Los paisajes y pueblos de Suiza son famosos mundialmente por su belleza natural, pudiendo encontrar pequeñas villas vigiladas por las cumbres de imponentes montañas. El territorio del país limita en gran parte con Italia, dando lugar a enclaves mágicos donde se mezclan ambas culturas.
Uno de esos destinos de fantasía es Lugano, una ciudad ubicada en el cantón de Ticino, famoso por su estilo de vida mediterráneo y por ser el único cantón suizo en el que se habla italiano. Su situación junto a un gran lago homónimo la convierte en una localidad perfecta para una escapada de conexión con la naturaleza.
Lugano, un trozo de Italia en territorio suizo
El paisaje de Lugano se caracteriza por el Monte Generoso, una imponente montaña de unos 1.700 metros de altura, el pico más alto de la zona. Este enclave cuenta con dos grandes teleféricos que permiten a los viajeros alcanzar la cima del Monte San Salvatore y el Monte Brè, de los cuales parten numerosas rutas de senderismo. También hay un tercero que asciende hasta la cumbre de Serpiano desde la que llegar hasta el Monte San Giorgio, nombrado Patrimonio Natural Mundial de la UNESCO.
Pero esta ciudad no es todo montañas y lagos, Lugano cambia el verde de la naturaleza que lo rodea por un precioso casco antiguo con tiendas locales y restaurantes. Pasear por sus calles empedradas con soportales de más de 250 metros de largo es una experiencia que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida.
Los parques como el Parco Ciani son perfectos para descansar después de una caminata y disfrutar de un dulce típico de Suiza. Este espacio natural de 63.000 metros cuadrados está dividido en dos partes. Una de ellas rodea la Villa Ciani y cuenta con un gran jardín italiano y otro inglés en los que se mezcla la flora de distintos países creando un enclave único. La segunda parte llega hasta el río Cassarate y debido a su gran cantidad de árboles tiene un ambiente más salvaje.
Otro de los enclaves principales es la Piazza della Riforma, donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, que se construyó en 1842 y que visitan cientos de personas al año para admirar su belleza. Las coloridas fachadas y preciosos edificios históricos son ideales para sentarse a tomar un café en alguno de sus bares y admirar la belleza que los caracteriza.
Tampoco puedes perderte Vía Nassa, la calle principal de Lugano en la que se ubican gran parte de los comercios y restaurantes de la ciudad, además de las principales tiendas de marcas de lujo, joyería y, como no podía ser de otra forma, relojes. En este lugar mitad suizo mitad italiano encontrarás un paraíso que debes descubrir recorriendo sus encantadoras calles y disfrutando de la belleza de su paraje natural.
Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo.
Cargando…
www.20minutos.es