Julián, eres un pringao

[bwilkinson]

Ya habrán visto el anuncio de la lotería de Navidad y conocerán a Julián, ese representante de la España vaciada. Ya sabrán que no tiene con quién compartir un décimo. Fue a la ciudad en autobús y confesó ante la cámara de una reportera que no podía compartir la lotería porque estaba solo. Eso desató una ola de solidaridad de gente que le prometía compartir su boleto. Julián, ajeno a su fama, comprobó el día del sorteo que todos los agraciados le ofrecían también parte del premio. Julián, en el plano final, solloza en su casa en compañía de su perro.Qué quieres que te diga Julián. Esta vez los guionistas se han pasado, porque un décimo se comparte pero un premio no. No te creas del anuncio la mitad. Además, ¿Quién ha dicho que a ti te falte el dinero? A ti lo que te falta es compañía. A ti te falta un pueblo con sus gentes, sus empresas y servicios, que tenga vida. Y ese es tu cuento de Navidad. Ni siquiera quien más gana en el sorteo, que es el Estado, va a compartir contigo nada. Si acaso perderás el servicio de autobús al ser deficitario y ya tu pueblo no estará en el mapa. No vas a tener más noticias que de Hacienda y del banco, si éste no anula la comunicación por carta para ahorrarse la molestia y ser 'eco friendly'. Si tu pueblo fuera de Granada, al menos te podrían dar ese cheque que promete la Diputación de mil euros por niño nacido en zonas despobladas. Ese es el nivel de las propuestas estructurales para fijar la población. Pero nadie te ha prometido ir a vivir contigo, nadie es capaz de secundar tu apuesta por el territorio. Te digo como dijo Álvaro Pombo de Cervantes: «Julián, eres un pringado» (aquí es pringao), porque no has ganado ni un premio y además eres el Quijote de un lugar de cuyo nombre nadie quiere acordarse. Eres también un valiente, un hombre de principios que necesita poco para vivir, íntegro, humilde y callado, como tantos españoles de esa España que se esfuma sin que les toque un día la lotería de los presupuestos. Ya nada de eso cotiza al alza. Y además no tienes móvil. Todo lo más una tele analógica y una radio de amplitud modulada. Por eso te has ahorrado todo el circo que se ha montado a tu costa en las redes sociales. No te fíes Julián. Oye, que ayudar es bueno y tiende a multiplicarse, pero otra cosa es el exhibicionismo. Mira lo que ha pasado en Valencia, en medio de la riada de solidaridad se cuelan los que roban a las víctimas y los que harán caja con la ayuda. Tu anuncio me parece una antesala de lo que va a ocurrir allí. Lo mismo que ocurrió en La Palma con las víctimas del volcán. Porque esos arrebatos solidarios, eso de 'el pueblo salva al pueblo', tiene caducidad. Luego queda la soledad, esa en la que vives tú y tu perro. Y eso no hay lotería que te la quite. Ni falta que te hace, mi querido pringao, millonario sin premio.

Juan J. Borrero: Julián, eres un pringao

Esta vez los guionistas se han pasado, porque un décimo se comparte pero un premio no

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