Maudie_Lueilwitz
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Stop Macrogranjas ha criticado este martes los planes del Gobierno de Castilla-La Mancha para poner fin a la moratoria de macrogranjas en la región a través de un paquete normativo que incluye un nuevo decreto de purines, un plan de biometanización 2024-2030, cambios en la Ley de Evaluación Ambiental, cambios en la Ley de proyectos prioritarios para favorecer las plantas de biogás y una nueva Ley de Simplificación y Agilización administrativa.Según la entidad, los planes normativos pondrán fin a la moratoria vigente desde 2022, dando vía libre a la autorización de explotaciones ganaderas de más de 2.500 cerdos de cebo y para ampliaciones, según han trasladado en una nota de prensa.Stop Macrogranjas ha señalado que en una reunión sostenida el pasado 2 de octubre entre el director general de Calidad Ambiental, Tomás Villarrubia, y el coordinador de Medio Ambiente, Javier Ariza , y diversas organizaciones ambientalistas y vecinales, se trasladó que la posición de la Junta es que la ganadería industrial aún cuenta con margen de crecimiento hasta alcanzar los niveles de producción de regiones como Aragón o Cataluña.Noticia Relacionada estandar No La larga lucha contra las macrogranjas en Cuenca, donde los cerdos doblan a los habitantes Mariano Cebrián Otra sentencia judicial anula la autorización del Gobierno de Castilla-La Mancha a un nuevo proyecto en Huerta de la Obispalía por «el riesgo de no evaluar los efectos ambientales» de los purinesUna valoración que las entidades participantes en el encuentro, Stop Macrogranjas, Greenpeace y Ecologistas en Acción , han valorado como «extremadamente preocupante, ya que la Consejería con las competencias medioambientales defiende que Castilla-La Mancha aumente su censo porcino, y lo más grave es que tomen Cataluña como modelo a seguir, donde el 45% de los municipios están declarados como vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrícola».Los colectivos agrupados en Stop Ganadería Industrial prevén que con el fin de la moratoria a partir de enero se tramiten un aluvión de proyectos de construcción y ampliación de macrogranjas que ahora están en pausa.Según el colectivo, tras la aplicación de la nueva normativa, las macrogranjas de menos de 2.500 cabezas de cebo podrán seguir aplicando los purines sobre los suelos agrarios , mientras que las explotaciones existentes que superen ese nivel tienen un plazo de 10 años para adaptarse a un nuevo método de gestión de purines, como por ejemplo llevarlos a una planta de biogás. Este mismo periodo de gracia se concedería a la adaptación a la normativa de todas las balsas de purines.Para Stop Macrogranjas, la concesión de este periodo supone un reconocimiento del hecho que muchas de ellas actualmente no están lo suficientemente impermeabilizadas, con los riesgos de filtraciones que ello supone.Según la plataforma, solo se prohíbe el vertido directo de purines a las nuevas explotaciones de más de 2.500 plazas de nueva construcción, y podrán optar o bien por el transporte a planta de biometanización o la separación sólido-líquido con el compostaje del sólido y la desnitrificación del líquido.Además, han destacado, el nuevo decreto de purines crea la figura del Grupo de personas Expertas en tratamiento de purines en Castilla-La Mancha (Geteclm) compuesto por expertos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) , miembros del Gobierno regional y representantes del sector cárnico y ganadero. «Destaca la ausencia de organizaciones ambientalistas y colectivos vecinales que sufren los efectos de las macrogranjas en sus municipios», han apuntado desde Stop Macrogranjas.Por otra parte, han apuntando a la eliminación el artículo que inicialmente estaba en el borrador de este decreto y que permitía a los ayuntamientos establecer limitaciones al esparcimiento de purines en sus términos municipales. Sólo les permitirán limitarlos cuando vengan de fuera por 'razones técnicas'.Por otra parte, han manifestado su rechazo al plan de derivar residuos a plantas de biogás, una perspectiva que valoran como una estrategia para perpetuar un modelo que consideran insostenible y con una alta huella de carbono.En este sentido, sostienen que el problema de la región es que de los 15 millones de toneladas de residuos que