La compra de Jaén

[Anahi_Hagenes]

El sistema feudal socialista en Andalucía llevó al partido, después de casi cuatro décadas de hegemonía, a la más humillante inanidad política. Pero el sanchismo todavía no se ha enterado de que las consecuencias de aquel clientelismo devastaron al PSOE. Los ERE fueron sólo el estallido final del ocaso, el paradigma de una maquinaria diseñada para dominar a los andaluces a través de los aparatos del poder. La compra de voluntades fue una filosofía que se naturalizó en ayuntamientos, diputaciones y órganos autonómicos como método esencial para conservar los sillones de mando. Pero cuando el caso de los ERE retiró las cortinas y dejó a la vista la tramoya, Andalucía se sonrojó de tal forma que va a tardar mucho tiempo en salir de esa vergüenza clientelar, sectaria y antiprogresista. No debemos olvidar que el entramado se sustentaba en la idea macabra del auxilio administrativo, es decir, del subvencionismo. Por eso es tan sorprendente la artimaña del Gobierno de Sánchez, después de una caída electoral tan lamentable en Andalucía que no se puede amortiguar ni con los tejemanejes del Constitucional para aliviar la sentencia condenatoria de expresidentes y exconsejeros, para comprar la Alcaldía de Jaén. Va a ser difícil que después de una jugada tan burda los jiennenses perdonen al PSOE. El Santo Reino acumuló una roncha de 600 millones de euros tras una gestión nauseabunda en el territorio de Gaspar Zarrías, virrey andaluz en tiempos de Chaves. El PP logró la Alcaldía en 2023 gracias a un pacto con un partido local formado exclusivamente para reclamar más atención administrativa en la provincia. Y ahora ese conglomerado, llamado curiosamente 'Jaén merece más', se abraza al PSOE gracias a la decisión de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de una quita de deuda. Es decir, el sanchismo ha usado su poder estatal para poner precio a la dignidad de Jaén y 'comprar' la Alcaldía con nuestro dinero, que ellos mismos habían despilfarrado antes. Se han autoperdonado. Y claro que Jaén merece más, muchísimo más que un grupo de mercachifles capaces de hacer un trato de feriantes con una ministra que pone el interés general por detrás del particular. La compra de Jaén es un coletazo del feudalismo socialista andaluz. Una cacicada legal. El cobro del diezmo en sus cortijos a conveniencia. Si de verdad Jaén merecía este indulto, lo honrado habría sido concedérselo a cambio de nada. Porque ahora el PSOE no podrá escapar de la sospecha. Que este trueque lo haya ejecutado la andaluza Montero es, además, doblemente escandaloso porque indica que la gestión socialista en Andalucía se está haciendo desde Ferraz en el mejor de los casos y desde La Moncloa en el peor. Espadas está eliminado. Y pensará Sánchez que en Jaén comienza la reconquista, pero se equivoca. La compra de voluntades funcionó hasta que Andalucía se miró al espejo y decidió salir del servilismo y la dominación. La victoria en la batalla de Jaén es el comienzo de la derrota en la guerra de España. Porque el sanchismo se fundamenta en el error de que somos todos tontos.

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