Kamille_Flatley
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En un mundo interconectado, Madrid quiere situarse como polo de atracción de inversión y talento. Por eso, el Ayuntamiento ha aprobado la ordenanza con la que se regula el uso de diferentes zonas de la ciudad para testar artículos, servicios y proyectos innovadores; más conocida como Ordenanza Sandbox de Innovación Urbana. Esta norma se aplicará a los proyectos que soliciten acceso a un entorno controlado de pruebas para desarrollos relacionados con materias como sostenibilidad, economía, energía, seguridad, movilidad, accesibilidad o elementos de mobiliario urbano y de espacios públicos.
Las pruebas se harán en un espacio determinado y durante un periodo de tiempo limitado. Las zonas de la ciudad en las que podrán hacerse dependerán de cada proyecto piloto y sus necesidades. Planes para mejorar la seguridad vial con tecnologías de asistencia al conductor e implementación de infraestructuras inteligentes que evitarán colisiones. O tecnología para optimizar las rutas del transporte público para reducir tiempos de viaje y mejorar la puntualidad. Son algunos de los proyectos que podrán testarse en las calles de Madrid. En materia de seguridad ciudadana se podrán incluir sistemas de alerta temprana para emergencias, mejorando la respuesta a incendios, accidentes y actividades sospechosas.
Con este nuevo 'sandbox' para proyectos innovadores, la capital espera atraer inversiones de hasta 500 millones de euros y crear más de 5.000 puestos de trabajo tecnológicos. "Va a situar a Madrid en el top 10 en atracción de talento universitario a nivel global", ha destacado la vicealcaldesa de la capital, Inma Sanz. Con esta nueva ordenanza, que no salió adelante la pasada legislatura, ya no serán solo drones, robots de reparto o coches autónomos los que prueben el asfalto madrileño como estaba previsto.
El Consistorio impulsará diferentes convocatorias en función de las necesidades e intereses, con el objetivo de mejorar la calidad de la vida urbana. Según Sanz, el Ayuntamiento ha detectado que todos aquellos desarrollos tecnológicos basados en la innovación tienen "la necesidad de espacios que permitan probar y verificar su viabilidad técnica y obtener la información necesaria para su evolución futura".
Además, las empresas tecnológicas podrán testear sus inventos con una burocracia mucho más laxa. La ordenanza pretende facilitar el proceso innovador con la simplificación de los trámites a la hora de encontrar un espacio real en el que llevar a cabo las pruebas de los nuevos desarrollos tecnológicos. Será la Dirección General de Innovación del Ayuntamiento quien gestione las peticiones de las grandes tecnológicas, de forma que queda todo el proceso centralizado.
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