Cordia_Klocko
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El empresario Isak Andic, fundador de la marca Mango, falleció hace unos días a los 71 años tras precipitarse a un vacío en las cuevas del Salnitre, ubicadas en Collbató, Barcelona.
Deja tras de sí una fortuna que la revista Forbes estimaba en unos 1.800 millones de euros, la quinta mayor de nuestro país. Pero Andic no solo poseía bienes empresariales y dinero, también una buena colección de cosas de lujo que coleccionaba.
En primer lugar, poseía inmuebles de valor millonario, como algunos de los que ocupan sus tiendas por todo el mundo, incluidas algunas de las calles más caras del mundo, como la de la Quinta Avenida de Nueva York.
Además, poseía varias viviendas y uno de los sitios en los que más le gustaba estar: el velero Nirvana Formentera, de 30 millones de euros. Se trata de un barco tipo queche de 53 metros de eslora, construido por Vitters en 2007, sin reparar en lujo y tecnología. Con capacidad para diez pasajeros, tenía un coste de mantenimiento cercano a los 3 millones de euros anuales.
Por mar, pero Andic también podía moverse por el aire, gracias a su jet privado con capacidad para 15 pasajeros. Se trata de un Global Express, modelo fabricado por Bombardier, capaz de volar hasta 11.000 kilómetros sin escalas y cuyo precio puede variar entre los 45 y los 70 millones de euros, dependiendo de los extras.
Por tierra, el empresario de Mango podía moverse con cualquiera de sus coches de lujo, entre los que destacan los Porche, por los que tenía especial predilección y de los que atesoraba varios modelos clásicos, como el Porsche 959, el Porsche 911 Carrera RS 2.7, el Porsche 356 A Carrera y el Porsche Carrera GT.
Isak Andic residía en una mansión en Esplugues de Llobregat, una vivienda con tres plantas y una parcela de 4.500 metros cuadrados en una exclusiva urbanización. Que se supiera, tenía residencias también en Ibiza y el valle de Arán.
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