Hans Zimmer , antes de tocar en El Vaticano frente al Papa: «Vivimos en un mundo sin empatía, con situaciones políticas duras»

[marc.lebsack]

Hans Zimmer se presenta entusiasmado ante los periodistas en la Sala de prensa de la Santa Sede. «¿Cómo iba a decir que no a esta propuesta de un concierto en el Vaticano para personas pobres», justifica su presencia. Este sábado por la tarde alzará la batuta para dirigir un espectacular concierto en el que compartirá la música de sus bandas sonoras con 8.000 personas, de las que casi la mitad reciben ayuda social. «Con los pobres no se comparte lo que sobra sino lo mejor que tenemos», ha sintetizado Matteo Bruni, portavoz del Papa Francisco , la idea del espectáculo. Para el compositor, no se trata propiamente de un encuentro solidario sino de una lección de humanidad para una sociedad que no consigue ponerse de acuerdo. «En un concierto, lo importante no es lo que tocas sino aprender a escucharse unos a otros. Vivimos en un mundo sin empatía, con situaciones políticas duras , y es difícil acordarse de la capacidad de ayudar a otros. La música nos recuerda qué es lo que nos hace hombres, humanos», explica el maestro. Por otro lado, asegura, que no ha conocido a ningún músico «que no haya comenzado su carrera desde una situación diferente de la pobreza. Siempre ha hecho música gracias a la ayuda de otros. No debemos olvidar el pasado y las personas que nos han ayudado». Durante el encuentro en el Vaticano, en vez de presumir de sus doce candidaturas a los Oscar , desde que saltó a la fama en 1988 con 'Rain Man', hasta 'Dune' en 2022, pasando por 'El rey león', 'El príncipe de Egipto', 'Gladiator', 'Origen' o ' Interstellar ', revela el hilo conductor de sus bandas sonoras, ya sea 'Piratas del Caribe' o 'Dunkerque'. Preguntado sobre la carga religiosa en sus composiciones, asegura que musicalmente hablando, desde pequeño creció con «Bach, Mozart, Mahler …y los Beatles». «Pienso que van más allá de lo que el hombre puede hacer, sobre todo Bach», reconoce. Luego confía que en sus obras «hay un subtexto, algo muy personal, un secreto que no revelaré, pero que hace que siempre vengan del corazón». Pero inmediatamente se arrepiente y dice, « bueno, voy a revelarlo ».«Estaba en Inglaterra, era joven, tenía 18 años y tocábamos en lugares tremendos. Era un periodo en el que desde el punto de vista económico, la situación del país era difícil. En Bradford vi a una mujer de unos 40 años con dos hijos pequeños, probablemente sin un marido. Eran dos niños muy pequeños y ella daba la idea de ser una persona que estaba pasando apuros para poder darles de comer. Entonces, sentí la necesidad de dar a su vida algo significativo. Por eso, cada vez que debo componer pienso en esta mujer, que llamo Doris, y me digo, ' Debo hacer algo por ella, porque su vida es muy dura ', y eso me motiva».Mirar a la pobreza«A menudo encuentro personas que piden limosna y pienso que la clave no es el dinero que se les da sino cómo se les mira a los ojos, cómo se les trata como a personas. Siempre he pensado que nuestra misión es mirar a los ojos», añade. A sus 67 años, confiesa que el objetivo de este concierto en Roma es « mejorar las vidas de las personas sin recursos que lo escucharán ». «Estamos haciendo algo grande. No perdemos tiempo discutiendo sobre cómo ayudar a los pobres, vamos adelante. Daremos lo mejor de nosotros, con gran humildad», promete. Será la quinta edición del 'Concierto con los Pobres'. En ediciones anteriores participaron Daniel Oren, Speranza Scappucci, Ennio Morricone o Nicola Piovani. Junto a Hans Zimmer, participarán el concierto el director de orquesta y compositor Marco Frisina y el compositor Dario Vero. Los acompañará la «Nova Opera Orchestra», compuesta por 70 músicos de toda Europa, y el Coro de la Diócesis de Roma, que este año celebra su 40º aniversario.«No es sólo hacer algo por los pobres, sino regalarles belleza. Ellos son nuestros invitados de honor. Es un gesto de cariño hacia ellos. La música no es simplemente entretenimiento, éxito profesional o artístico , sino esencialmente un gesto de amor que tiene la capacidad de unir a personas diferentes y elevar a todos», asegura Marco Frisina.Por eso, de los 8.000 asientos, el Vaticano ha reservado 3.000 a «hermanos necesitados de todas las lenguas y religiones, que serán los 'invitados de honor' del evento». Además, el Vaticano también les invitará también a cenar.

Cargando…

www.abc.es