genera anualmente, el 70% viene de la ganadería industrial .Los colectivos integrantes de Stop Ganadería Industrial han valorado que «si la Junta pretende solucionar el grave problema de la contaminación por nitratos se debería aprobar una moratoria real de esta industria. Además, es una locura aspirar a acercarnos a comunidades como Cataluña y Aragón en términos de producción de porcino, cuando estas regiones tienen un grave problema de contaminación de aguas. Actualmente Castilla-La Mancha ya es la comunidad española con mayor porcentaje de sus tierras vulnerables a nitratos».Los colectivos vecinales y ambientales han afirmado que «está claro que esta reforma del marco legal está hecha a medida de la industria cárnica. De hecho, uno de los altos cargos que está diseñando este marco legal desde la Consejería de Desarrollo Sostenible es Javier Ariza, que fue director Técnico-Sanitario del matadero de Incarlopsa en Tarancón .«Además, han añadido que «el periodo concedido a las macrogranjas para la adaptación al nuevo decreto de purines es excesivo, ya que en 10 años la contaminación de los acuíferos de nuestra región puede agravarse muy seriamente. De hecho, en un periodo de 10 años (2011-2021) se han ampliado las zonas vulnerables a nitratos en España en casi 4 millones de hectáreas, según datos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica».La Junta, en desacuerdo con críticas de Ecologistas a Plan de Biometanización La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha mostrado este martes su desacuerdo con las críticas de Ecologistas en Acción al Plan de Biometanización, porque, a su juicio, «viene a dar soluciones a problemas que existen y que tenemos en nuestra Comunidad Autónoma y, evidentemente, también puede ayudar en algunos casos a las explotaciones porcinas de nuestra región». Gómez ha respondido así a preguntas de los medios, tras dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno relacionados con su departamento, después de que Ecologistas en Acción considere que dicho plan «se ha hecho a medida de las grandes empresas y de los lobbies energéticos». «Ellos se centran exclusivamente en un tema, que son las explotaciones porcinas de alta capacidad, pero es que precisamente en la dieta que necesitan los digestores de una planta de biometano» los purines son la «menor de las materias orgánicas que utilizan estas plantas de biometano». Según ha explicado, dichas plantas de biometano pretenden dar salida a 15,7 millones de toneladas de materia orgánica, de residuos de alpechines, de lodos de depuradora, de residuos sólidos urbanos, de residuos de alpechines, de lodos de depuradora, de residuos urbanos, de residuos sólidos urbanos y residuos vinícolas, que en estos momentos no tienen ninguna salida, al margen de los purines y de estiércoles y de pajas procedentes de explotaciones ganaderas de todo tipo. Además de darles salida también se busca «valorizar estos residuos» y «obtener dos productos fundamentales», uno de los cuales es el biometano, «que se necesita para sustituir el gas gris que utilizan actualmente nuestras empresas y que no pueden descarbonizar, que lo utilizan en sus procesos productivos». El otro sería «un digestato», que es «un abono de alta calidad estable, que se puede utilizar perfectamente en la agricultura, teniendo en cuenta, además, que Castilla-La Mancha tiene un suelo deficitario en materia orgánica y, por lo tanto, este abono orgánico vendría a beneficiar a todos los cultivos que lo necesiten dentro de Castilla-La Mancha», evitando, además, «que se utilizasen abonos inorgánicos». La consejera de Desarrollo Sostenible ha abundado en que «en lo único» en lo que le puede dar la razón a Ecologistas en Acción es en que, «efectivamente, hay explotaciones ganaderas de alta capacidad y explotaciones ganaderas más pequeñas que, perfectamente, pueden instalar dentro de su propia explotación una planta de biometano del tamaño adecuado a sus producciones de purines».
La Junta ya tiene lista la normativa que pondrá fin a la moratoria a las macrogranjas
Los colectivos vecinales, agrupados en Stop Ganadería Industrial, sostienen que estos cambios buscan reactivar la concesión de licencias de macrogranjas y además favorecer la proliferación de macroplantas de biogás
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