La desaparición del fango

Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
37
fango-kb0C-U709904575BaG-758x531@diario_abc.jpg

No sé si lo han notado, pero desde que una dana arrasó Valencia ya nadie habla de la máquina del fango, al menos en el Gobierno . El borrado ha sido repentino, como un accidente o un sábado por la noche. Me imagino a los asesores de comunicación del Presidente leyendo cada noticia de Paiporta con un tic nervioso en el párpado izquierdo, y luego borrando pizarras, reescribiendo discursos, triturando cientos de folios en los que justificaban la grandeza de su nuevo hallazgo, encontrando en una novela casi olvidada de Umberto Eco: de pronto tenían una imagen para aglutinar el Mal, desde la mentira a la crítica, pasando por los gazapos, los deslices, las denuncias y las investigaciones judiciales y periodísticas; todo eso, iluminado por el nuevo sintagma, era suciedad, y España necesitaba un equipo de limpieza. Por eso Sánchez escribió fango hasta cuatro veces en su carta a la ciudadanía. Claro que entonces no contaban con la meteorología, que vino a poner al hombre, otra vez, en su lugar: se puede jugar con las palabras, pero no tanto con la realidad. El fango volvió a ser fango y España no tenía lo que necesitaba.Noticia Relacionada Editorial opinion No El acta del fango de La Moncloa Editorial ABC El instructor de la Sala Segunda del Tribunal Supremo tendría que extender la investigación a Óscar López, aforado como ministro, y a quien fuera su jefa de gabineteEl martes, en otra nueva pirueta legislativa, Bolaños compareció ante los medios para presentar la reforma de la ley del derecho de rectificación. Y como la DANA aún colea como noticia, y más como tragedia, tuvo que concatenar en su discurso varios sinónimos de mentira que no lo son tanto para producir una masa viscosa similar al fango: «Queremos promover y facilitar el derecho a la rectificación de los ciudadanos de este país cuando se vean afectados por una información que sea falsa, que sea inexacta, que sea un bulo, que sea, en definitiva, una mentira». También alumbró un nuevo significado para la palabra bulero (no es lo mismo la bula que el bulo, aunque él se otorga ambos poderes), y recordó que esto forma parte del plan de regeneración democrática, otro invento que nos confirma que hay que sospechar de la democracia cuando esta se utiliza como adjetivo. La nueva legislación, por cierto, permite exigir una rectificación no solo a medios de comunicación, sino también a usuarios de redes sociales de «especial relevancia», un estatus que han cifrado en los cien mil seguidores en una plataforma o los doscientos mil en el conjunto de todas. Es una gran noticia: esto incluye al presidente del Gobierno.

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba