Zora_Willms
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A Guideon 'Gidi' Harari (Tel Aviv, 1953) podrías confundirlo con un jubilado de Vitoria de no ser por la pistola que lleva en el cinto, el fusil que guarda en la 'pick up' y porque los prados por los que pasea están a tiro de RPG de la frontera entre Israel y el Líbano, en una de las zonas más calientes de la Tierra. Con 18 años entró al ejército, fue oficial de la brigada Golani (la más condecorada de las Fuerzas de Defensa Israelí) y recientemente se retiró como coronel tras treinta años en la Unidad 504 de inteligencia militar que se hizo conocida en el mundo a través de la serie 'Fauda'. En esos años, vivió más tiempo en Líbano que en Israel' y conoció Hizbolá y la influencia iraní en la zona desde dentro. Desde la masacre del 7 de octubre del año pasado, Harari es el responsable de seguridad en She'ar Yeshuv, un pequeño moshav junto a la frontera con el Líbano, la tierra despoblada a la que están volviendo los desplazados después de la declaración del alto el fuego que Israel y Hizbolá firmaron la semana pasada.Noticia Relacionada estandar No El Líbano de Hizbolá, una frontera con presencia española y una tensión impredecible: «El temor es un error de cálculo» Alexia Columba Jerez La misión UNIFIL de Naciones Unidas se debate como un funambulista entre la diplomacia y los ataques¿Cómo viven el alto el fuego en la frontera?Lamentablemente, es un alto el fuego temporal y muy frágil. Puede durar un día, un año o veinte. El problema aquí no es Hizbolá: es el régimen de los ayatolas en Irán y de lo que están tratando de hacer en el Medio Oriente, no solamente en Israel. Jordania es el próximo objetivo, Siria ya está casi en su poder y el Líbano queda totalmente en sus manos. El que maneja las cosas en el Líbano no es el primer ministro libanés, sino Irán. El que fuera presidente del Líbano, Amín Gemayel, se preguntaba hace una semana en una entrevista por qué Israel no ha finalizado su trabajo en el Líbano para que los libaneses pudieran liberarse de Irán y de Hizbolá.¿Y por qué?Si los libaneses quieren liberarse de del régimen iraní y de Hizbolá, ellos tienen que luchar por su patria y su libertad. Yo no creo que soldados de Israel tengan que morir para que los cristianos o los drusos puedan vivir en el Líbano. Nosotros luchamos contra Hizbolá para defender nuestro país.¿Está en peligro el alto el fuego?En las próximas dos o tres semanas vamos a ver si dura. Son días cruciales. Irán es una nación muy práctica y entiende que si la guerra empieza de nuevo, ellos van a ser el próximo blanco y van a recibir un golpe fuerte. También temen la llegada de Trump a la Casa Blanca. ¿Cómo cree que puede influir el nuevo gobierno en EE.UU,?Trump no es un ideólogo: es un hombre de negocios. Quiere que Oriente Medio sea un lugar avanzado y tranquilo donde poder crear riqueza y sacar sus fuerzas de la zona. Los iraníes lo están molestando, pero Teherán entiende que ni los norteamericanos ni los israelíes les vamos a permitir tener un arma nuclear. En su discurso, toda esta guerra depende de Irán.Mientras no terminemos con el asunto del régimen de los Ayatolas, no se habrá terminado este conflicto porque su agenda no ha cambiado.¿Cómo ve la posición europea a este respecto?Los europeos son muy hipócritas. El islam radical ya está en Francia, en Bélgica, en Holanda, en Alemania, en Dinamarca, en Suecia. En las capitales de esos países hay zonas que están bajo una total autoridad islámica radical. No me refiero al islam moderado, pero... ¿recuerda Bataclán? Va a volver a suceder. La jefa de la policía de Berlín invitó a los homosexuales y a los judíos a no salir a la calle. La última vez que pasó esto era 1938.¿Cuál es la influencia de Irán en nuestros países?No dispongo del último material de inteligencia porque estoy retirado, pero los iraníes están detrás de muchas de las políticas que vemos en Europa y de las cosas que están pasando. Esos argumentarios, posiciones políticas, protestas, antisemitismo… Son sus ideas. Los israelís les molestamos mucho, pero su objetivo no es Israel: es Europa y nada les va a parar. Tienen una enorme influencia. ¿Y en el resto del mundo?Irán trabaja a través de sus proxys. Por ejemplo, están en la guerra de Siria a través de Hizbolá de Irak. No luchan las fuerzas armadas iraníes ni su guardia revolucionaria. No se manchan las manos, pero están detrás de todo. Por ejemplo, en Hispanoamérica. Mantienen presencia militar en Venezuela, Bolivia, Brasil. En Foz de Iguazú, en la triple frontera entre Argentina, Paraguay, Brasil… También en ciudades venezolanas. Hay fuerzas militares iraníes a tres horas de vuelo de Miami. «El 7-O no hubo un fallo de inteligencia, sino de arrogancia» En España tenemos una visión muy cinematográfica de la inteligencia militar israelí por la serie 'Fauda'. ¿Cuánto se parece a la realidad? No se parece en nada. 