torphy.jarret
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Acaba un 2024 muy convulso en la Real Federación Española de Fútbol, que ya mira al próximo año con expectativas de regeneración. La elección hace unos días de Rafael Louzán como nuevo presidente hasta 2028 supone el inicio de una nueva etapa para tratar de dejar atrás un tenso período que empezó a estallar con el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso en el 20 de agosto de 2023.
El entonces presidente de la RFEF, que había accedido al cargo en 2018 y fue reelegido en 2020, acaparó todas las críticas, pero tras varios convulsos días y una Asamblea imposible de olvidar el 25 de agosto de 2023, decidió no dimitir. Poco más de una semanas después tuvo que hacerlo, estando ya suspendido provisionalmente por la FIFA, que le inhabilitaría a finales de octubre para los siguientes tres años.
Pedro Rocha, la alternativa a Rubiales
El revuelo generado derivó en la creación de una Comisión Gestora presidida por Pedro Rocha, de la Federación Extremeña. Asumió el cargo de manera provisional y se fue labrando un camino basado en la tranquilidad para postularse como gran favorito a ser el presidente oficial en unas elecciones previstas para 2024 bajo una nueva orden ministerial.
Rocha fue el único que presentó los avales, por lo que fue proclamado presidente a finales de abril. Sin embargo, una denuncia de Miguel Galán, presidente de CENAFE, acabó en julio en la inhabilitación del extremeño por parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
El motivo era que Pedro Rocha se había excedido de sus funciones al frente de la gestora en decisiones como la de prescindir de la mano derecha del anterior presidente, Andreu Camps, pese a que esa era unas de las exigencias que le reclamaba el CSD como clave para una nueva etapa de renovación.
Otra Comisión Gestora bajo la lupa de UEFA y FIFA
A pesar del apoyo que recibió Pedro Rocha por parte de las Federaciones Territoriales para ser presidente de la RFEF, una nueva Comisión Gestora tomó el mando del ente federativo, que estuvo durante meses bajo la lupa de UEFA y FIFA, atentos a posibles injerencias gubernamentales en mitad del proceso de adjudicación del Mundial 2030.
Un nuevo escándalo: la 'Operación Brody'
El mismo mes de abril en el que Pedro Rocha fue elegido oficialmente como presidente de la RFEF estalló un nuevo escándalo en la Federación: la Operación Brody. La Guardia Civil inició una investigación por corrupción sobre contratos irregulares de los últimos años, etapa en la que Luis Rubiales estaba al frente del ente federativo.
La Unidad Central de Operaciones de la Guardia Civil registró once puntos entre Madrid, Málaga, Sevilla y Granada por las sospechas de que la Real Federación Española de Fútbol crease "una estructura de mafia orientada a obtener un lucro" con varios contratos irregulares, entre ellos el de la Supercopa con Arabia Saudí.
Esos registros se realizaron precisamente mientras Luis Rubiales estaba en República Dominicana, a donde se trasladó tras su salida de la presidencia de la RFEF. Los escándalos en torno al ente federativo volvieron a poner al fútbol español en el punto de mira de toda Europa.
Rafael Louzán, elegido nuevo presidente
Tras varias convocatorias fallidas, finalmente las elecciones a la presidencia de la RFEF se celebraron el pasado 16 de diciembre. El gallego Rafael Louzán fue el elegido con una gran ventaja sobre el valenciano Salvador Gomar, en una jornada marcada también por la retirada a última hora de la candidatura del extremeño Sergio Merchán.
Los 138 asambleístas presentes secundaron la propuesta de cambio y unidad de Louzán, que días antes señaló a Gomar como la continuidad del modelo de Luis Rubiales.
Sin embargo, la polémica en torno a la RFEF no ha terminado. Sobre Louzán pesa una inhabilitación de siete años que no le deja ejercer ningún cargo público que todavía no tiene una sentencia firme -el Tribunal Supremo se debe pronunciar sobre ello el próximo 5 de febrero- por una condena por prevaricación cuando estaba al frente de la Diputación de Pontevedra.
Al ser la Federación de titularidad privada pero ejerciendo gestiones públicas, no está claro si una sentencia firme impediría a Louzán seguir como presidente de la RFEF, pero el Gobierno ya se ha pronunciado en contra de su nombramiento y Pilar Alegría, ministra de Educación, FP y Deportes ya señaló que el Consejo Superior de Deportes estudiará qué medidas adoptar.
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