Hablar del tiempo

[Rusty_Haley]

A los periodistas se nos quejan los allegados, de tanto en tanto, de que los medios de comunicación hablamos demasiado del tiempo . Cuando nieva o nos azotan las olas de calor casi siempre aparece alguien con el reproche de que a ver para qué tanto contar que hace frío cuando hace frío o que hace calor cuando hace calor. Que dónde está la noticia, si esto ha pasado siempre. Me suelo encoger de hombros. Si acaso explico que, a la del tiempo, en los medios, la llamamos información de servicio. Pero no digo ni mu de que es una 'info' que tiene mucha audiencia. Siempre me he preguntado por qué. ¿No habíamos quedado que la noticia no era que el perro muerda al niño, sino que el niño muerda al perro? Eso en lenguaje climatológico vendría a ser que nieve en agosto y sea verano en Navidad, ese disparate que a veces también sucede. Supongo que yo también paso del tiempo porque, imbuida de urbanismo y modernidad, me creo que la del clima no es más que la conversación fácil, la que se elige cuando no hay algo más profundo.Hoy, que disponemos de las herramientas tecnológicas más poderosas de la historia de la humanidad, de predicción, de confort… pensamos que no necesitamos estar tan pendientes del tiempo. A lo mejor no es más que el tonto complejo de creer que hay temas de conversación que no tienen el suficiente nivel. Por su falta de profundidad o complejidad. Porque son de ascensor. De mercado. De barra de bar.Pero ante la destrucción en Valencia y en mi querido Letur, caigo en mi error, en el de considerar banal e innecesario poner el foco en el tiempo. Porque quizá pensar así es no tener ni idea de comunicación, el mayor don humano, donde ningún tema es insustancial. Como no lo es hablar de del tiempo. Al contrario, es esencial. Si nos fijamos, nos hablan del tiempo, del clima, los lugares de nuestro entorno. Lo recuerdan estos días los meteorólogos: se llaman ramblas y barrancos por algo. La palabra que comunica. La que nos habla de nuestra naturaleza.Ahora, mientras los periodistas damos las cifras de muertos, nos preguntamos por qué faltaron noticias, avisos, advertencias del tiempo. Quizá porque nos obnubila la supuesta alta política y la conversación ideológica y nos perdemos en debates que consideramos importantes cuando lo clave es otra cosa. La vida diaria, la naturaleza, la previsión meteorológica de mañana. Eso que damos tan por hecho que parece que nos sobra. Hasta que nos falta…Quizá nos sobran complejos, a todos los niveles, políticos y sociales, y me incluyo, cuando les restamos importancia a la conversación sobre el tiempo. Hablar del tiempo, conocerlo, es hablar de nuestra vida, de nuestras posibilidades de vida, del futuro . Quizá no haya noticias más importante que esas, el hablar de tiempo como alerta de supervivencia.

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