'La tiranía de Cronos', en el Banco de España: ¿Hacía 'realmente' falta tanto 'tiempo'?

Meda_Wehner · 3 Dic 2024

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El Tiempo, con mayúsculas, ha sido y será una de las grandes cuestiones de la vida del ser humano —y también de la muerte, si atendemos a su aparente y definitiva ausencia–. Y he usado el término 'cuestiones' con toda intención por cuanto supone una auténtica y trascendente pregunta: ¿Qué es el tiempo?Precisamente esa interrogación es la que también se hace 'La Tiranía de Cronos', muestra recientemente inaugurada en las salas de exposiciones del Banco de España . Pero antes de entrar en ella, me gustaría plantear una reflexión que vengo haciéndome hace 'ya tiempo' como crítico de arte, respecto a la pertinencia de ciertos proyectos expositivos. ¿Tienen razón de ser? ¿Aportan algo novedoso o necesario? Esa misma duda me asalta al contemplar este.Noticias relacionadas estandar No Los retratos de los Reyes de Annie Leibovitz: Don Felipe, de Capitán General, y Doña Letizia, de Balenciaga Angie Calero estandar Si Leibovitz cobró 137.000 euros: la intrahistoria de un retrato real Angie CaleroVayamos por partes. Se trata de una propuesta que gira, como acabo de señalar, en torno al Tiempo y a la polisemia de sus perspectivas representativas y conceptuales. Tiene como punto de partida un espléndido tapiz flamenco, propiedad del Banco de España, como la inmensa mayoría de las obras expuestas, llamado 'Triunfo del amor y la Eternidad sobre el Tiempo', obra de 1684 realizada por Jan Leyniers, según diseño de David Teniers III. A partir de ahí se configura conceptualmente a través de distintas cuestiones relacionadas con la representación lineal del tiempo en la modernidad, su vinculación con la productividad, con otras culturas no occidentales y, obviamente, con el propio ámbito del arte. A su vez, se articula en tres secciones: 'No tengo tiempo', 'Retratos al hilo del tiempo' y 'Un tiempo sin reloj'. En la primera se incide –algo desgraciadamente muy contemporáneo– en la agobiante sensación de que el tiempo nos ha abandonado, nos esclaviza y se transforma en una inquietante presencia-ausencia. Aquí destacaría las obras de Isidoro Valcárcel Medina, Mladen Stilinovic o Candida Höfer.¡Cómo pasa el tiempo! De arriba abajo, 'Diario vírico' (2020), de Inmaculada Salinas; '‘Lugar imaginado No. 2’ (2022), de Ángel Poyón; y retrato de Doña Letizia, de Annie Leibovitz ABCEl segundo apartado es a mi juicio el más confuso y el menos pertinente, aunque paradójicamente sea la justificación fundamental del proyecto expositivo. Me refiero al espacio en el que se muestran los retratos de los Reyes de España recientemente realizados por la fotógrafa norteamericana Annie Leibovitz. Aunque no creo que sea esta la ocasión de centrarse en su valoración crítica, me asalta otra nueva duda: ¿Es que no existen magníficos profesionales de la fotografía artística en nuestro país que también hubiesen podido hacer este encargo? Por otra parte, la presencia del tiempo en este capítulo está bien representada por una gran variedad de relojes de la colección del banco. Como complemento, en algún caso espléndido, como los retratos de Goya, se exhiben distintas pinturas de otros directores de la institución. Demasiado 'totuum revolutum'. Finalmente el último bloque trata de expresar las diferentes posibilidades de medición temporal al margen de su lógica lineal y consecutiva. Es una mirada más poética, diríamos más humana, de concebir y sentir el tiempo, y de capturarlo con registros no tanto mecánicos como sensibles. Hay algunas piezas notables como las de Javier Núñez Gasco, Antonio Pichillá o Inmaculada Salinas .'La Tiranía de Cronos' Colectiva. Sala de Exposiciones del Banco de España. Madrid. C/ Alcalá, 48. Comisaria: Yolanda Romero. Hasta el 29 de marzo de 2025. Dos estrellasEn suma, una exposición que, sí, ofrece obras y artistas de innegable calidad pero que al 'mismo tiempo' –nunca mejor dicho...– ofrece una tesis y unos planteamientos bastante forzados, y lo que es aún peor, innecesarios. ¿Por qué no presentar única y simplemente los retratos reales sin tanta parafernalia temporal? El aplauso popular ya lo tenían de entrada ganado...