Kamren_Jaskolski
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2024 se recordará por haber puesto a la inteligencia artificial en la mente de casi todos. Animada por la popularización del uso de la generativa con el 'boom' de ChatGPT, la realidad es que la IA 'tradicional' lleva muchos años utilizándose dentro de las empresas españolas, como una herramienta para ganar productividad o aportar rentabilidad al negocio, y que ya es crítica para poder competir a nivel global.
Ya sea generativa o tradicional, todos los sectores empresariales -distribución, turismo, minorista, banca, seguros, logística, automoción, comunicación...- la utilizan en departamentos y proyectos concretos (casos de uso en el argot), como quedó patente hace pocos días en el AI Directors Congress, que reunió a directivos responsables del área en compañías, como InLoyalty & TravelClub, AxiCom, Ikea, Decathlon, Boeing, Acciona, Decoexsa, Prosegur Cash, Santa Lucía Seguros, Lefebvre, Attindas, Gestamp, Aegon, Tokiota, Berocam, Nfq Advisory o SDG.
Además, el AI Directors Congress premió a Elena Alfaro, Head of Global AI Adoption de BBVA, Ángel Niño, Concejal de Innovación y Emprendimiento en el Ayuntamiento de Madrid, y al equipo de Gradiant en las categorías de carrera profesional (AI-Network Award), divulgador (AI- Influencer) y proyecto (Best Project Award) por su desempeño en el campo de la IA española.
El congreso, impulsado por AI-Network, la Asociación Profesional de Inteligencia Artificial y Datos en España, que está organizada como un 'hub' de networking y reflexión de profesionales, e integrada por directivos inmersos en la inteligencia artificial española, se encuentra -como la IA- en pleno crecimiento.
Su presidente, Tomás Martínez Buero, puso en marcha el 'network' hace cinco años, apoyado en un grupo de profesionales y amigos y hoy ya cuenta con 300 directivos responsables de proyectos de IA y 4.000 participantes. La red está organizada en varios subgrupos, como AI Directors, AI Comm o IA en femenino y áreas, como AI Carees, enfocada al empleo. Uno de sus proyectos en el horizonte es configurar un posible 'AI Ventures', que pudiera actuar como plataforma para apoyar a startups especializadas en inteligencia artificial. En conclusión, una red cada vez amplia, que crece con mucha rapidez. "Hace nada éramos sólo 125", reconoce su presidente.
"Nuestra misión es acelerar el uso de la inteligencia artificial en las empresas"
Esta red profesional tiene su embrión en una inquietud personal. "Pensé, qué es lo que hago después de haber tenido una carrera profesional bastante intensa para poder contribuir algo a la sociedad. Al final optas por confluir lo que a ti te gusta, lo que tú sabes... y teniendo en cuenta que estamos en un punto de inflexión para la sociedad y para la humanidad con el tema de inteligencia artificial realmente, pues vimos que podíamos contribuir con una misión y esa misión es acelerar el uso de artificial en las empresas", apunta Martínez Buero.
En el tejido empresarial español existen varias velocidades con la utilización de la IA, pero oportunidades para todos, y Tomás Martínez Buero recomienda mirar más allá de la típica distinción entre grandes empresas y pymes. "Es como si fueran dos mundos separados, pero no". "No están separados porque entre medias están las medianas empresas, que es un universo importante", señala, y que también está apostando por la innovación tecnológica de manera activa.
Reconoce, sin embargo, que la escala es relevante para poder afrontar proyectos de innovación y que las grandes empresas y las medianas cuentan con la ventaja de poder acceder a profesionales directamente envueltos en el desarrollo de proyectos, como los CIO (Chief Information Officer) o los CDO (Chief Data Officer), aunque la IA es una oportunidad para todas las empresas y negocios y el tamaño no debe ser una excusa para dejarla pasar. Hay que buscar que sea útil y refuerce el negocio.
