berniece28
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Holaluz anuncia que está en negociaciones "muy avanzadas" con los bancos para cerrar una reestructuración de la deuda y que tan pronto como cierre a un acuerdo sobre la extensión de la financiación lo comunicará al mercado. La comercializadora energética catalana lo ha comunicado este miércoles a BME Growth, el mismo día que cumplía el plazo del acuerdo de 'stand still' con sus principales acreedores financieros. Ve así la luz al final del túnel tras amagar con el preconcurso de acreedores y muchos meses de rumores.
Como ya publicó La Información Económica, el entorno de Hoaluz ha confiado en todo momento en que se llegaría a un acuerdo con los acreedores como algo correlativo a la entrada en el capital de Icosium Investment. La operación, que valora a Holaluz en más de 45 millones de euros, se realizará en dos fases y, una vez completada, el inversor industrial se convertirá en el máximo accionista con el 33,43% del capital. También tendrá tres asientos en el consejo de administración. La empresa que preside Carlota Pi cerró el 13 de septiembre un acuerdo con sus principales acreedores financieros, que representan más del 94% del pasivo financiero, por el que se le concedió hasta el 18 de diciembre para evaluar y negociar la reordenación de su deuda financiera, proceso para el que contrató a PwC.
Las entidades financieras se comprometieron a mantener los instrumentos de circulante en sus términos existentes y le concedieron una carencia en la amortización del principal de sus restantes préstamos. Los bancos también aceptaron el establecimiento de otras medidas para favorecer la continuidad de la actividad ordinaria.
Holaluz acaricia ahora el 'plácet' de la banca, pero el camino hasta aquí no ha sido fácil para la empresa. La firma comunicó a BME Growth que negociaba financiación por 21 millones de euros a finales de abril. En concreto, se trataba de un préstamo de 10 millones con el Institut Català de Finances (ICF); tres millones con Avançsa, empresa de promoción y localización industrial de Cataluña; un préstamo convertible con varios 'family offices' catalanes de un estimado de dos millones y un 'equity line' de hasta seis millones -del cual utilizaría el importe que fuese necesario-. No obstante, el 2 de mayo informó de que seguía avanzando en la refinanciación de su actividad y que abría una nueva alternativa adicional, que consistía en: un préstamo del ICF por diez 10 millones, un préstamo de Avançsa por tres millones y préstamos convertibles por siete millones con un inversor/industrial del sector.
Sin embargo, como ha avanzado este medio, la Generalitat de Cataluña no valora conceder el préstamo a Holaluz, aunque desde la compañía no tiran la toalla y no descartan ninguna de las opciones todavía. La compañía recibió entre mayo y junio 8,1 millones de euros y en julio renovó un pagaré de siete millones de euros por dos años más. Tras la junta de accionistas -en junio-, la empresa también quiso mandar un mensaje de tranquilidad al reducir la deuda financiera neta en 8,2 millones de euros. Bajo este escenario, Holaluz ha resistido y ha descartado en todo momento vender su cartera de clientes, lo cual habría sido la vía más rápida para acabar con sus problemas. Grandes eléctricas como Iberdrola y Endesa, y también la portuguesa Galp, sondearon en su momento la compra de la empresa, pero en ninguno de los casos se produjo una oferta formal ante las intenciones de los fundadores -Ferran Nogué, Carlota Pi y Oriol Vila- de seguir al frente.
Las cuentas del semestre también han dado alas a la firma catalana. Registró unas pérdidas de 13,5 millones de euros, lo que supone rebajar los números rojos en un 35% en comparación con el primer semestre del año pasado. Asimismo, redujo la deuda neta hasta 40,7 millones, lo que supone 24,7 millones de euros menos respecto al mismo periodo del año pasado y 16,5 millones de euros menos en comparación con abril. A 30 de junio, el saldo de 21,3 millones de las deudas a corto plazo incluye préstamos ICO suscritos en 2020 y 2021 en programas impulsados por el Gobierno para mitigar los efectos de la covid-19, la amortización de un préstamo concedido por el ICF y un préstamo de CaixaBank; pólizas de crédito ICO; y 'confirmings' ordinarios e ICO, entre otros pasivos.
De su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de -4 millones de euros, frente a los -17,9 millones del primer semestre de 2023, un 78% menos, "a pesar del contexto adverso de mercado, especialmente en el negocio de solar, los bajos precios de la luz, los elevados tipos de interés y la escasez de subvenciones". Según la propia empresa, la mejoría del Ebitda es resultado del plan de eficiencias operativas que lleva implementando desde 2023 y que ha conllevado una mejora de los márgenes y una reducción sustancial de los costes operativos -hasta 30 millones de euros a lo largo del ejercicio-.
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