Linda_Fisher
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Este martes, Ni que fuéramos ha comenzado su emisión de una forma de lo más peculiar. Dos de sus colaboradores, Kiko Hernández y Lydia Lozano, han sorprendido al público al aparecer caracterizados como Rick Blaine e Ilsa Lund, personajes interpretados por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en la película Casablanca para conmemorar el 82.º aniversario de su estreno.
Hernández y Lozano, vestidos con elegantes gabardinas y sombreros que recordaban el glamour de los años 40, y en un plató ambientado como una réplica de la icónica cafetería de la película y decorado con fotografías de varias celebridades, han dado inicio a la emisión metiéndose en la piel de Blaine y Lund mientras presentaban los temas del día.
Desde el principio, la química entre ambos ha quedado patente, con Hernández comenzando la conversación al más puro estilo melodramático: "Isabel Pantoja está hecha polvo, pero hecha polvo, desde que su hija dio su entrevista". Rápidamente, Lozano le ha devuelto la pelota: "Pero eso no lo contabas anoche".
Entre bromas y alusiones al largometraje, Lozano se ha referido con entusiasmo a las fotografías de los reyes de España tomadas por Annie Leibovitz: "Bogart, ¿has visto las fotos que ha hecho la mejor fotógrafa del mundo, Annie Leibovitz, de la reina y del rey de España?". Hernández, con tono intrigante, no ha dudado en contestar: "Están espectaculares, pero lo que no entiendo es qué hacen en este café Kiko Matamoros y Marta López Álamo".
Ha sido entonces cuando la periodista ha preguntado alarmada: "¿Pero por qué? ¿Por qué, Bogart, están aquí? ¿Ya no se quieren? ¿Hay crisis?". Kiko, enigmático, ha cerrado la incógnita con una frase que prometía respuestas más tarde: "No lo vas a entender, Lydia, pero te aseguro que a lo largo de la tarde sí lo vas a entender. También te digo una cosa: lo que no ha quedado aquí en Casablanca, lo va a unir Egipto".
La charla ha continuado entre risas y comentarios sobre la actualidad, como el supuesto nuevo romance de Rosalía, pero la guinda del pastel ha llegado con un toque de nostalgia televisiva. Hernández, haciendo un guiño a su pasado en Sálvame, ha declarado: "Bergman, piensa que todo lo que quedó en Sálvame, siempre nos quedará en Ni que fuéramos Shhhh". La secuencia ha culminado con un beso en la mejilla que, tras la insistencia de María Patiño, ha acabado siendo en los labios.
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