akertzmann
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Este 13 de diciembre llega a cines Kraven the Hunter, luego de varios retrasos. Originalmente la íbamos a haber visto en el verano de 2023, pero Sony decidió aplazarla y ahora le va a tocar suceder en carteleras a Venom: El último baile, anterior film perteneciente al Universo de Spider-Man de Sony y final de la trilogía protagonizada por Tom Hardy.
Venom: El último baile ha demostrado que el simbionte sigue teniendo pegada en taquilla: más allá de esas críticas que han sido tan desdeñosas como siempre, lleva recaudados ahora mismo 472 millones de dólares. Pero Sony apenas tiene esperanzas en Kraven the Hunter.
No hay más que fijarse en las salas que ha reservado para proyectarla en EEUU: mientras que la tercera entrega de Venom ha ocupado 4.000 pantallas, Kraven the Hunter solo se quedará en 3.000, una inaudita reducción del 25% que se une a un curioso episodio descrito por The Wrap a la hora de sentenciar el fracaso anunciado del film que protagoniza Aaron Taylor-Johnson y dirige J.C. Chandor.
Hace pocos meses se celebró la Comic-Con Experience en Brasil, donde hubo un panel sorpresa de Sony Pictures dedicado a Kraven the Hunter. Pero no aparecieron estrellas ni apenas fans. El panel quedó semivacío, envuelto en una sensación de desidia.
El mismo medio recoge ahora que Kraven the Hunter va a suponer el final del Universo de Spider-Man de Sony. Se conoce con este nombre (Sony Spider-Man Universe) a la franquicia de películas que Sony Pictures ha levantado a la sombra del Universo Cinematográfico de Marvel, dedicado a personajes secundarios de las historietas de Spider-Man sin que el trepamuros aparezca propiamente.
Es un planteamiento estrafalario, posibilitado por los derechos del personaje que la major lleva décadas poseyendo, pero que no empezó nada mal: en 2018 la primera Venom ganó 856 millones de dólares.
Luego en 2021, en plena pandemia, Venom: Habrá matanza ganó 500 millones, confirmando la trilogía de Hardy como un éxito tras otro. ¿Por qué se va a clausurar el SSU entonces? Porque todo más allá del simbionte ha sido un fracaso, y una vez que además el personaje se ha despedido en sus películas no hay ruta que recorrer.
En 2022 Morbius con Jared Leto solo ganó 167 millones de dólares, haciendo aún más humillante su recorrido cuando se popularizó un meme sobre el film (It’s Morbin’ Time) y Sony creyó que sería suficiente para llegar a nuevo público con un reestreno. No lo fue. Volvió a hundirse.
Se veía venir
Más tarde, este mismo año y también envuelta en memes alrededor de Dakota Johnson, Madame Web ha sido otro fracaso: apenas ha alcanzado los 100 millones de dólares en taquilla. Sony se ha dejado un dineral en películas que no han dado beneficios, y que además han recibido burlas constantemente por su pobre calidad, incluso su desconcertante origen. Nunca nadie le ha visto sentido a que estas películas de villanos de Spider-Man no cuenten con la presencia de Spider-Man.
“El mayor problema de los spin-offs de Spider-Man de Sony parece ser la falta de control de calidad”, revela una fuente cercana al estudio. “Las películas simplemente no son buenas. A veces esa falta de calidad se encuentra con una película que nadie pidió, como fue el caso de Madame Web, y ese es un escenario sin salida. Puede que sea hora de que Sony empiece a cultivar IP diferentes para lanzar nuevas franquicias”.
Una vez damos por concluido el SSU, parece claro que Venom solo triunfó gracias al carisma de Hardy, y que más allá de eso nunca hubo un enfoque unitario más allá de la picaresca a la hora de exprimir licencias.
Esta misma picaresca explica que alrededor de las películas finalmente estrenadas se diera luz verde a proyectos como El Muerto que protagonizaría Bad Bunny o Hypno Hustler con Donald Glover: más allá de que Bunny ya se desentendió de El Muerto hace tiempo, no es probable que ninguno de estos films se materialice.
Así que la prioridad va a pasar a ser ceñirse a Spider-Man, de ahí que Sony esté inmersa en la serie Spider-Noir con Nicolas Cage y en la secuela de Cruzando el multiverso: Beyond the Spider-Verse continuando esa saga de películas animadas que sí han encandilado a crítica y público.
El camino del trepamuros
Luego, claro, está Spider-Man 4: esa coproducción de Sony con Marvel Studios que volverá a protagonizar Tom Holland y tiene previsto su estreno para el 24 de julio de 2026. Porque ahí ha estado siempre el sentido de la porción de Marvel que posee Sony, y que de hecho le hizo liderar la batalla superheroica en los años 2000 con las películas de Sam Raimi. Incluso los posteriores films de Andrew Garfield no lo hicieron mal, pero fue precisamente en 2014, con The Amazing Spider-Man 2, cuando pudo empezar a torcerse todo.
El plan de Sony con esta secuela era impulsar el crossover de los Seis Siniestros (la alianza de los principales enemigos de Spider-Man), pero los ingresos de la película no convencieron y allanaron el camino para que dos años después Sony le cediera el personaje de Spider-Man con el rostro de Tom Holland a Marvel Studios, y este pudiera aparecer a partir de Capitán América: Civil War. Fue la decisión acertada porque Sony ha ganado mucho dinero desde entonces, pero esto no evitó una inquietud por ganar aún más que condujo, en fin, al SSU.
Estas películas nacieron de la codicia de no limitarse a una asociación con Marvel Studios que tenía muy satisfecho a todo el mundo. Ha llevado a escenarios tan rocambolescos como Sony haciendo lo posible por enlazar sus películas propias con el Spider-Man de Holland (el Michael Keaton de Spider-Man: Homecoming apareciendo en la poscréditos de Morbius, Hardy asegurando hasta el final que su personaje y Peter Parker se encontrarían algún día), y también a algún pulso que otro.
En 2019, tras Spider-Man: Lejos de casa, Sony rompió el trato con Marvel Studios y quiso sacar a Tom Holland del MCU para que protagonizara una película de su única autoría, desgajada del resto de superhéroes. El rechazo popular fue atronador, e incluso Holland hizo presión en las negociaciones entre Sony y Disney para que esto no sucediera. Como sabemos al final Holland se quedó en el MCU, y luego Spider-Man: No Way Home fue un bombazo en taquilla. La clave, en efecto, siempre ha estado en Spider-Man, y será en lo que se centre Sony a partir de ahora.
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