La evacuación de Sánchez en Paiporta: «Presidente, ¡nos vamos!»

dflatley

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La tragedia de Valencia dejó al descubierto desde el primer minuto la ineficacia de las administraciones central y autonómica en un momento crítico, cuando más de 200 personas habían perdido la vida y cientos de miles más sufrían las consecuencias de la DANA . En los cuatro días posteriores a la riada, mientras todavía se producen rescates en viviendas, los vecinos de los pueblos afectados cuando se encuentran por la calle se hacen la misma pregunta entre ellos: «¿Estáis todos vivos?». La percepción de los ciudadanos de que nadie les había avisado de lo que podía ocurrir y de que luego se les abandonaba a su suerte, dio lugar a una severa indignación de los damnificados, sin distinción de ideología ni creencias, que aún continúa. Ese era el caldo de cultivo cuando se produjo la visita de los Reyes, Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. En esas circunstancias lo extraño era que la chispa no hubiese prendido. Los Reyes deciden visitar la zonaConmovidos por la magnitud de la tragedia, y ya conscientes de que la indignación ciudadana había prendido, Don Felipe y Doña Letizia deciden, el mismo miércoles (al día siguiente de la riada) visitar la zona. Saben que tienen que esperar unos días a que la situación esté algo controlada para no entorpecer los trabajos de rescate y limpeza, pero no hay vuelta atrás en su decisión. En cuanto fuese factible -el horizonte del fin de semana lo era-, viajarían a la zona, no para ver a las autoridades, o no sólo para eso; dieron instrucciones claras a sus equipos de Seguridad, Protocolo y Comunicación de que querían ir al epicentro del desastre y tener contacto directo con los damnificados para trasladarles sin intermediarios su apoyo. Desde el Palacio de la Zarzuela comienzan de inmediato a trabajar en ese escenario.Primera visita de SánchezEl presidente del Gobierno regresaba de un viaje a la India en el momento de la tragedia. Nada más aterrizar el miércoles en la base aérea de Torrejón se reúne en el Palacio de la Moncloa con su gabinete de crisis y sobre la marcha decide viajar a Valencia al día siguiente. Los servicios de seguridad le advierten de que era inviable su visita a las zonas afectadas porque la tensión social allí es tal que se da por seguro que habría graves incidentes. Pedro Sánchez lo entiende y su presencia en la Comunidad Valenciana se reduce a una reunión en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) en la que está acompañado por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. El viaje acaba sin un solo incidente.Noticia Relacionada estandar No Miles de personas salen a la calle en Andalucía «por una vivienda digna» ABC Andalucía Se han registrado manifestaciones multitudinarias en Málaga, Sevilla, Cádiz, Tarifa o La Línea de la ConcepciónEl presidente se une a la visita de los ReyesDon Felipe informa al jefe del Ejecutivo de que su viaje y el de Doña Letizia a Valencia se hará el domingo. Sánchez, ya sin consultar sobre aspectos relacionados con su seguridad, decide sumarse y la presencia de Mazón, como primera autoridad de la Comunidad Valenciana, es también inevitable. El jefe del Servicio de Seguridad de la Casa del Rey, el General de Brigada, Miguel Ángel Herraiz, es quien se hace cargo de diseñar el dispositivo, en coordinación con Presidencia del Gobierno y la Generalitat. Por protocolo, son el de la más alta autoridad que participa en un evento el que tiene que liderar este trabajo. Entre el miércoles y el viernes se desplazan a Valencia agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional que trabajan en la Casa del Rey como escoltas de la Familia Real. El despliegue está condicionado desde el primer momento por el deseo de los Reyes de acercarse a los ciudadanos, oír de forma directa sus quejas y mostrarles su apoyo total en esos momentos. Todos son conscientes de que la presencia con ellos de Sánchez y Mazón, los dos políticos a los que los ciudadanos responsabilizan del desastre, multiplica las posibilidades de que haya protestas. Miembros del equipo de Seguridad de Zarzuela se trasladan a Paiporta y a Chiva para diseñar el operativo sobre el terreno -vías de entrada a la población, de escape, número de agentes a desplegar...