La cuenta pendiente de Saúl

Joelle_Welch

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Hace más de 12 años, un joven llamado Saúl Ñíguez Esclápez , de sólo 17, hacía acto de presencia en un partido europeo del Atlético de Madrid frente al Besiktas en el Vicente Calderón . Llevaba Simeone apenas unos meses en el banquillo rojiblanco. Fue una aparición fugaz, de sólo unos minutos, pero supuso para jugador y entrenador, en la Europa League, sus primer título con el club de sus vidas. Una relación de amor que pasó por momentos maravillosos y que no ha terminado de la mejor manera, con el centrocampista ilicitano buscando refugio en el Sánchez-Pizjuán , alejándose del Metropolitano lo más posible. Necesitaba cambiar de aires, no seguir siendo un hombre segunda fila para el entrenador que lo encumbró y lo convirtió en estrella. «Es indispensable estar donde te quieren», recitaba Saúl en su presentación con el Sevilla. No está resentido con el Atlético exactamente, sino con cómo se ha gestionado el final de su etapa como rojiblanco y la propia salida este verano, que también tuvo cierto suspense.No era la primera vez que el Atlético le enseñaba la puerta de salida . En la 2021-22 tuvo que hacer las maletas a un destino un poco más alejado como Stamford Bridge. Tampoco tuvo el protagonismo de años atrás en el Calderón, pero se embolsó una Copa Intercontinental. Otro título más. Le dio tiempo a regresar, después de firmar una renovación en 2017 de nueve años. Aún está ese contrato vigente, lo que le ha permitido llegar a su nuevo destino por medio de una cesión. Víctor Orta , por medio de su amistad con Aarón, hermano de Saúl, consiguió un préstamo tras discutirse una rescisión de contrato , en la que no estuvo de acuerdo finalmente Gil Marín. No quería regalar a su jugador a un club como el andaluz, aunque ya no sea rival. El Sevilla paga bastante menos de la mitad de su salario. Puede prolongar la cesión de formar unilateral hasta que su contrato ya termine con el Atlético, pero ahí los madrileños ya no contribuirán.También deberá decidir el Sevilla si le merece la pena continuar con Saúl en su plantilla. Sólo por su implicación cuando ha estado fuera por lesión, un grave rotura muscular, el club está dispuesto a ello. Esta negociación llegará el próximo verano, cuando el Sevilla vea cómo se presenta su futuro económico. Mientras, el zurdo ilicitano parece haber despertado otra vez su sonrisa . Necesitaba el cariño que no encontraba en casa. Ha llegado a un equipo necesitado de referentes y hombres con espíritu. Saúl lo ha entendido con sólo cinco partidos. Una pequeña pincelada de lo que puede y debe ofrecerle a García Pimienta, el entrenador por el que firmó en Nervión. La idea de uno no puede realizarse con autenticidad sin el otro. Se necesitan.Saúl regresó, tras dos meses lesionado , en el duelo contra Osasuna (también jugó 45 minutos en la Copa) y a los pocos minutos dio una asistencia , su primera acción de valor gol como sevillista. García Pimienta lo ha estado mimando. También ha mirado el calendario y sabía que en un partido como el del Metropolitano tenía un sentido emocional imprescindible para su jugador, más aún después de la primera lesión importante de su carrera. Han coincidido las fechas para que un Saúl sin el peso y el miedo por una recaída salga a la hierba que tan bien conoce a dar su mejor versión. Sin miedo y con una cuenta pendiente: demostrar que le quedaba fútbol como centrocampista para seguir siendo un hombre de peso.Una época inolvidableSaúl considera a Simeone su padre deportivo . Sus nueve años defendiendo la camiseta del Atlético así lo indican. Bajó sus minutos a más de la mitad en las dos últimas temporadas, donde era la quinta opción en la medular o un parche para otras posiciones. Ley del fútbol. Él pensaba que aún podía seguir peleando por algo más, hasta que comprendió que con el argentino en el banquillo ya no podría revertir la situación, por mucho que el propio Simeone dijese de él que «siempre ha mantenido el espíritu de trabajar». Con eso ya no le valía para ser titular. «Lo único negativo era el no jugar en mi posición, me veía estancado en una posición que no era la mía en la que no podía demostrar lo que valía», decía Saúl años atrás cuando comenzó el divorcio con su mentor.Porque más tiempo atrás incluso pasaron unos años inolvidables. Saúl ha estado en uno de los mejores equipos que ha visto, tanto el Calderón, como el Metropolitano, en su historia, siendo campeón de Liga y quedándose con la miel en los labios dos veces en Champions. Su gol ante el Bayern en la 2015-16 aún es recordado , después de una jugada individual y disparo al palo largo de película. Sus éxitos como colchonero son numerosos y repleto de imágenes y recuerdos: una Liga, una Copa del Rey, dos Europa League, una Supercopa de Europa y otra de España. Todo ello regado con 48 goles y 26 asistencias. El recibimientoNo ha tenido nunca una palabra contra el Atlético o su afición, por lo que Saúl espera un agradable recibimiento y que no se le haga un nudo en la garganta cuando pise el Metropolitano con otra camiseta. Pese a que su salida fuese por la puerta de atrás, el aficionado rojiblanco le reconoce como uno de los ídolos del mejor Atlético de Simeone. Esa sensación de tener a su entrenador en el banquillo visitante, no obstante, ya la vivió Saúl cuando era todavía un joven que se abría camino en la élite. Estuvo cedido en el Rayo Vallecano en la 13-14 y pisó el coliseo de los atléticos con otro escudo. El 5-0 quedó en anécdota. Simeone lo tenía en el radar para el año siguiente. No le haría pasar más por ese mal trago de jugar contra los suyos.Hasta el duelo contra el Sevilla. Será el momento de pasar por casa. Con más canas y experiencia en la mochila que la primera vez. Y, posiblemente, no será la última. Las cuentas pendientes quedarán enterradas cuando todos se den la mano . Saúl será seguidor del Atlético durante el resto de su vida. Ahora se debe a otro club en situación parecida al Atlético cuando él debutase hace más de 12 años. La vida son ciclos y Saúl ha optado por salir de su zona de confort para demostrar a los que dejaron de creer en él, incluso empezando por su propia persona, que le queda aún cuerda para rato. Acaba de cumplir 30 años. Va de la mano de Jesús Navas . Defiende otro sentimiento con la misma pasión. De rojo y también de blanco.

 

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