'Fauda' es una película y refleja los servicios israelíes en la medida en la que James Bond es el Mi6. No se parecen mucho. La inteligencia militar es mucho menos espectacular. Necesita paciencia, reflexión, valor e imaginación, pero no es así. No es una película. ¿Cómo es trabajar en inteligencia militar y tener una familia? Depende a quién se lo preguntas. Para mis chicos me imagino que es una mierda, claro, pero para mí es una parte fundamental de mi vida. A veces no estás satisfecho, pero no hay duda que lo que haces tiene importancia y cada día es algo nuevo. El mayor problema es que no eres dueño de tu tiempo. Tienes que estar disponible 24 horas siete días a la semana. Tienes que estar 100% dedicado al trabajo. Me dijo un día que había pasado más tiempo en Líbano que en Israel. Es así. Allí he desarrollado la mayor parte de mi misión. ¿Ha trabajado en España? He estado en España unas veinticinco veces en los últimos años. Estuve trabajando de manera privada buscando a las niñas que desaparecieron en Canarias [Anna y Olivia fueron las menores que asesinó su padre Tomás Gimeno arrojándolas al mar en Tenerife en abril de 2021]. ¿Cómo vivió el 7 de octubre de 2023? Me levanto muy temprano. Ese día me desperté a las 6.30 y puse la tele para ver si había algo nuevo en las noticias. Encendí la televisión y aparecieron las imágenes de la camioneta Toyota Blanca con los con los terroristas sentados encima y me dije que estaban en Israel. No entendí lo que estaba viendo. Pensé que serían de una mafia o algo. Me llevó diez minutos entender que algo muy malo está pasando, aunque no sabía exactamente lo que era. ¿Cuál fue el fallo de inteligencia que hizo posible la masacre? Yo creo que el 7 de octubre no se produjo por un fallo de inteligencia, sino de arrogancia. La inteligencia funcionó. Teníamos en nuestras manos todos los detalles, los datos y la información para saber que lo que pasó iba a pasar. El problema es que no lo querían entender. Hemos pagado muy cara esa arrogancia. A mis amigos del extranjero siempre les digo que el mayor problema de Israel es nuestra arrogancia. ¿Cómo ha cambiado la inteligencia desde entonces? No lo sé porque estoy retirado, pero quiero pensar que los oficiales están más dispuestos a escuchar a los de abajo. Después de este fallo, ¿qué han supuesto las operaciones de inteligencia contra Hizbolá, los ataques con buscas y walkies antes de la intervención terrestre, para la moral del país? Son operaciones históricas porque han supuesto un cambio en el sentimiento de la gente en Israel. Los golpes que hemos dado a Hizbolá en el Líbano durante este último año mostraron a la gente en Israel, sino en todo el mundo, que somos fuertes, que tenemos fe en nuestra presencia en Oriente Medio.Después de los ataques del 7 de octubre, Israel desalojó la franja cercana al Líbano. Usted es de los pocos que se quedó en su pueblo, el moshav She'Ar Yeshuv. ¿Cómo han vivido este año?Ha sido duro. Todos los cohetes cayeron alrededor del pueblo, pero no dentro como sí sucedió en 2006, cuando recibimos 11 impactos. Esta vez, hemos sufrido incendios muy fuertes cerca de las casas y nos ha costado días apagarlos. Cayeron partes de los cohetes que interceptó la Cúpula de Hierro y un par de naves no tripuladas. Alrededor nuestro se desarrollaba la guerra. Había disparos, artillería, tanques, aviones y todo eso 24 horas al día. Era como vivir dentro de una batalla. No te podías ir a dormir sin escuchar los disparos.Según el Gobierno de Israel, uno de los objetivos de la guerra era que la gente volviera a vivir a su zona. ¿Se está consiguiendo?«El alto el fuego con Hizbolá podría durar un día o veinte años»En nuestro pueblo han vuelto unas 250 personas, menos de la mitad de sus habitantes. Están volviendo los niños. Muchos de los vecinos llevaban un año sin verse. La mayor parte de los jóvenes están aquí ya. Hace semanas, empezamos a limpiar las calles y los jardines. Las casas han estado abandonadas un año y hay que hacer arreglos, pero en el exterior el pueblo sigue siendo el mismo. A pesar de todo lo que pasa, quieren estar en casa. La gente no se fue por los cohetes, sino por el miedo a que la fuerza Radwan de Hizbolá hiciera aquí lo que Hamás hizo junto a Gaza. Nuestros vecinos están acostumbrados a vivir con ataques de cohetes. Es su vida desde los años 70. ¿Ahora es imposible que se dé una incursión de Hizbolá?Diría que sí, pero hemos aprendido que aquí ya no hay nada que sea cien por cien imposible. Usted se ha encargado de la seguridad en el pueblo y pertenece al equipo de emergencias, pero su familia no vive en el moshav. ¿Van a regresar?Mi mujer aún no ha regresado, pero volverá. ¿Qué voy a hacer yo sin la jefa?
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