- e intercambian información y opiniones con los equipos de Moncloa y la Generalitat. También con la Guardia Civil, al estar esas poblaciones dentro de su demarcación. Después de las informaciones recabadas en estos días previos, el equipo de Comunicación de Zarzuela informa el sábado de que los Reyes viajarán al día siguiente a la zona afectada, pero no dan detalles sobre los pueblos a los que acudirán por dos motivos: porque desde la Casa del Rey no quieren que la visita se centre en la cobertura informativa y porque la seguridad de los propios periodistas se puede ver comprometida si se dan esos datos. Primera decisión Los Reyes dieron instrucciones desde el principio de que en su visita querían contacto directo con los afectadosPrimer avisoA primera hora de la mañana del domingo ya hay desplegados un buen número de agentes en Paiporta y Chiva. Las noticias que llegan a los responsables de la seguridad desde el primero de los pueblos no son alentadoras, porque se detectan a individuos con mochilas cargadas con piedras. También se identifica a algunos que pertenecen a grupos ultra, que llevan días en la zona ayudando en los trabajos de limpieza, y así se transmite. Tampoco ayuda un bulo difundido por redes sociales la tarde del sábado según el cual una larga caravana de coches policiales, que se veía en un vídeo, era la comitiva de seguridad de los Reyes, que siempre llevan un equipo de seguridad muy discreto. El ambiente está muy cargado, pero se confía en que su presencia, al no tener responsabilidad alguna en lo sucedido y mantener un alto nivel de aceptación social, no es que vaya a evitar las protestas, pero sí al menos puede ayudar a que no se desborden los acontecimientos. En todo caso, la tensión entre los responsables del despliegue crece, porque saben que lo peor que puede ocurrir es que haya que intervenir de forma contundente contra unos ciudadanos que lo han perdido todo. A esas alturas, además, la suspensión de la visita no es una opción porque no solo los valencianos, sino el conjunto de los españoles, consideran inexcusable la presencia en la 'zona cero' de Don Felipe y Doña Letizia.Llega la comitivaA las 11:30 la comitiva llega al Puesto de Mando Avanzado de Paiporta. Los Reyes y los presidentes central y autonómico permanecen allí una hora y media, tiempo suficiente para que se corra la voz por el pueblo y se pueda preparar el 'recibimiento'. Para cuando está a punto de llegar la comitiva, el equipo de Seguridad de Zarzuela ya ha detectado en la calle principal del pueblo -por donde llegarán los Reyes, Sánchez y Mazón poco después- a unos jóvenes que llevan unos cubos de plástico llenos de agua y, en el interior, piedras y ladrillos partidos por la mitad. Otros vecinos se aceran con grandes escobas. Aumenta la rabia entre los ciudadanos y aprecian que la agitación cada vez es mayor. Minutos después, el director Adjunto Operativo de la Guardia Civil, teniente general Manuel Llamas, abre la puerta del automóvil de Don Felipe y Doña Letizia. En cuanto Sánchez y Mazón bajan del coche la indignación se desborda. Les llaman «¡asesinos!», les gritan que se marchen del pueblo, hay lanzamientos de piedras, ladrillos y barro... La situación se agrava en pocos segundos y el jefe del Ejecutivo, con su cápsula de seguridad, se queda unos pasos por detrás de los Reyes y el presidente de la Generalitat. La gente se intenta acercar a Sánchez, continúa la caída de objetos y, siguiendo los procolos establecidos, el jefe de su escolta decide que hay que salir de inmediato de allí porque ya no se puede garantizar al cien por cien su integridad física. «Presidente, ¡nos vamos!», le comunica a Sánchez justo cuando están a la altura de la primera de las vías de evacuación previstas. No puede negarse porque él no es responsable de su seguridad. En el trayecto hasta los coches sigue el hostigamiento. Los agentes de Moncloa despliegan el maletín de seguridad, algo inédito hasta ese momento en España. El responsable de la cápsula recibe un palazo en la espalda, pero entre todos logran que el jefe del Ejecutivo salga indemne. Suben a los coches; el de la escolta es golpeado con saña, pierde la luna trasera y alguien con un pico le abre un enorme boquete en la carrocería; el del presidente sufre la