La basura acumulada provoca una plaga de ratas en viviendas y calles de Vallecas

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Siempre han estado pero nunca como ahora. Los vecinos de Puente de Vallecas denuncian la presencia de ratas en sus calles, desde antes de este verano. Los residentes del barrio de Numancia que viven entre la M-30 y la avenida de Peña Prieta no están tranquilos en su zona y tampoco en sus casas. Llevan meses viviendo con miedo a encontrarse alguna rata en sus viviendas, como ya ha pasado en alguna ocasión. La situación, lejos de mejorar, se mantiene igual que hace dos meses. Vecinos siguen encontrando a estos animales en sus terrazas y hogares. Las ratas, aparentemente cómodas en su entorno, siguen paseándose por las terrazas y colándose en los hogares. Aunque los vecinos colocan cebos para intentar acabar con ellas, estos son devorados o desaparecen sin que la población de roedores disminuya.En verano la Asociación Vecinal Doña Carlota-Numancia ya denunció el descuido de la zona y la aparición y multiplicación de roedores, pero por el momento no se han visto cambios importantes por parte del ayuntamiento.Noticia Relacionada estandar No Más del 60% de los españoles cree que los madrileños vivirán en pisos de 40 metros cuadrados en 2050 A. O. Los habitantes de la región, que alcanzará los 10 millones de personas a mediados de siglo, residirán en micropisos, según una encuesta Metroscopia para el Foro Periodismo 2030 y la Fundación AXAUno de los focos de la proliferación de estas alimañas es la acumulación de madrigueras en varias zonas específicas. Entre ellas destacan las áreas verdes que separan la M-30 de la calle paralela, Pastora Carlota, espacios descuidados que ofrecen un refugio ideal para los roedores.Luz María, una vecina, relató su experiencia más reciente: «Hace poco encontré una rata en mi salón, y no fue la única vez. También las he visto en mi terraza. Tenemos pánico de que aniden en nuestras viviendas, aprovechando cualquier rincón o que se cuelen en nuestras casas de nuevo». Uno de los principales puntos problemáticos es una zona «vallada ilegalmente» dentro del parque municipal, que sigue sin ser limpiada. De esta área se apropió un particular que reside en la calle de Santa Amalia, quien arrancó plantas y levantó una valla inicialmente para luego añadir una puerta. «El encargado de la cuadrilla de limpieza del parque me comentó que tienen órdenes explícitas de no acceder a ese rincón hasta que no retiren completamente la valla. Mientras tanto, no pueden desbrozar, limpiar ni restaurar la vegetación destrozada», explica la vecina.El cuidado de la zonaAdemás, el solar colindante al parque, en un estado de abandono, es señalado como el origen principal de la plaga según el control de plagas del ayuntamiento. Este espacio, de propiedad privada, ha sido utilizado como depósito ilegal de coches y anteriormente fue el foco de colmenas de avispas que obligaron a talar varios árboles. Actualmente, alberga túneles de ratas que atraviesan el muro y bordean edificios hasta llegar al rincón del parque desde donde los roedores trepan hacia las viviendas.Sin la intervención de la Junta Municipal de Distrito para requerir al propietario que tome medidas, el problema persiste. «El solar está en un estado deplorable y, según nos dijeron, hasta que no se actúe sobre él, no se puede hacer nada efectivo contra las ratas», lamenta la vecina. La basura acumulada en las calles y el deficiente mantenimiento urbano se suman a este panorama. Javier del Moral, presidente de la asociación, señala: «Esta zona es un barrio antiguo, obrero, donde el ayuntamiento apenas presta atención. Los camiones de basura pasan cada dos o tres días, mientras que en otras zonas limítrofes pasan todos los días».En un paseo por las calles afectadas, se hace evidente la presencia de residuos de todo tipo: plásticos, madera, colchones abandonados, latas e incluso comida. Esto, según los vecinos, se ha convertido en un foco de atracción para las ratas, que encuentran alimento y refugio fácilmente.Acumulación de basura en la calle Francisco Iglesias en Numancia ABCOtro problema que agrava la situación son los vecinos que dan de comer a las palomas. «Hay personas que tiran pan y otros restos para alimentarlas, y eso acaba atrayendo a las ratas también», comenta Javier. Pese a que la ordenanza municipal prohíbe alimentar a las aves en la vía pública, los vecinos afirman que no han visto patrullas de la Policía Municipal sancionando estas prácticas, aunque les aseguraron que habría vigilancia.La asociación vecinal insiste en que no se trata de una cuestión nueva, pero lamentan la falta de medidas eficaces por parte del ayuntamiento. «Lo único que pedimos es que se cuide esta zona igual que se cuidan otras», concluye Javier del Moral.Labores de prevenciónEl Ayuntamiento de Madrid, a través del Departamento de Control de Vectores de Madrid Salud, asegura estar actuando sobre el problema. Según informan a ABC, se han intensificado los tratamientos en la zona de Peña Prieta y alrededores, y se ha requerido al propietario de un solar privado señalado como foco principal de la plaga para que tome medidas. Además, técnicos municipales han visitado el área y se han reunido con varios vecinos para evaluar la situación. Según sus conclusiones, la incidencia ha remitido parcialmente, pero aseguran que se mantendrán vigilantes.madrid_dia_0703El ayuntamiento subraya el esfuerzo realizado en el control de plagas, duplicando la partida presupuestaria destinada a este fin en el último contrato, pasando de 1,2 a más de 2 millones de euros. Además, explican que se desarrollan planes de prevención y se realizan intervenciones tanto en espacios públicos como en infraestructuras y canalizaciones. Ante casos localizados como este, aseguran llevar a cabo refuerzos de limpieza y tratamientos específicos que se repiten si es necesario.Madrid Salud también incide en que uno de los principales factores de riesgo es la alimentación inadecuada que se realiza en la zona, con personas que alimentan a palomas y otros animales. Desde el ayuntamiento afirman estar interviniendo para terminar con estas prácticas, que son un foco de atracción para los roedores.

 

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