Hilario_Zieme
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En tiempos en los que sabemos los resultados de La Primitiva, La Bonoloto, La Quiniela y demás décimos con un simple y rápido clic en el móvil, el espacio de Loterías y Apuestas del Estado se había convertido en un obsoleto lastre para RTVE. La audiencia huía al emitirse este patrocinio que anima a jugar a la suerte.
Televisión Española protegió el estreno de La Revuelta sin cortes para promociones. Algunos incluso asociaban el éxito del programa de David Broncano a la ventaja de no sufrir ninguna pausa para la publicidad. Aunque solo sin anuncios no se conquista a la audiencia, hace falta un contenido con autoría. La Revuelta la tiene. Y cuando no ha quedado más remedio que introducir la publicidad lotera dentro de la ya estirada duración del show han transformado la debilidad en virtud, creando tramas que van en crescendo con el paso de los días.
Las primeras semanas se ponía una cuenta atrás en la emisión del microespacio. Pero la audiencia ya está inmune a esta técnica y se veía tentada a cambiar de canal. Así que después optaron por ir más allá y directamente integrar en la comicidad del show a las propias presentadoras de Loterías. Incluso con Jorge Ponce irrumpiendo un día en el estudio de Torrespaña donde se graba el resultado de los sorteos. El acierto es que este surrealismo se lleva hasta las últimas consecuencias. Porque la buena comedia es la que no se queda a medio gas. Lo que provoca que incluso el espectador se quede atento a la trama secundaria y pocos escuchen el resultado de, por ejemplo, Los Eurodreams.
Tremendo Jorge Ponce navaja en mano durante la Lotería en #LaRevuelta.
Se conoce que tienen en ese tramo un descenso acusado en #audiencias y han tenido que tirar de inventiva. #LaRevueltaTVE pic.twitter.com/xAsTYKIhRu
— 𝙴𝚍𝚞𝚊𝚛𝚍𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊 (@e__VILLANUEVA) December 17, 2024
Esta semana, de nuevo, han dejado una ventanita abierta cual reality show en Loterías. Allí hemos visto los quehaceres de Jorge Ponce. El miércoles, discutiendo con el equipo. El jueves, intentando "mejorar" la mala imagen con una entrañable coreografía con el equipo, que parece estar haciendo las prácticas de un curso de reinserción social. Servicio público de Televisión Española.
Como darle la vuelta a algo que era un problema a nivel audiencias y hacer algo genial
Lo de las loterias en La Revuelta es cine#LaRevuelta pic.twitter.com/3hjW4Iy9yn
— Hugo (@hugo_cnm) January 8, 2025
La ventaja de La Revuelta es que el patrocinador lo permite. El show de Broncano vive su momento de prestigio social y los anunciantes se suman a la travesura. También las propias presentadoras, creando un diálogo entre ambos espacios, mientras miran de reojo a la pantallita con el cebo de Ponce para retener la atención de la audiencia fiel.
Esta fórmula de integrar la publicidad para evitar la fuga de espectadores no es nueva. Talk shows como el de Ellen DeGeneres convertían lo que podía ser un insípido anuncio en un sketch que hablaba el mismo idioma que el resto del programa. Como consecuencia, el espectador no sentía el anuncio como una desagradable interrupción, sino como parte del espectáculo. Uno de los momentos más memorables es cuando plantaron a Sofía Vergara a promocionar las bondades de los maquillajes de Olay. Sorpresa, por las mangas de su vestido no salían sus brazos: salían los de Ellen DeGeneres, que estaba escondida tras ella. A medida que Vergara iba leyendo el exagerado discurso publicitario, las manos poseídas por Ellen iban pringado todo su rostro. La carcajada del público era contagiosa. También en la propia Sofía, que se prestó a la travesura. Lo que podía ser un anuncio más, se convirtió en un viral de los comienzos de las redes sociales. Un doble triunfo para la marca: en la tele tradicional y en los millones de visionados en plataformas como Youtube. Luego lo intentaron repetir de otras formas, con otras compañías, como Coca Cola.
Es la vieja obsesión de los guionistas de entretenimiento. Que todo parezca un giro del guion dentro del show para que nadie se marche. Pero no siempre es factible. Tampoco siempre los anunciantes quieren. Olay como fabricante que quiere vender la imagen idílica de sus cosméticos podía haberse negado a que sirvieran para que Ellen DeGeneres maquillara a Sofía Vergara cual monstruo trastornado.
Los anunciantes se tienen que atrever. Y si el anunciante es diario, también el chiste se puede acabar convirtiendo en rutinario. Hay que seguir intentando sorprender al público. Porque las ideas no se acaban nunca. El truco está en que la ilusión de la creatividad supere a la monotonía. Para todo en general en la vida. También para el porvenir de La Revuelta.
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