rotura de una de las ventanillas pequeñas, triangular, y abolladuras. Hay un tercer vehículo de esa comitiva con daños. No es momento de hacer detenciones. Su primer destino, como estaba previsto para un caso como ese, es el Puesto de Mando Avanzado. Allí espera acontecimientos.Tres coches de la comitiva de Sánchez sufrieron daños EFELos Reyes siguen adelanteDon Felipe y Doña Letizia siguen adelante. Mazón se mueve a rebufo de los Reyes. El equipo de Seguridad de Zarzuela demuestra una enorme templanza; protege a los Reyes, pero sólo hacen movimientos de contención, nunca agresivos. El Rey ordena replegar los paragüas para poder acercarse a los vecinos de Paiporta. Habla con ellos mientras los escoltas le protegen e improvisan vías de evacuación en cada punto al que se dirige. La Reina, después de retirarse el barro que le ha caido en la cara nada más llegar, se va hacia el otro extremo de la calle para poder hablar con las víctimas y consolarlas. El jefe del Estado manda sobre su propio equipo de escoltas y la orden es clara desde el principio: no hay retirada posible porque los Reyes se quedan para hablar con los paiportinos y acompañarles en su dolor, aún poniendo en riesgo su integridad física y la de sus equipos. Reunión en el Centro de Mando AvanzadoTras la accidentada visita a Paiporta las autoridades se reúnen a las 14:15 horas en el Puesto de Mando Avanzado, donde se ha refugiado Sánchez. Hay caras largas por lo que se acaba de vivir en Paiporta. La gran duda es si continuar adelante con el programa previsto o darlo por finalizado en ese momento. Los servicios de seguridad aconsejan lo segundo, entre otras razones porque lo sucedido un rato antes está en todos los medios de comunicación. En todo caso se prefiere esperar a tener toda la información antes de tomar la decisión definitiva.Protocolo El dispositivo de seguridad lo diseña Zarzuela, en coordinación con Moncloa y la GeneralitatSe cancela la visita a ChivaPoco antes de las tres de la tarde se toma la decisión de cancelar la visita. Hay varios argumentos de peso para ello. En primer lugar, la presencia de las autoridades podría interpretarse por algunos como una provocación tras lo sucedido en Paiporta. Además, las noticias que llegan desde Chiva es que los ánimos están muy alterados y que sin ninguna duda los incidentes de Paiporta se iban a reproducir en cuanto los Reyes, Sánchez y Mazón pusieran un pie allí. Les esperaban con todo. «Lo de menos son los palos y las piedras», explica una fuente conocedora del operativo a ABC. Hay gente «dispuesta a hacer daño de verdad». Otro aspecto, más técnico, obliga a renunciar a seguir adelante. La zona que iban a recorrer las autoridades era una ratonera, con vías de evacuación muy deficientes, lo que aumentaba el riesgo de forma exponencial. Los Reyes entienden los argumentos, aunque no pueden disimular su frustración porque su deseo era poder llevar la cercanía de la Jefatura del Estado a los que más estaban sufriendo. Ya en ese momento comunican su decisión de volver a la Comunidad Valenciana en cuanto sea posible y su presencia no provoque un problema de seguridad. Evaluación del dispositivoCada vez que se monta un dispositivo de seguridad, de esta naturaleza o de otra, se hace una evalucación de cómo han transcurrido los acontecimientos para aprender de ello. En este caso se coincide en que la presencia de Sánchez y Mazón aumentó la indignación ciudadana de forma exponencial y se coincide en que si los Reyes hubiesen ido solos no se hubieran evitado las protestas, pero sí los graves incidentes. En cuanto a las cápsulas de seguridad de Zarzuela y Moncloa la opinión generalizada es que funcionaron de forma extraordinaria. En el primer caso ayudó el impecable temple de Don Felipe, Doña Letizia y su escolta, que se limitaron a contener a los ciudadanos sin emplear la violencia, aun a costa de sufrir ellos mismos las consecuencias. Incluso pudieron mantener, como era deseo de los Reyes, conversaciones con algunos damnificados y conmoverse con ellos. En el de Moncloa hay coincidencia también en que se tomó la mejor decisión, en el momento preciso, de sacar a Sánchez de allí. Mantenerlo en la zona más tiempo era correr un riesgo inasumible para su integridad física.

 

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