Franco_Maggio
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Si se piensa en la ciudad de Florencia, a menudo vienen a la mente las principales maravillas de la capital de la Toscana, como el Ponte Vecchio, el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia, la Venus de Botticelli en las Galerías Uffizi o la Cúpula de Brunelleschi en la Basílica de Santa María del Fiore. Pero en la 'Cuna del Renacimiento' esconde maravillas en todos y cada uno de sus rincones que no muchos turistas de España conocen, como la Basílica de la Santa Croce.
Un poco alejada del casco histórico donde los Médici camparon a sus anchas, este impresionante templo ya destaca por su exterior, y es que su colorida fachada contrasta con la austeridad de la nave. Pero lo que más llama la atención de la Basílica de la Santa Croce está intramuros: una vez que cruzas sus puertas te encuentras con el conjunto de tumbas más espectacular de Italia, al menos en importancia histórica: en el interior de la iglesia descansan eternamente figuras como Miguel Ángel o Galileo.
La historia de la Basílica de la Santa Croce en Florencia
El origen de la Basílica de la Santa Croce se remonta a finales del siglo XIII, concretamente al año 1293, cuando la Orden Franciscana quiso contrarrestar la construcción de otra de las joyas de Florencia, la Iglesia de Santa María Novella, de los dominicos. De esta manera, erigió este templo franciscano, el más grande del mundo, sobre otro prístino que apenas llevaba en pie unas décadas. Con el paso de los siglos, se llevaron a cabo varias reformas que lo dieron el aspecto que tiene hoy en día.
Ya en el siglo XIX se construyó el alto campanario que hay en la parte posterior de la iglesia y se embelleció la fachada con colores que recuerdan a la Basílica de Santa María del Fiore. El contraste entre los mármoles y el resto del templo, de colores rojizos, puede traer reminiscencias de un enclave situado en una ciudad cercana, como es la Basílica de San Petronio en Bolonia. Aunque el exterior del templo ya sea impresionante, tras entrar por un lateral de la nave las maravillas se multiplican por doquier.
El lugar donde están enterrados Miguel Ángel, Galileo...
Lo primero que llama la atención tras atravesar las puertas es la gran cantidad de losas que hay repartidas por el suelo de la basílica, aunque las tumbas más importantes se encuentran en los laterales de la nave. Muchas de las figuras clave de la historia de Italia (y de la Humanidad) descansan eternamente en este templo, como Miguel Ángel, Galileo Galilei, Nicholas Maquiavelo o Gioacchino Rossini, entre otros. Todos y cada uno de los monumentos funerarios son auténticas obras de arte.
También hay un sepulcro de Dante Alighieri, pero está vacío: los restos del autor de la Divina Comedia se encuentran en Rávena, donde se exilió tras ser expulsado de Florencia. Además, en la Basílica de la Santa Croce hay mucho más que ver que las tumbas, ya que el templo cuenta con impresionantes capillas y con un fantástico claustro. Por ello, no puedes dejar de incluirlo en el itinerario del viaje por la capital de la Toscana: la entrada cuesta solo 8 euros.
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La iglesia de Florencia donde puedes visitar las tumbas de Miguel Ángel, Galileo y Maquiavelo
La cantidad de sepulturas históricas en este templo de la capital de la Toscana solo es comparable a la Abadía de Westminster en Londres. El artífice de la Capilla Sixtina o el padre de la física astronomía descansan allí.
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