Caterina_Hayes
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Buscando más madera para invertir en un momento retador para captar fondos tras el ajuste vivido 'post-Covid'. La gestora de capital riesgo española Adara Ventures se lanza a levantar un nuevo vehículo para invertir en startups de IA o ciberseguridad. La firma fija un objetivo en su folleto aprobado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de 100 millones, aunque se plantea repetir una cuantía similar al tercero de la familia que sumó 80 millones. Busca hacer un primer cierre a lo largo del próximo ejercicio.
La fórmula es muy similar a ese tercer fondo de la familia de la gestora comandada por Nicolás Goulet y Alberto Gómez. Preservarán en torno al 50% del capital destinado para compañías fuera de las fronteras españolas y la otra mitad para los proyectos locales. Y se centrarán en fases muy iniciales (principalmente semilla). Las inyecciones aportadas por la firma, que persigue liderar esa primera ronda, estarían entre el medio millón y los 2 millones.
En el documento presentado ante el regulador, y consultado por La Información, se plantea un tamaño objetivo de 100 millones y con un techo (conocido en el argot como 'hard cap') de 150 millones. Ese objetivo superaría los 79 millones de Adara Ventures III, que ya ha completado prácticamente el periodo de inversión y que ya ha concluido el periodo de inversión. Esa cifra levantada entre 2019 y 2020 es el objetivo real que se marcan en un periodo de extrema dificultad para captar entre inversores corporativos y financieros.
Tampoco cambia en la tesis de inversión el tipo de compañía. Adara ha estado centrada siempre en compañías de 'deep tech', es decir, que cuenten con un grado significativo de ingeniería e innovación de productos. Según queda reflejado en la documentación entregada a la CNMV, se centrarán en segmentos como el análisis de datos, la inteligencia artificial (IA) o la ciberseguridad.
Uno de los factores determinantes en esta etapa de dificultad para levantar nuevos fondos por las gestoras es la falta de liquidez. La startup como activo es, por naturaleza, ilíquido pues el capital riesgo necesita en la mayoría de los casos más de un lustro para madurar la inversión y hacer efectiva la salida y la rentabilización. Pero la clave reside en que durante los dos últimos años las ventas de compañías se han secado de manera importante, tanto en España como en el resto de grandes mercados europeos y en EEUU. Y esto ha llevado a los grandes inversores institucionales y corporaciones a ser algo más reacias a invertir, según coinciden en señalar varias fuentes del mercado.
En el caso de Adara, ha podido llevar a cabo un reparto muy relevante de su segundo fondo con la venta parcial de su participación en la startup de tecnología publicitaria Seedtag tras la entrada con una posición mayoritaria del fondo de 'private equity' Advent. En ese 'cash out' parcial logró sumar más de 45 millones de euros (aún sigue manteniendo un 6,9% de una compañía con una valoración de 550 millones), apuntándose una plusvalía muy relevante pues supera con creces los casi 40 millones de capital comprometido para ese vehículo.
Precisamente en ese segundo fondo, con un cierre definitivo en 2014 y en el que aún están vivas la propia Seedtag y otras inversiones como Stratio o Countercraft, ya ha devuelto prácticamente 76 millones (casi 2 veces lo invertido). En este vehículo también estaba PlayGiga que fue vendida en 2019 a Facebook por prácticamente 75 millones de dólares con importantes plusvalías para la gestora. En el fondo tercero contaba a cierre del pasado año prácticamente una veintena de compañías activas (con peso significativo de Beonprice, Quibim y CyberGuru), sin exits relevantes, aunque es ahora cuando se deben producir tras haber sobrepasado el periodo de inversión.
El fondo con Redeia
Junto a estos tres primeros, Adara también cuenta en la gestora con un fondo en el que Redeia (antigua Red Eléctrica) a través de su programa Elewitt como inversor ancla y que suma en torno a 120 millones de euros, como apuntaron ambas partes el pasado mes de septiembre. De esa cifra, un total de 35 millones provenían del Fondo Europeo de Inversiones (FEI). Además de la firma cotizada española también hay otros inversores como el Grupo Dunas, filial del Grupo Energía Bogotá. Es el primer vehículo puramente temático de la gestora, pues se centrará en tecnologías sostenibles y de descarbonización.
En el año 2024 se esperaba que la inversión en startups despertara tras el fuerte ajuste vivido a lo largo de 2022 y 2023 -tras el festín que se produjo en 2021- Aún no se ha vivido ese rebote. A falta de los números cerrados del año de la patronal del capital riesgo, que se conocerán a principios de 2025, el reciente informe de la gestora europea Atomico señala que España vive un cierto estancamiento al prever que se cerrará el ejercicio con los mismos 1.600 millones de dólares de 2023. La propia Adara aseguraba en el informe de su tercer fondo que la captación de capital por las compañías se mantuvo "retador" mientras los mercados "continúan corrigiendo hacia un nuevo equilibrio". Esperaban una reapertura de los mismos para quienes demuestren "mejores 'unit economics'".
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