qcrooks
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Galicia es la perfecta combinación entre lo moderno y lo antiguo, entre lo clásico y lo vanguardista. Así se puede ver en el skyline de sus ciudades, que están llena de construcciones de todo tipo. La Catedral de Santiago, la Torre de Hércules o el Faro de Finisterre han definido la identidad de la comunidad. Pero también lo han hecho otras edificaciones más actuales, como el edificio Viacambre o el puente del Milenium en Ourense, el puente de Rande en Vigo o La Torre Hercón en A Coruña.
La ordenación municipal es clave para el desarrollo de un lugar. A veces, esto provoca que muchos proyectos, que podían haber cambiado la silueta de una ciudad, no lleguen a materializarse. Es por ello que existe una 'Galicia imaginada', con sueños arquitectónicos que prometían redefinir la ordenación del territorio o aportar un toque vanguardista. Sin embargo, se han quedado en el papel por diversas razones: económicas, políticas o técnicas, principalmente.
El 'hermano' del puente de Rande y un metro en Vigo
La ciudad de Vigo siempre está en constante modernización. Sus calles han cambiado en la última década hasta tal punto que se han llenado de escaleras mecánicas y ascensores, así como nuevos edificios, como Vialia, el nuevo centro comercial que acoge también la estación intermodal. Sin embargo, algunos proyectos no han podido llevarse a cabo. Es el caso de un segundo puente sobre la ría de Vigo. El puente de Rande es una de las obras más emblemáticas de Galicia. Inaugurado a comienzos de la década de los 80, conecta la ciudad olívica con el municipio de Redondela.
La idea de José Manuel Fernández Alvariño, que en 2005 era el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, era construir un segundo puente que, en este caso, conectase Vigo con Cangas. El objetivo era que esta nueva estructura facilitase el tráfico entre los puertos de ambas orillas de la ría. No obstante, el proyecto se encontró con algunas dificultades, como su largo —algo más de tres kilómetros—, su impacto ambiental y su coste.
Otro gran proyecto que podría haber cambiado la movilidad en la ciudad de Vigo era una red de metro que conectase el centro de la ciudad. En 2004, se empezó a estudiar la posibilidad de crear un metro ligero o subterráneo con un total de 15 paradas. El recorrido pasaría por Montero Ríos, Areal, Isaac Peral, Concello, Gran Vía, Plaza de América o Camelias, entre otras. Se llevaron a cabo diferentes estudios a lo largo de los años para ver su viabilidad. La Xunta propuso crear un tranvía, pero Vigo rechazó esta idea y el proyecto quedó parado.
Un parque de atracciones y otros proyectos en A Coruña
A Coruña también se ha quedado sin muchos grandes proyectos, que no terminaron de ver la luz por diferentes problemas. Uno de ellos es el parque de atracciones que se iba a instalar en el monte de Santa Margarita. Los coruñeses podrían haber disfrutado de montañas rusas, un planetario y una torre de 100 metros con un restaurante giratorio, que se iba a inaugurar en la década de los 70. Sin embargo, se desechó la idea y se optó por abrir la actual Casa de las Ciencias.
Hubo otras muchas obras en la ciudad que nunca pasaron del papel. Una de ellas fue la remodelación del estadio de Riazor. El antiguo presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, tenía una ambición: darle al equipo y a la afición un campo de fútbol de otro nivel. Para ello, el neoyorkino Peter Eisenman diseñó un estadio con una capacidad para 36.000 personas y con unas instalaciones que incluían un hotel, restaurantes y aparcamiento con 3.600 plazas.
A Coruña, además, estaría mucho mejor conectada con Ferrol gracias a un puente, que nunca llegó a construirse. La Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos propuso a principios del siglo XXI crear tres puentes que permitiesen una vía directa entre la ría de A Coruña, Ares y Ferrol. Sin embargo, nunca llegó ni siquiera a plantearse formalmente esta idea, que se nombró como 'Puente Era 2000' y reduciría las distancias entre ambas ciudades.
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