cara57
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La ciudad de Roma es probablemente el lugar del mundo donde se aúna una mayor cantidad de maravillas. La larga historia de la capital de Italia hace que en ella puedas encontrar joyas de tal magnitud como el Coliseo, el Panteón, la Fontana di Trevi o la Basílica de San Pedro en el Vaticano, lo que hace que muchos sueñen con ir desde España para conocer todos los tesoros de 'La Ciudad Eterna'. Eso sí, la magnífica urbe es tan colosal que tiene multitud de lugares desconocidos que son igual de sublimes.
Una de esas joyas escondidas de Roma se encuentra precisamente a apenas 500 metros del Panteón, y se trata de uno de los templos con mayor importancia de toda la ciudad. La Iglesia del Gesù (en español la Iglesia de Jesús) es una auténtica maravilla del siglo XVI que además de ser el epicentro de la Orden de los Jesuitas, también es el lugar donde descansan los restos de San Ignacio de Loyola, pero también oculta un secreto detrás de un lienzo.
La Iglesia del Gesú, el tesoro escondido de Roma
La iglesia fue mandada construir a mediados del siglo XVI por San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, pero el proyecto pasó por diversas manos (incluidas las de Miguel Ángel) antes de que se finalizase en 1584. Se trata de la primera iglesia jesuita, y su fachada barroca ha servido de inspiración a numerosos templos alrededor de todo el mundo. Una vez se cruzan sus puertas, lo que espera dentro a los visitantes es una absoluta belleza que les deja boquiabiertos.
Su única nave central está flanqueada por espléndidas capillas, y sus techos abovedados están decorados con el espectacular fresco de El Triunfo del Nombre de Jesús, obra de Giovan Battista Gaulli. Además, toda la iglesia está ornamentada con espectaculares ornamentaciones de mármol y oro que la hacen incluso más extraordinaria. Eso sí, la joya de la corona se encuentra en uno de los laterales del templo, donde los visitantes pueden contemplar un auténtico espectáculo.
La Capilla de San Ignacio y su máquina barroca
Justo a la izquierda del crucero abovedado de la Iglesia del Gesù se encuentra la Capilla de San Ignacio, donde descansan los restos del fundador de los jesuitas. El magnífico altar cuenta con todo lujo de decoraciones, incluido un lienzo atribuido a Andrea Pozzo (artífice de todo el conjunto dedicado al santo) en el que se muestra a Jesucristo resucitado. Pero pocos se pueden imaginar que hay algo que se esconde detrás de dicha maravilla pictórica.
El altar cuenta con una conocida como 'máquina barroca', un mecanismo de poleas y palancas que hace desaparecer el lienzo para dejar al descubierto una extraordinaria estatua de San Ignacio de Loyola realizada en bronce, lo que deja totalmente ojipláticos a quienes llegan al templo (se realiza a las 17:30 en invierno y a las 18:00 en verano, como explica @viajeroextranjero en su vídeo publicado en TikTok).
Durante este espectáculo casi teatral, se explica la historia de San Ignacio de Loyola mientras se realiza un juego de luces acompañado de música. Sin duda, la Iglesia del Gesù es uno de los secretos mejor guardados que tiene Roma, y al estar a solo unos pasos de otra de las maravillas de la ciudad como es el Panteón, debe ser una parada imprescindible si visitas la capital de Italia.
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