Bartholome_Bartell
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En la Edad Media , cuando se abatían sobre los pueblos calamidades era habitual achacarlas a «castigos divinos» provocados «por los pecados de la sociedad». Quien se atrevía a disentir públicamente o rechazar esta conclusión era tachado de hereje o seguidor del diablo, con las consecuencias que ello conllevaba. Me viene esto a la mente cuando en estos días terribles en España por los daños de las riadas, principalmente en Valencia , hay quienes desde diferentes medios y redes lo han atribuido directamente al cambio climático y, por supuesto, tachando de «negacionistas» a quienes difieran de esa opinión única. Y ya sabemos que quienes desde su «superioridad moral» etiquetan a alguien de «negacionista», practican luego con él la «cultura de la cancelación».Sabemos que aquellas desgracias medievales tenían muchas causas naturales, Dios no castiga y lo del «castigo divino» era una forma humana de ejercer el poder. Hoy, artículos y estudios con sentido común nos han recordado que la DANA es un fenómeno cíclico en Valencia por su configuración geográfica y que no tiene que ver con el cambio climático. Así, nos han explicado el conocido como 'fenómeno meteorológico de Santa Irene', porque en torno al 20 de octubre, día de esta santa portuguesa, se suelen producir en Valencia lluvias torrenciales y riadas, como en el caso extremo de 1982 con la destrucción de la presa de Tous . También se ha analizado que el problema no ha sido tanto la cantidad de precipitaciones como la falta de limpieza y mantenimiento de cauces secos, llenos de cañas y arbustos, que hicieron de diques y, al romperse, dieron una fuerza incontenible al agua. Sumemos a eso construcciones en zonas ilegales y fallos humanos en la gestión de las avenidas.El elemental cuidado y respeto del medio ambiente, la concienciación social en su protección, porque no tenemos otro donde vivir, no debe confundirse con el 'ambientalismo apocalíptico' que odia la economía de mercado y el crecimiento y es una de las características de la cultura woke . Ese universo ideológico que ignora los problemas reales del ciudadano y le impone unos supuestos valores que son mero sectarismo político, no deja de ser un 'neocomunismo' . Para este, el medio ambiente es un «nuevo proletariado» y lo mismo que en su día invocaban la defensa del obrero para tomar el poder y luego lo abandonaban, usan ahora mensajes aterradores sobre el clima como una forma de control social… paradójicamente habiendo sido la URSS la mayor 'ecocida' de la historia. Por cierto, que la cultura woke se ha llevado un fuerte varapalo con la incontestable victoria de Trump . Cultura y formación frente a la manipulación y medias verdades, para evitar que la historia se repita, primero como tragedia y luego como farsa, sin olvidar que esta puede ser más terrorífica que la tragedia original.
Juan José Primo Jurado: La historia se repite
Evitar que la historia se repita, primero como tragedia y luego como farsa, sin olvidar que esta puede ser más terrorífica que la tragedia original
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