Lagarde carga contra los políticos: "Todo el mundo debe hacer su trabajo. El BCE no puede encargarse de todo"

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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, no ha dejado pasar la última reunión para volver a exigir a los gobiernos europeos que cumplan con las reglas fiscales vigentes, sobre todo, en lo relativo al abultado déficit público en sus presupuestos, que ha llevado a muchos de ellos a seguir emitiendo más deuda pública para financiar el desequilibro entre gasto e ingresos, además de subir los impuestos y, en definitiva, generar políticas que frenan el crecimiento.

Lo ha hecho al advertir de que el BCE seguirá retirándose de los mercados después de haber sido el mayor comprador de bonos soberanos durante la última década. "Todo el mundo debe hacer su trabajo. El BCE no puede encargarse de todo", dijo en una frase que algunos observadores de la política monetaria han subrayado hoy en sus libretas.

Lo hace a pocos días de que el macrofondo PEPP de casi 2 billones de euros -creado durante la pandemia para aliviar a los estados europeos- esté a punto de dejar de reinvertir un solo euro más los vencimientos en compras más bonos. Se trata de un instrumento que ha permitido a muchos países -en especial, España- financiarse a tipos bajos durante la recesión de 2020, la crisis energética de 2021 y la guerra de 2022. El BCE está reduciendo en 7.500 millones de euros al mes la cartera acumulada del PEPP al dejar vencer la deuda y reinvertir solo parcialmente.

Lagarde ha querido dejar claro que la misión del BCE es "proveer de estabilidad de precios" a la economía, como recogen sus estatutos, no tanto mover la política monetaria para que la economía crezca más, ni por tanto debe culparse al instituto emisor del bajo crecimiento o las consecuencias de una potencial 'guerra comercial' desde EEUU, como parece que va a llevar a cabo la Administración Trump sobre Europa.

Lagarde ha dejado claro que el BCE comienza a estar preocupado por la desaceleración de la actividad económica, pero siempre desde el prisma de sus efectos para el IPC. "Los riesgos para el crecimiento económico siguen inclinados a la baja. La economía debería fortalecerse con el tiempo, aunque lo hará más lentamente de lo esperado previamente".

Cuestionada una y otra vez sobre su posición ante el futuro Gobierno Trump, la banquera gala insistió en que no han tenido en cuenta en sus previsiones futuras medidas que no están en vigor, aunque sí considera que los efectos de que cumpla con sus amenazas no serán positivos. "El riesgo de mayores fricciones en el comercio global podría afectar el crecimiento en la zona euro al reducir las exportaciones y debilitar la economía global", alertó Lagarde.

Más recortes de tipos en enero​


Después de anunciar un recorte de tipos de un cuartillo, hasta el 3% (tasa de depósito) y 3,15% (tipo principal de financiación), el BCE se mantiene cauto a la hora de dar pistas sobre sus futuros movimientos. "Las condiciones de financiación están relajándose, dado que las recientes bajadas de los tipos de interés acordadas por el Consejo de Gobierno están reduciendo gradualmente el coste del crédito nuevo para las empresas y los hogares. No obstante, siguen siendo estrictas, debido a que la política monetaria es aún restrictiva y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido", apuntó en su comunicado.

Ya en rueda de prensa, Lagarde ha recordado que la actual política monetaria todavía es restrictiva, pero cree que están en el camino de hacerla más neutral. "Con el tiempo, la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva debería respaldar una recuperación de la demanda interna", apuntó en su discurso leído. Las perspectivas de inflación siguen siendo contenidas y el BCE espera todavía un repunte en los próximos meses debido al efecto base -los precios bajaron el año pasado más que ahora- y el debilitamiento del euro frente al dólar, lo que se traduce en inflación energética importada.

"Esperamos que la inflación fluctúe en torno a su nivel actual en el corto plazo, ya que las caídas pronunciadas previas en los precios de la energía siguen desapareciendo de las tasas anuales. Luego debería estabilizarse de manera sostenible alrededor del objetivo medio del 2%", apuntó la banquera francesa. En cuanto las previsiones contenidas en el cuadro macro, el resumen es que habrá algo más de inflación y menos crecimiento. Según el panel de expertos del BCE, la inflación general se situará en promedio, en el 2,4 % en 2024, el 2,1 % en 2025, el 1,9 % en 2026 y el 2,1 % en 2027. Por su parte, el crecimiento de la economía será del 0,7 % en 2024, del 1,1 % en 2025, del 1,4 % en 2026 y del 1,3 % en 2027.

 

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