Ingredientes para el éxito de la innovación en las empresas

Herbert_Haag

New member
Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
68
manuel-bonilla-RWhZPy2lFeSO8TZOQee7jQL-758x531@diario_abc.jpg

Comenzamos el año con una máxima en las empresas que, históricamente, no es nueva: innovar para sobrevivir . Esta necesidad se ha acentuado con la irrupción de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, el blockchain, la nanotecnología, la computación cuántica, el internet de las cosas, la biometría, la realidad virtual y la realidad aumentada, entre otras. Son las llamadas tecnologías disruptivas.Ciertamente, ni toda innovación es tecnológica ni toda tecnología es innovadora. Sin embargo, algo irrefutable es el alto grado de creatividad y de componente digital que se requiere en el escenario actual para generar valor al cliente, incrementar la productividad, mejorar la eficiencia y, en consecuencia, fortalecer la posición competitiva en el mundo empresarial . Hoy la innovación requiere de toneladas de talento, de talante, de creatividad y de digitalización.Al mismo tiempo, vivimos en un mundo donde, si bien el error debe ser siempre una fuente de aprendizaje, el impacto y las consecuencias de los posibles fracasos deben medirse con la máxima precisión. Cada vez, con mayor frecuencia, se acentúan las características que describen el actual escenario, al que algunos han bautizado como entorno VUCA (siglas en inglés de Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity ).Esas características, la turbulencia de los mercados, la agresividad competitiva y la velocidad de los cambios son extremas. Fenómenos como la globalización, la digitalización y las emergentes tecnologías disruptivas no solo no moderan ni amortiguan su efecto, sino que actúan como un factor multiplicador.En el reciente congreso europeo de Inteligencia Artificial en el que participé, un alto directivo de una BigTech, un ponente de referencia mundial me dijo: «Manuel, se avecinan curvas para las empresas que no innoven continuamente , y en todos los sectores, nadie es ajeno. Ni los que lideran hoy. Acuérdate de Kodak y Blackberry o Blockbuster. Y mira Apple». Es tiempo de innovar con valentía, pero también de ser prudentes en la toma de decisiones y medir cuidadosamente los riesgos. Es necesario «sorber y soplar a la vez».Durante una de mis clases de transformación e innovación de organizaciones, impartida en la universidad como parte de un programa dirigido a consejeros independientes de empresas, un alumno me preguntó: «¿Y eso cómo se hace en las empresas y organizaciones que ya tienen cierto tamaño?»Respondí de forma contundente: tras haber participado durante años en múltiples procesos de transformación digital e innovación en organizaciones muy diversas, he podido observar un común denominador en todos aquellos que han tenido éxito, tres ingredientes clave, que son: implantar una mentalidad startup en el equipo, implementar un modelo bootstrapping en la estrategia y generar sinergias gracias a la colaboración con socios clave. No debemos olvidar que estamos en la era de la economía colaborativa.¿Qué significa tener mentalidad startup?Una de las grandes pandemias que sufren algunas organizaciones en estos tiempos, especialmente cuando adquieren cierto tamaño, se denomina 'elephantosis', que significa rigidez y lentitud . Las empresas deben crear equipos de alto rendimiento, ser muy ágiles, flexibles, fomentar una comunicación interna fluida y trabajar en equipo con gran generosidad, particularmente en los procesos de innovación.Si la derrota es huérfana y la victoria tiene mil madres, el éxito de la innovación en las empresas requiere de todo lo contrario. Es necesario subordinar el individualismo a la celebración del logro colectivo. Hay que erradicar el 'medallismo' tóxico particular para reconocer el esfuerzo general. Los procesos de innovación pasan por impulsar la visión sinfónica de equipo.Para innovar, los equipos deben trabajar como si todos fueran socios, inversores y emprendedores de su propia startup; que es el proyecto. Este enfoque permite trabajar sin miedo y promueve el intraemprendimiento innovador. Y ello genera confianza, transparencia y elimina dudas, algo clave para una toma de decisiones ágil, efectiva y sin sesgo.Esa flexibilidad y agilidad implícita en la mentalidad startup otorga la capacidad de pivotar y de escalar. Innovar supone realizar pruebas, testar el modelo, equivocarse, aprender, corregir errores, ajustar, pivotar nuevamente, volver a probar, seguir mejorando y continuar depurando el modelo hasta conseguir un caso de éxito con un producto mínimo viable (MVP). Solo entonces es momento de escalar.Algunas organizaciones cometen el error de no lanzar al mercado un proyecto innovador hasta que consideran que está perfecto o solo lo hacen cuando creen firmemente que cumplirá con las altas expectativas de su business plan. Gran error. Este enfoque favorece la 'elephantosis'. En ocasiones se produce el efecto bucle , aquella dinámica que impide que un producto o proyecto vea la luz porque está sumergido en un continuo y eterno proceso de búsqueda de la perfección. ¿Existe la perfección? ¿Quién determina lo que es perfecto? ¿Cuándo algo está realmente listo y preparado?