patricia32
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La política es el arte de la simulación. No es una casualidad que actores de cine hayan sido puestos al frente de naciones poderosas. Importa más el personaje que la persona, la careta que el careto que, muchas veces, suele ser más duro que comer sin dientes. Eso significa que son capaces de presentarse como Caperucita Roja y llevar dentro al lobo feroz. O blandir la bandera medioambiental y esconder, perversamente en su almario, el coloso en llamas. Algunos le llaman a la figura doble moral. Hipocresía. Cinismo. Y cuando se les cae la ropa, desnudos de afeites, cosméticos y disfraces, nos dan sorpresas tan desprevenidas que noquean la fe en el sistema. Ni una piña de Ilia Topuria te deja tan nublado. Es complicado llevar dos trajes sobre el mismo cuerpo. O tres. Si la ambición es larga y las mentiras son cambios de opinión. Al portavoz de Sumar, ese sobreviviente del 15M, se le han caído los trajes que llevaba puestos. Y descubrimos el machista que lleva dentro, siendo progre y feminista indignado…El chico se ha visto obligado a hacer las maletas y alejarse de la política por una reprobable conducta sexual que él mismo ha reconocido. Y por un runrún que, en Madrid, según su antiguo compañero y hoy íntimo enemigo político, Pablo Iglesias, venía sonando en los ambientes al menos desde hace un año. ¿Un año hace que corría el rumor en Madrid de sus garañónicos accesos libidinosos y su destemplanza sexual? ¿Un año runrún arriba runrún abajo y nadie decía ni mú? ¿Ni en su partido ni en los círculos del poder que le cogían más a mano? Tragarse semejante rueda de molino es comulgar con la complicidad de los que, por intitularse progresistas, más condenables son. Progresistas y feministas. Sin dudas, los que más blasonan de transparencia y los más expertos en ocultar las más perversas contradicciones morales e ideológicas que los enfangan. Luego hablan de la Iglesia…Claro que se sabía. Deben irse a su casa unos cuantos y unas cuantas…pidiendo perdón.Errejón por la mañana se envolvía en la bandera del feminismo más radical. Y por la noche, en las fiestas de guardar la compostura, la perdía por una curva sinuosa que le gustaba pillar sin consentimiento y con alevosía. Pero siempre fue el adalid de la lucha contra el machismo. Cuando Rubiales le dio el piquito a Jenni Hermoso, se puso encima del traje de su condición el de engañar y como un ángel justiciero del feminismo blandió su espada flamígera contra el desbocado presidente de la Federación Española de Fútbol. De tal forma que parecía que Jenni Hermoso era su hermana. Lo mismo le ocurrió con Ayuso, a la que, por ser mujer y presidenta, la trató como a la tonta del bote en la Asamblea de Madrid. Ahora la que ha hablado es Elisa Mouliaá, que la recordareis por su papel en Águila Roja, para descubrirnos qué clase de golfo es este pájaro, quizás la eme ( de machista o como quieran calificarlo) más grande del 15M…
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