Irse de Twitter

[Dayna_Kshlerin]

Twitter es una basura, un vertedero y una fábrica de neurosis al servicio de la derecha populista. Hace unos años era la misma basura, el mismo vertedero y la misma fábrica de neurosis, solo que al servicio del populismo de izquierdas. Cambia el amo que sostiene la correa . Pero la correa es la misma. E igual que, en su momento, nos fuimos, pero nos quedamos, hoy nos quedamos, pero hace tiempo que nos habíamos ido.La diferencia es que antes se ocultaban y ahora no. Elon Musk va a pecho descubierto, compra la plataforma para ponerla al servicio del populismo nacionalista, un negocio multinacional que en Europa lidera Orban-Putin, y lo hace, además, creyéndose legitimado para ponerse por encima de la democracia, de los representantes de los ciudadanos y hasta de las leyes. Ha llegado a afirmar que hay que expulsar a los jueces que impidieron a Meloni deportar inmigrantes a Albania, es decir, que la impidieron delinquir. Los ciudadanos, en lugar de defenderse de él y del resto de tiranos, lo jalean, sin ser conscientes de que quien se pone por encima de las leyes se pone por encima del pueblo del que emanan. No es ninguna novedad: el pueblo, ontológicamente, es despreciable. Otra cosa son los ciudadanos que lo forman, siempre respetables. Por eso no es verdad que «el pueblo salve al pueblo» si no admitimos, de modo paralelo, que el pueblo mata al pueblo, que el pueblo roba al pueblo, que el pueblo somete al pueblo. La verdad es que solo hay personas, algunas de las cuales ayudan a otras personas mientras que otras las manipulan, las tratan como a ganado iletrado y las alimentan con odio, bulos y propaganda.Todos los que dicen que los términos 'derecha' e 'izquierda' están superados ocultan su verdadero objetivo, que no es otro que acabar con la derecha, es decir, con el estado liberal, el capitalismo, la separación de poderes, la defensa de las instituciones, de la monarquía y el imperio de la ley. Por supuesto para sustituirlo, bien por la izquierda, bien por un autoritarismo iliberal, por ese sindicalismo social-falangista, por la mamarrachada del orden natural, por el personalismo cesarista y por el moralismo nacionalista que, últimamente, se enfrenta hasta a la Iglesia. No descarto que acaben fundando su propio culto, como el Palmar de Troya, pero con sede en Market St., San Francisco.Igual que hace años Twitter nos sirvió para observar a los salvajes en su hábitat hasta que los vimos caer, hoy hemos de hacer un ejercicio de entomólogos para ver cómo los otros –los de la antipolítica, los de la antiprensa, los de «el estado no funciona»– convencen al ciudadano, ya convertido en mero tuitero, y lo envenenan con su comida basura. También caerán. Y quiero estar ahí para verlo.El mundo es maravilloso: lo miro y lo disfruto. Twitter no es el mundo y precisamente por eso me quedo: para poder mirar al mal de reojo y no olvidarme nunca de que existe. Una vez un cura me dijo que donde hay que predicar es en el bar, que es donde realmente hace falta. Pues eso.

José F. Peláez: Irse de Twitter

Musk va a pecho descubierto, compra la plataforma para ponerla al servicio del populismo nacionalista

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