La Virgen de la Almudena, la patrona de Madrid que el apóstol Santiago trajo de Jerusalén

cyrus.zulauf

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Documentos y fotografías históricas enseñan a quien tenga interés por ello las historias en torno a la Virgen de la Almudena, la patrona de Madrid. Una imagen que, según la leyenda, llegó a la Península de la mano del apóstol Santiago en el siglo I. Y que cuando los musulmanes estaban a punto de llegar a Madrid, fue escondida dentro de un cubo y acompañada por dos cirios encendidos en el interior de un cubo que se metió en un agujero en la Cuesta de la Vega. De allí salió siglos después, con las velas aún encendidas.La leyenda continúa asegurando que esa misma imagen de la Virgen se le apareció al rey Alfonso VI cuando reconquistó Madrid, en 1085. Aún ahora, el alcalde de Madrid se acerca hasta la catedral de La Almudena para renovar los votos de la villa con la virgen.Una exposición virtual que se puede visitar gratis desde el sofá de casa, accediendo al portal de Archivos de la Comunidad de Madrid, permite adentrarse en estos relatos: se pueden revisar los documentos que explican lo acaecido a lo largo de los últimos diez siglos en torno a la Almudena.Noticia Relacionada estandar No Corona de la Almudena: qué es y dónde comprar este dulce en Madrid Marta Carcelén PeñuelaFotos que muestran cómo hicieron los orfebres las tres coronas que rematan su escultura y que le fueron impuestas frente a la catedral cuando se produjo, en 1948, su coronación canónica; documentos que señalan dónde estaba la primitiva iglesia en la que se custodió la imagen, la de Santa María, frente a la calle Mayor; y otros muchos pueden consultarse en esta muestra. Y también otras curiosidades, como una escritura por la que el rey Felipe II autoriza al concejo de Madrid a que derribe unas casas para ensanchar la plazuela frente a este templo. La Iglesia de Santa María se derribó en 1868, y tiempo después comenzó a construirse la actual catedral que lleva su nombre: un proyecto que, de acuerdo con la información existente, duró más de un siglo y costó más de 2.000 millones de pesetas. Hay en la exposición documentos y fotografías con los planos del proyecto definitivo de este templo, realizados por el arquitecto Fernando Chueca Goitia; de la maqueta que se hizo; y de cómo fueron las obras durante la segunda mitad del siglo XX. Fotos de Santos Yubero, Cristóbal Portillo, Gerardo Contreras o de la colección 'Madrileños' permiten curiosear por las torres de la catedral a medio construir, el edificio en el momento de cubrir aguas o el cierre definitivo de la cúpula.En el Archivo se encuentran -y en la exposición pueden verse- imágenes que son testimonio de la devoción de los madrileños por esta patrona: peregrinaciones infantiles, tartas monumentales, celebración de éxitos deportivos ante ellas, ofrendas florales de las casas regionales… Y no sólo de ahora; muchos siglos atrás ya se apelaba a la virgen para salir de complicaciones. Por ejemplo, entre las muchas rogativas elevadas a la Virgen de la Almudena, se cuentan las que se hicieron en 1631, con motivo del incendio de la Plaza Mayor y pidiéndole que sofocara las llamas. La imagen se llevó al lugar, y el dramaturgo Diego de Vera Tassis relataba que «quando llegó cerca de las llamas, entre el torbellino de ceniza, que respetó sólo su Sagrado Bulto, repentinamente se apagó el vehemente incendio». madrid_dia_0703Casi todos los madrileños han escuchado alguna vez la historia de cómo la imagen de la virgen fue escondida en la Cuesta de la Vega para evitar que fuera destrozada con la llegada de los musulmanes a la zona, en el siglo VIII. Es también muy popular el milagro que permitió que los dos cirios que acompañaban a la imagen de la Virgen cuando se la escondió 'emparedada' continuaran encendidos cuando fue redescubierta, en 1085. Ese año, Alfonso VI reconquistaba Madrid y organizaba una procesión que recorrió la muralla en busca de la escultura. Una de las torres cercanas a la Cuesta de la Vega se derrumbó y dejó al descubierto la figura, junto a las dos velas que seguían encendidas. Era el 9 de noviembre.La Almudena es la patrona de Madrid desde agosto de 1908, por decreto del Papa Pío X. Y su nombre se asocia al de la iglesia de Santa María, de acuerdo con los documentos que alberga el Archivo Regional, porque señalaba probablemente su ubicación en la ciudad: la antigua almudaina musulmana. Se tiene constancia de que se llamaba así desde un testamento de obras a favor del templo que data de 1377.También hay pruebas documentales de que mientras Alfonso VI buscaba la escultura de la Virgen en la muralla, mandó pintar una imagen en uno de los muros de la iglesia de la villa. Al colocar la imagen en el altar mayor de la misma mucho después, en 1623, se descubrió detrás del retablo la pintura de Nuestra Señora de la Flor de Lis, y a partir de entonces, ese boque de yeso sobre el que estaba realizada y la talla de la Virgen de La Almudena se han desplazado juntas a distintas ubicaciones, hasta la definitiva, que es en la catedral de La Almudena. La pintura está en la cripta, y la escultura en el altar. Imagen de madera oscuraLa imagen actual es del Renacimiento, y se suele atribuir al artista Diego Copín, de Holanda, aunque no han total certeza sobre esto. Es una escultura en madera de pino oscurecida por el paso del tiempo, de bulto redondo, dorada, estofada y policromada. Mide 158 centímetros de alto, 0,54 de ancho y 0,43 de fondo. Y se acompaña de un Niño de 0,45 centímetros de alto. Una de las características que la distinguen es el color oscuro tanto de la cara como de las manos de la Virgen, frente a las del Niño que son más claras. Esta coloración, al decir de los expertos, tiene que ver con el empleo del plomo en la escultura, y al humo de las velas que iluminan el templo. En la visita virtual por el Archivo Regional uno puede asomarse al taller donde se fabricó la corona de la Virgen de la Almudena, que se le impuso en su coronación canónica en 1948: hay fotos del orfebre Juan José García y su equipo concentrados en su trabajo sobre el preciado metal. Buceando en los archivos se encuentran joyas como el testimonio de un escribano de la Villa y Corte que redactaba, el 24 de abril de 1598, que Pedro de Rumoroso tenía encomendado hacer una campana para la torre de la iglesia de Santa María de la Almudena, porque la anterior «se quebró el metal». En el segundo tercio del siglo XIX, la Congregación de Esclavos de la Virgen de la Almudena solicita al arzobispo de Toledo permiso para erigir otra iglesia dedicada a la Virgen, porque el edificio que la albergaba había sido destruido. Alfonso XII se comprometió a ceder algunos terrenos frente al Palacio Real, y quiso acelerar el proyecto porque, tras la repentina muerte de su esposa María de las Mercedes, en 1878, se decidió que ese fuera el lugar de enterramiento de la malograda reina. En 1883, el rey colocó la primera piedra de la nueva iglesia. Y en 1885, el Papa León XIII decide que Madrid se desligue de Toledo y sea erigida en Diócesis: la que iba a ser iglesias pasa entonces a ser catedral.

 

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