"A las pequeñas compañías les ayuda a hacer las cosas de manera más productiva. Se tienen que apoyar en las herramientas que están disponibles y el empresario o la empresaria debe molestarse en estar formado", señala. El universo de la gran empresa es otro escalón. Pueden contratar consultoras, probar nuevas aplicaciones, establecer objetivos de rentabilidad... pero también es una exigencia para poder mantenerse en la primera línea de la competitividad. "Si me voy quedando atrás comparado con otras empresas, entonces desaparezco", valora.
Una carrera en la que la empresa española está muy bien posicionada, aunque Europa y España se hayan quedado fuera de las últimas grandes revoluciones tecnológicas, como la que ha propiciado el nacimiento de gigantes del 'cloud computing', como Amazon Web Services, Azure (Microsoft) o Google cloud (Alphabet).
"Muchos sectores españoles que no tienen que ver con la tecnología la están utilizando, lo que les permite ser los mejores y competir a nivel global. Esa tecnología hace que puedan ser competitivos de verdad y pueden ir a cualquier país", señala. Y la IA en muchos casos ya está integrada en dicha estrategia y ofrece ventajas competitivas a las compañías para continuar expandiéndose mundialmente.
No obstante, Martínez cree que para poder mirar de tú a tú a los gigantes del otro lado del Atlántico, Europa debe adoptar una estrategia común y ser capaz de construir rompiendo las fronteras individuales de los estados, que en solitario son muy pequeños frente a Estados Unidos o China. Materia prima existe. "Los ingenieros españoles no tienen nada que envidiarles a los estadounidenses", apunta y además la inteligencia artificial cuenta con capacidad de absorción de muchos otros profesionales y de creación de nuevos puestos de alta cualificación, como la consultoría. "Un ecosistema económico con peso de la consultoría dará la oportunidad de crear más proyectos y de que las empresas españolas y europeas sean más potentes", avanza.
La universidad que necesita la Inteligencia Artificial
La rapidez de la revolución de la IA no sólo abre nichos de negocio y capacidad de mejora de rentabilidad y productividad empresarial, sino que también crea oportunidades laborales, lo que demanda en paralelo una actualización más rápida del sistema educativo. "Los niños no nacen tecnólogos", afirma Martínez Buero. "Creo que hay que formarse en finanzas y en tecnología. El tejido de la sociedad actualmente es tecnología y economía ", insiste. La formación universitaria en este aspecto juega un papel clave para el presidente de AI-Network, que opina que es necesario romper la diferencia entre 'letras y ciencias" e incluir formación común crítica para ambos.
"Igual que todos los universitarios deben saber escribir bien, cualquiera debería saber entender estadísticas y ser capaz de programar algo. La IA lo que necesita son personas con la cabeza bien amueblada, que tengan capacidad de aprendizaje, que sepan inglés, comunicar y cómo funciona una empresa. A partir de ahí están preparados para ir aprendiendo. Hay poca gente que tenga visión holística de las empresas; de la tecnología; de cómo aplicarlo", asevera Martínez Buero.
Este enfoque, más centrado en las 'soft skills' y la persona, es un reto para los departamentos de recursos humanos, porque les fuerza a reenfocar los procesos de selección de profesionales con otra perspectiva, no solo centrada en la experiencia técnica o el conocimiento formativo, que puede descartar buenos candidatos porque incumplan algún requisito. "He contratado mucha gente que no tenía experiencia en temas de inteligencia artificial, pero, sin embargo, contaba con una experiencia humana y de trabajo por haber resuelto problemas muy complejos", explica.
El otro pilar fundamental es la red y la marca personal. Los trabajos pueden ser efímeros, pero las personas quedan, y en el segmento de la Inteligencia Artificial AI-Network es una escaparate muy potente de interrelación profesional. "Miembros de la asociación han encontrado trabajo o han tenido ofertas muy buenas gracias a estar expuestos y participar en las reuniones de directores", señala Tomás Martínez Buero.
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