser la mejora de las condiciones de financiación que ha traído la rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). De hecho, cada vez menos empresas refieren un impacto negativo de los gastos financieros en su actividad. La encuesta se realizó entre el 11 y el 25 de noviembre, cuando la entidad ya había recortado sus tasas de referencia hasta en tres ocasiones. La pasada semana volvió a reducirlos en 0,25 puntos tras empeorar las perspectivas económicas para la región.

La actividad en España apenas se está resintiendo pese al peor comportamiento de las economías del entorno, sobre todo de Alemania y Francia, que son además sus principales socios comerciales. El sector exterior resiste impulsado por el turismo, pero también por las exportaciones de servicios empresariales, como ha venido poniendo en valor el ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

En su último informe semanal de coyuntura, publicado el pasado viernes, el departamento que capitanea Carlos Cuerpo destaca la evolución positiva de las ventas de las grandes empresas, de la creación de nuevas sociedades (en octubre) o de la confianza del consumidor, que mejora prácticamente de forma sostenida desde finales de 2022, en plena crisis energética, por la percepción más positiva de la situación actual.

El buen tono de la economía en el tramo final del año se aprecia también en la estimación en tiempo real del avance del PIB (MIPred) que elabora la Autoridad Fiscal. Con más de una cuarta parte de los datos que toma como referencia para el conjunto del trimestre, el modelo apunta a un crecimiento del PIB del 0,9% con respecto al trimestre previo y del 3,5% en comparación con el mismo periodo de hace un año.

Esto implica que España pisaría el acelerador para volver a despedir el año como la economía más dinámica del área del euro. Además, el tirón de la actividad permitiría rebajar algo el esfuerzo de ajuste pendiente de cara a 2025, cuando entran en vigor las nuevas reglas fiscales, que obligan a los socios europeos a reconducir el déficit y la deuda hacia niveles sostenibles en el medio plazo.

 

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