¿Qué te dice el mercado? Escucha al clienteHay que escuchar al mercado. Como dice Juan Roig: «el cliente es el jefe». Es clave entender lo que realmente necesita tu mercado objetivo (que no siempre coincide con lo que dicen los estudios de mercado) y ser lo suficientemente flexibles para aprovechar nuevas oportunidades que puedan surgir del feedback del mercado. El mercado no miente: nos dice lo que necesita , y ahí debemos enfocar nuestra creatividad para generar innovaciones que satisfagan esas necesidades.Eso sí, no hablamos de salir de cualquier modo al mercado ni de tener barra libre para el fracaso, un comodín ilimitado para el error o licencia para equivocarse. Como hemos dicho, toca sorber y soplar. El proceso de innovación necesita personas valientes y a la vez coherentes con las decisiones. Requiere ser altamente proactivo, pero sumamente preciso con el análisis. Necesita ciertas dosis de visión que no excluyen una consciencia cuidadosa del riesgo. No olvidemos que los recursos son limitados e incluso escasos. Por ello, un rasgo fundamental de la mentalidad startup es la metodología bootstrapping .¿Qué es la metodología bootstrapping ?Debemos arriesgar sabiendo que los posibles errores serán digeribles, asegurándonos de que no nos tumben. Por el contrario, deben servirnos para aprender y alcanzar el éxito. Solo así podremos impulsar acciones de innovación con seguridad y sin miedo. En este sentido, el bootstrapping se convierte en la red de un trapecista o en el airbag de un piloto.Este término tiene sus raíces en los siglos XVIII y XIX, asociado a la autosuficiencia y al esfuerzo propio para subsistir . En el mundo emprendedor, especialmente en el sector tecnológico, ha sido clave para casos de éxito como los inicios de Apple con Steve Jobs y Steve Wozniak, y ha demostrado su utilidad en ciclos económicos marcados por la crisis y la dificultad de acceso a la financiación.Utilizaré la acepción de Harvard Business School, que define el bootstrapping como una estrategia empresarial en la que los emprendedores inician y expanden sus negocios utilizando recursos propios, enfatizando la eficiencia en su uso y la reinversión de la monetización.Extrapolado a los procesos de innovación en las empresas, el bootstrapping implica iniciar proyectos con recursos ajustados , optimizándolos al máximo y asegurando un retorno sobre la inversión (ROI) suficiente para financiar los errores, el aprendizaje, las mejoras, el crecimiento y su escalabilidad.La economía colaborativaQuien crea que puede inventar hoy la rueda sólo y sin ayuda está condenado al fracaso. No por incapacidad, sino porque la economía colaborativa ofrece oportunidades únicas en términos de acceso a recursos, ideas, experiencia, talento, tecnología, clientes, usuarios, regulación e incluso datos (el 'petróleo' del siglo XXI). Ignorar estas oportunidades por ego o ceguera empresarial supone un coste de oportunidad para su organización de tal dimensión que dejaría a la empresa en una desventaja competitiva suicida.Es tiempo de apostar por estrategias win-win . En este nuevo escenario, una pequeña startup puede convertirse en la piedra angular que precipite el éxito de una gran empresa y de su proyecto innovador. Desde la innovación abierta con universidades y parques científicos, hasta la colaboración con aceleradoras de emprendedores, o simplemente con otras empresas (no competidoras), el trabajo conjunto permite reducir riesgos, aumentar la eficiencia y acelerar los resultados.Se trata de aprovechar lo que otros ya hacen mejor que nosotros aportando contraprestación justa. Con el objetivo común de aportar valor y que, ese valor, sea: tangible, medible, monetizable y escalable. Siempre, alineados en valores y compartiendo propósitos como el de colaborar para mejorar el mundo.Manuel Bonilla es director corporativo de innovación del Grupo AB Living & SHA Wellness Clinic, profesor y speaker

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba