Beth_Purdy
New member
- Registrado
- 27 Sep 2024
- Mensajes
- 43
En estos tiempos que corren se buscan titulares grandilocuentes para elevar todo lo que sucede en el presente como lo más importante que ha ocurrido en la historia. De cualquier rama de la vida. No hace falta que sea fútbol. El más rápido, el más fuerte, el máximo exponente, el que destaca sobre todos en el día de hoy acapara los más gruesos epítetos como ejercicio hiperbólico que no tiene en cuenta el respeto que hay que brindarle a todo tiempo anterior. Sin embargo, la exageración no tiene cabida cuando se cataloga a Jesús Navas . Sino que puede hasta quedarse corta. El debate está ampliamente superado en este sentido. Cierto es que hay ya sólo un puñado que puedan contar hogaño que vieron jugar a cualquiera de los dos Campanal, Busto, Juan Arza, Valero, Araujo o Achucarro, y más los que disfrutaron de Enrique Lora, Paco Gallego, Curro Sanjosé, Antonio Álvarez, Pablo Blanco, Enrique Montero, Francisco, Ramón, Manolo Jiménez, Rafa Paz, Davor Suker o Toni Polster; y hablamos de la época contemporánea con Kanouté, Palop o Daniel Alves. Símbolos por diferentes motivos son Berruezo, Biri Biri, Maradona o Puerta. Pero por encima de todos ellos, valga la comparación que valga, sobrevuela un menudo joven de 39 años de Los Palacios y Villafranca que responde por el nombre de Jesús Navas González, el hijo de Paco y Aurora, el marido de Alejandra, el papá de Jesús y Romeo, leyenda del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y referencia en el fútbol mundial, que cuelga unas botas desgastadas por el uso y que han ayudado a escribir una de las carreras más bonitas de este deporte.El paso de los años suele dibujar la dimensión de las hazañas y de sus protagonistas pero en el caso de Jesús Navas él mismo ha podido disfrutar de la gloria que ha brindado su amigo el césped, su jardín, hasta el último minuto en el que lo ha sobrevolado, reconocido allá donde va en este ciclo de retirada triunfal. Da igual que fuera en su casa del Sánchez-Pizjuán como en San Mamés, Benito Villamarín, Montjuïc o Santiago Bernabéu. No hay jugador en el Sevilla Fútbol Club que haya levantado más títulos puesto que sus brazos alzaron ocho, ahí es nada y a ver quién se atreve a perseguir estas cifras: las Copas de la UEFA de 2005-06 y 2006-07, las Europa League de 2019-20 y 2022-23, las Copas del Rey de 2006-07 y 2009-10, la Supercopa de Europa de 2006-07 y la Supercopa de España 2007-08. Además, en su hoja de servicio están 705 encuentros oficiales con el Sevilla, 38 goles, 119 asistencias, 54.075 minutos... Es decir, Navas ha estado 37 días consecutivos jugando en el Sevilla . Sin parar, con sus días y sus noches. Sin darle descanso a ese motor de vida que para él ha sido ser y pertenecer al Sevilla Fútbol Club. De tal forma que su nombre y apellidos se vinculan ya de forma eterna a su figura. Aquel dorsal 31 que saltó a la pradera de Montjuïc de la mano de un visioniario de la cantera como Joaquín Caparrós, que tomó el dorsal 15 en cuanto se hizo hueco formal en el primer equipo, que pasó al 7 como su número natural y preferido por posición y características y que volvió de Manchester como dueño del simbólico 16 de su amigo Antonio Puerta es una leyenda que acentúa su catalogación mientras nuestros ojos veían cómo ampliaba méritos en el presente sin acordarnos de que en nada todo se convierte en pasado y nostalgia.Nadie jugó ni ganó más derbis que Jesús Navas , ningún futbolista del Sevilla FC ha sido tantas veces internacional con España perteneciendo al club (43), nadie marcó siendo tan veterano, nadie se puso la camiseta del equipo nacional con esa edad tan avanzada, fue el jugador más joven en alcanzar los cien partidos en Primera división, ninguno ha ganado tantos trofeos en Nervión como él, no hay ningún jugador español que haya celebrado más trofeos con el combinado de todos (campeón del mundo, doble de Europa, de la Nations League)... Es el único jugador del Sevilla que se ha proclamado campeón del mundo con España estando en Nervión. Los incontestables datos objetivos y la mirada más cercana hacen mayúscula la figura de un capitán sin mácula, ejemplo para todos y cada uno que han estado a su lado o se han enfrentado a él. El club tiene desde hace varios años el fantástico reconocimiento de Dorsal de Leyenda para sus mitos, donde se hace justicia a la historia de su recorrido, pero con Jesús Navas todo se queda corto, el único futbolista en activo que tiene un estadio a su nombre en el equipo en el ha estado jugando. Su currículum lo tiene todo, lo dice todo. Es mucho más que todo eso.En el impresionante mural que envuelve el Sánchez-Pizjuán también está de forma significativa su rostro desde hace años. Y estando en activo, que ya es. Hablamos del Monte Rushmore de Nervión . Ahí dan la bienvenida a la casa de todos los sevillistas personajes mayúsculos e imborrables como Juan Arza, Marcelo Campanal, Pablo Blanco, Biri-Biri, Manolo Jiménez, Davor Suker, Frederic Kanouté, José Antonio Reyes y Amparo Gutiérrez. Y aún con las botas calientes y con césped entre sus tacos, Jesús Navas. Que ha podido disfrutar del merecimiento de homenajes propios de futbolista retirado mientras ha seguido escribiendo páginas de historia. Son muchos los momentos inolvidables que ha dejado Navas en su trayectoria. Aquel gol en la final de Copa del Rey 2009-10 en el alargue corriendo más que nadie y sorteando a De Gea para certificar el título, ese latigazo con la izquierda en San Mamés tras irse de Del Horno en la 2004-05, el broche al primer triunfo de esta campaña contra el Getafe, su centro medido a De Jong en la final de Colonia...Ese niño al que Pablo Blanco, tras informe de José Antonio Luque, captó en un partido en el que fue a ver al portero Wilfred pero se quedó prendado del menudito extremo que los volvía locos a todos. En categoría cadete ya estaba Navas en la carretera de Utrera y comenzó a personificar el crecimiento del gran Sevilla contemporáneo. Porque su eclosión como canterano justo cuando había cumplido 18 años (23 de noviembre de 2003) era el premio a su pujanza pero la antesala de lo mayúsculo que estaba por venir . Cuando saltó a Montjuic sustituyendo a Paco Gallardo nadie esperaba que el guion fuera tan perfecto. Sobre todo porque su fulgurante irrupción futbolística fue puesta en riesgo por un trastorno de ansiedad en el verano de 2005 pero, como hacía con los rivales sobre el campo, sorteó a este oponente para hacerse gigante y romper barreras. La selección y el Manchester City fueron sus siguientes retos tras alzar los primeros títulos del tiempo más feliz para el Sevilla. Y en Inglaterra siempre sintió tan blanquirrojo que su único destino era regresar para ponerse las alas de Puerta y completar siete años más de gloria que le han hecho eterno y ser «persona muy admirada que se recuerda con el paso del tiempo». Una leyenda en el Sevilla. Jesús Navas Fútbol Club.
Cargando…
www.abc.es