La región italiana que 'no existe' ubicada entre montañas y pueblos medievales

mckenzie.rowan · 29 Dic 2024

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Las maravillas de Italia son famosas en todo el mundo, y es que en ciudades como Roma, Florencia o Milán se encuentran algunos de los monumentos más conocidos del planeta. Aun así, en el país transalpino también hay infinidad de joyas ocultas y zonas más desconocidas para los turistas de España que sin duda alguna merece la pena descubrir. Es el caso de la región de Molise, una de las más infravaloradas de la veintena en las que se divide administrativamente la nación.

Situada en el sur de Italia, es colindante con las regiones de Lacio, Ampudia y Calabria, que eclipsan a la preciosa Molise y la dejan en un segundo plano. Pero a pesar de estar rodeada de grandes centros turísticos, esta zona italiana puede presumir de tener alguno de los pueblos más bonitos de todo el país, y al estar situada entre los Apeninos y el mar Adriático, cuenta con entornos naturales espectaculares.

La ruta por Molise, la región más desconocida de Italia

En la propia página oficial de turismo de Italia se ofrece un magnífico itinerario por esta región italiana cuya existencia es desconocida para muchos y por la que han pasado romanos, godos y longobardos. La ruta parte Iserna, una de las dos provincias que conforman Molise y cuya ciudad principal lleva el mismo nombre. En ella se puede visitar tanto la preciosa Fontana Fraterna como el gran exponente de la "arquitectura altomedieval", la Catedral de San Pedro Celestino. Desde ahí se puede hacer una excursión a Scapoli, conocido por su tradición gaitera.

Desde Iserna es hora de dirigirse a Campobasso, la capital de Molise y que da nombre a la otra provincia de la región. La ciudad se extiende a lo largo de la ladera de una colina coronada por la joya de la corona, el Castillo de Monforte, erigido en el siglo XV. Además, en la urbe podrás visitar otras maravillas medievales como la Catedral de la Santísima Trinidad, situada en la Plaza Pepe, así como las iglesias de San Giorgio y de Sant'Antonio Abate.

Dejando atrás los Apeninos y dirigiéndonos hacia el Adriático, hay que hacer una parada breve en Colletorto y Casacalenda, dos de las cunas del aceite en Italia, para después proseguir la marcha hasta Larino. Allí no solo podrás visitar el precioso Palacio Ducal, sino también su increíble catedral de Santa María de la Asunción y San Pardo, construida en el siglo XIII y que mezcla elementos del gótico y del románico. Además, también hay un anfiteatro romano del siglo IV a.C.

Para terminar la ruta por Molise, no hay mejor lugar que el Adriático. Por ello, lo mejor es dirigirse a Campomarino, una de las cunas del vino de la región y con impresionantes viñedos muy cerca del mar. Pero la verdadera joya de la corona que está en la costa de la región es Termoli, una preciosa villa que cuenta con un castillo a orillas del agua del siglo XIII y cuyas pintorescas callejuelas la dan un aspecto impresionante.

Eso sí, en Molise hay otros muchos lugares que también puedes incluir en el itinerario, como Agnone, un pueblo conocido por sus campanas, los grandes campos de viñedos que hay repartidos por toda la región, o la preciosa villa de Ferrazzano. Además, hay muchos yacimientos arqueológicos que cerca de los principales núcleos urbanos.

Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar en Campitello Matese, una impresionante estación de esquí en los Apeninos, o relajarse en el bucólico lago de Castel San Vincenzo. Todo ello hace de Molise una de las regiones más especiales de Italia, y al ser desconocida para la gran mayoría, no hay apenas masificaciones. Además, está a tan solo dos horas de la ciudad de Nápoles.

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