Emilio_Zboncak
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La rebaja fiscal de la electricidad llega a su fin -por completo- después de tres años y medio. La factura de la luz recupera todos los impuestos en 2025 y, a partir del 1 de enero, se acaba la modulación del IVA en función del precio medio mensual de la electricidad en el mercado mayorista: vuelve al 21% de manera permanente. El Gobierno, con motivo de la crisis energética, rebajó el IVA de la luz en junio de 2021 al 10% y posteriormente, desde el 1 de julio de 2022 hasta finales de 2023, lo recortó al 5%.
Por su parte, al llegar 2024, hubo una subida y se aplicó el 10%. No obstante, si el precio medio del mercado eléctrico del mes anterior a la realización de la lectura del consumo se sitúa por debajo de los 45 euros/MWh, el IVA a la electricidad se ve incrementado hasta el 21%, independientemente de que los consumidores tengan contratado su suministro a precio fijo o indexado al mercado diario. Esta medida no sentó bien a los clientes que tenían contratada una tarifa en el mercado libre con precio fijo. Desde el sector denunciaron que a los clientes que tienen un contrato a precio fijo para evitar la volatilidad de precios se les trasmitía así el efecto contrario en forma de impuestos, "de un mercado que no les afecta". Calificaron la medida de "impredecible" y con reglas complejas de entender, afectando, en su opinión, a las facturas de todos los consumidores.
Ahora resurge el debate sobre si se debe bajar o no la fiscalidad a la luz entendiéndolo como un bien básico, como reclaman desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), y con el fin de aceleraR el proceso de electrificación. Fuentes del sector energético señalan que no tiene sentido que la electricidad siga soportando un IVA del 21%. Países como Portugal o Bélgica ya aplican uno reducido.
Impuesto especial y a la generación
Por su parte, el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) comenzó en el 0,5% en 2023, pero pasó al 2,5% en el primer trimestre de 2024, al 3,8% durante el segundo trimestre y, desde julio de este año está en su tipo habitual del 5,11%. Es un impuesto ‘ad valorem’ (según el valor del combustible) y se utiliza para introducir un componente de tiempo de uso. Cubre principalmente subsidios para energías renovables y compensaciones para los territorios no insulares. Además, en España también existe el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) del 7%. Fue suspendido en 2021 y ha regresado este año por tramos: tipo del 3,5% hasta marzo, del 5,25% hasta junio y el habitual 7% desde julio.
Este se carga sobre los generadores, sin embargo, las empresas lo acaban trasladando al consumidor final y, por tanto, a la factura de la luz. Según los cálculos del sector, acabar con el gravamen provocaría una rebaja en la factura de alrededor del 3,5%. Las patronales han pedido al Ministerio para la Transición Ecológica acabar con él alegando que el impuesto a la generación de electricidad de España es único en Europa, encareciendo la luz nacional frente a la del resto del Viejo Continente. "Reponer el impuesto del 7% solo provocaría un incremento del precio de electricidad en el mercado, que lastraría la competitividad de las empresas españolas y encarecería el acceso a la electricidad para los consumidores domésticos", argumentan las fuentes consultadas.
¿Cómo quedan la rebaja del bono social?
De su lado, los descuentos extra del bono social desaparecerán totalmente en 2025, aunque se seguirán reduciendo de manera parcial. Actualmente, los consumidores vulnerables obtienen un descuento en sus facturas de un 57,5% y los consumidores vulnerables severos de un 72,5%. A partir de 2025, los descuentos quedan de la siguiente manera: de enero a marzo del 50% para vulnerables y del 65% para vulnerables severos; de abril a junio del 42,5% para vulnerables y del 57,5% para vulnerables severos; y desde julio del 35% para vulnerables y del 50% para vulnerables severos con carácter indefinido. Según el Gobierno, esto supone un refuerzo del nivel de protección habitual previo al estallido de la crisis energética, situado en el 25% para los primeros y en el 40% para los segundos.
Como ha publicado este medio, los hogares acogidos al bono social eléctrico continúan al alza. Los beneficiarios aumentarán hasta los casi 1,8 millones en 2025, lo que supone un incremento del 6,7% en comparación con el año actual y un 18% frente a 2023. Los datos han sido publicados en un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en base a los datos facilitados por las las comercializadoras de referencia de la luz (COR). En concreto, del total de puntos de suministro con derecho a la ayuda el año que viene, hay 833.753 clientes vulnerables y 925.590 que son vulnerables severos.
El regulador prevé que el coste de financiación del bono social sea de 284,8 millones de euros para el curso que viene. Las condiciones para solicitar la ayuda son: tener contratada la tarifa regulada de la luz (el PVPC), contar con una potencia eléctrica contratada igual o inferior a 10 kW y cumplir con los requisitos económicos marcados por el IPREM. El bono social solo se puede solicitar para la vivienda habitual de la familia, no para segundas residencias.
Los consumidores vulnerables pueden solicitarlo en las oficinas (cuando éstas existan), por teléfono, por fax, a través de la dirección de correo electrónico o por correo postal a alguna de las comercializadoras de referencia. Además, pueden ser beneficiarios del bono social térmico todos los consumidores que estén acogidos al bono social de la electricidad a 31 de diciembre del año anterior. Para recibir esta ayuda no es necesario realizar ninguna solicitud. Es una ayuda directa -con cargo a los Presupuestos Generales del Estado- para financiar parte de las necesidades de calefacción, agua caliente y/o cocina. Fue puesta en marcha por el Ejecutivo en octubre de 2018 con el objetivo de paliar la pobreza energética.
La factura de la luz recupera todos los impuestos en 2025… y el descuento del bono social también cambia
La modulación del IVA en función del precio medio mensual de la electricidad en el mercado mayorista se acaba y desde enero vuelve al 21% de manera permanente. La rebaja fiscal llega a su fin después de tres años y medio.
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