Kassandra_Cremin
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El País Vasco es uno de los lugares indicados para los que quieren recorrer espectaculares rutas de senderismo en España. El interior de la comunidad autónoma del norte de la Península Ibérica oculta entornos naturales extraordinarios, y por ello no es de extrañar que amantes del trekking hagan una escapada para conocerlos. De hecho, hay un sendero a apenas media hora de San Sebastián que deja a todos perplejos.
A tan solo 30 kilómetros del casco histórico de 'La Bella Easo' y de la Bahía de la Concha, en el interior de la provincia de Guipúzcoa, se encuentra el Parque Natural de Pagoeta, un entorno descomunal repleto de vegetación exuberante en el que se puede encontrar la increíble ruta Agorregi: hierro y agua. Este sendero es perfecto para todos aquellos que no tienen una amplia experiencia en senderismo, e incluso las personas con movilidad reducida también lo pueden completar.
Agorregi: hierro y agua, la preciosa ruta en Guipúzcoa
El punto de origen de esta preciosa ruta circular de 3 kilómetros es el aparcamiento del parketxe Iturarran, un caserío del siglo XVIII que se ha reconvertido en el centro de interpretación del parque y que está a poca distancia del pueblo de Aia. Desde ahí, hay que seguir los carteles del SL-Gi 4001, y solo con seguir el curso del riachuelo que fluye con fuerza por el entorno te adentrarás en un frondoso bosque de ribera formado por fresnos y alisos.
A lo largo del recorrido, que se tarda en completar aproximadamente unas dos horas, te encontrarás con preciosos puentes e imponentes cascadas, lo que no hace más que añadir espectacularidad al sendero. A mitad de camino nos toparemos con la gran maravilla de la ruta: un molino de la antigua ferrería de Agorregi, una verdadera reliquia que hoy en día sigue en pie (y que los domingos se puede visitar con guía).
A pocos metros se encuentra la conocida ferrería que tan importante fue para la zona durante décadas: el agua del parque servía a los trabajadores para crear grandes tochos de hierro. La última parada de la ruta es el colorido y sublime Jardín Botánico, que cuenta con numerosas especies tanto autóctonas como de fuera y que es perfecto para descansar unos minutos antes de encarar la vuelta a Iturraran.
La ruta cuenta con un desnivel de más de 100 metros, y aunque no es recomendable recorrerlo con carritos de bebé o sillas de ruedas, las personas con movilidad reducida pueden realizar el tramo final si se opta por dejar el coche en el aparcamiento de Manterola. Además, debido a su longitud y su escasa dificultad, así como su cercanía a Zarautz (está solo un cuarto de hora), también es perfecta para recorrerla con toda la familia.
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