gianni.reichel
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Lleva tiempo dejándolo claro Pellegrini : seguir vivos y ya hablaremos en enero. Lo dijo para la Copa, lo dice para la Conference. Del juego, mejor ni preguntar. Porque se ve que al chileno, gran defensor del cómo, no le importan las formas en este contexto. Las bajas son muchas, es verdad. Hasta once. Y no sólo en número, sino en importancia. Isco, Lo Celso, Rui Silva, Carvalho... Pero las excusas no tenían cabida si no se ganaba ante un rival tan modesto como el Petrocub, que cualquiera sabe en qué categoría competiría en España. Y el Betis , que está en plan davidoso regalándole momentos de esperanza, si no gloria, a rivales insospechados, pues era capaz de todo. Venció con un gol de Bakambu . El árbitro anuló otro y el congoleño había tenido otra ocasión de oro. El duelo finalizó con un lacónico 0-1. Quedará en el olvido este partido en poco tiempo porque no hay nada que conservar en la memoria de 90 minutos así. Tres puntos más y adelante. Subidón de puestos en la Conference para casi asegurarse estar entre los 24 primeros ya con siete puntos.Si se quiere hacer una reflexión más allá de los puntos es muy triste la imagen que deja el Betis. El Petrocub es un oponente de primeras rondas de la Copa del Rey y ganar sufriendo, casi pidiendo la hora, achicando balones, pues no era el guion esperado. No. El Betis pierde enteros en su imagen pero al menos hoy se llevó los puntos. El duelo se convirtió en un festival para el esfuerzo desmedido del Chimy, para las ocasiones falladas por Bakambu, para carreras indeterminadas de Assane y para ver muchas, muchísimas lagunas. Errores que no perdonan rivales de mayor entidad pero que ante este esforzado equipo moldavo sí podían darse.Pero es que la ciclotimia bética de este curso es preocupante. La falta de motivación del equipo se refleja en estos cambios de tendencia en función del rival que tenga delante. A tope contra Atlético o Barcelona. Con cara triste ante el Petrocub. Recuerden que da igual, que el que juega es el Betis. Y eso no puede permitirse. Pellegrini siempre llegó bien con su discurso al grupo en estas instancias porque la rotación era su mejor arma pero ahora, que es más obligada por las lesiones, no le funciona eso de meterle competitividad a sus chicos cuando llegan días así. Y se repite jornada tras jornada. En toda esta fase de grupos de la Conference. Este Betis pasará a la siguiente fase, porque ya lo tiene casi hecho, pero hay poca gloria y poca condición de favorito. Ya veremos en 2025.El Betis se fue al descanso sin tirar a portería. Ahí está el titular que resume perfecta y lamentablemente la primera mitad frente a un oponente tan inferior. Ni el frío, ni el césped, porque presión ambiental era cero. Se escuchaba a los béticos nada más. No fue el equipo verdiblanco que saltó ante el Barcelona, ni mucho menos. Fue un conjunto que hacía una presión estéril y que manoseaba la pelota sin generar nada de peligro. Alguna arrancada de Assane, amagos de Jesús, ausencias de Bakambu y mucho aspaviento de Chimy Ávila, que no sirve para mover a los demás con tantos alrededor, aunque en la segunda mitad sí veía mejor las internadas con espacios. Un equipo plano en el que tocó mucho más la pelota Natan que cualquiera de sus futbolistas de la parcela ofensiva. Sólo Cardoso parecía saber qué hacer con ella, pero estaba muy lejos de todo, recién recuperado y no es futbolista para hacerlo todo, la verdad.Probó mucho el Betis, visto lo visto, el juego directo. Lanzó en varias ocasiones Aitor a Assane en la misma banda y lograron al menos tener a Demian amonestado, algo que debió surtir efecto cuando el lateral local agarró a Assane y D'Hondt se escondió la segunda amarilla. Fue la segunda acción polémica, puesto que llegó justo tras un balón en largo a Bakambu al que llegó antes el meta moldavo pero se le escapó el esférico de las manos y el congoleño marcó a placer. El árbitro lo anuló porque decía que el portero, que ni había protestado, tenía el esférico cogido y eso era falta. Esas quejas dieron paso de nuevo a la fase de impotencia, en la que los béticos circulaban y circulaban casi sin saber qué hacer, cómo meterle mano a un Petrocub que estaba cómodo replegado y viendo que el tiempo corría a su favor porque ya era un logro para ellos llegar sin encajar al intermedio. Y no sólo sin encajar, sino sin recibir un tiro a puerta. Esta estadística es el peor indicativo de cómo jugó el Betis. Sin colmillo, sin calidad, sin capacidad. Ni para hacer bien la presión ante un equipo modesto, que salía con facilidad yendo a la banda y luego al centro en combinaciones, ni para romper arriba con finura. Una preocupante nada ante un rival que no admitía excusas.Como el Betis no está bien, la opción es demostrar la superioridad en lo físico. Atosigar con la presión al rival. Salen Altimira y Abde por Cardoso, que reaparecía, y Jesús, que se marchó fundido y con algunas molestias. Lo primero que hay es un disparo de Platica fuera tras un error pero luego va creciendo el Betis en el partido gracias a su capacidad atlética superior. Aitor se va por la banda y D'Hondt perdona la amarilla a Lungu cuando le caza el tobillo. Luego una buena acción defensiva alta de Chimy y Bakambu acaba con la anticipación del nueve, que se va por piernas y encara el mano a mano con el meta local para batirle por bajo, a un lado y flojito, bien ajustada. El 0-1 al fin llegó. A veces el mejor atajo es una línea recta. Presionar y esperar el fallo del rival, sobre todo cuando es técnica y tácticamente tan inferior.El Petrocub tenía que abrirse entonces y empezaron a acertar los béticos en internadas más veloces. Como una de Aitor que no acabó en buen centro. La pelota volvía rápida a los pies verdiblancos. Abde tiene un disparo doble tras combinar con Assane. Esto ya es otra cosa. Assane se va a trompicones y gana un córner. El partido está ahí, en el área moldava. Y Bakambu iba a tener otra ocasión magnífica pero esta vez su tiro rebotó en el portero. Un contragolpe muy bien trenzado con apertura de Chimy a Assane, quien se fue y sirvió fácil para que el congoleño tirara al muñeco con todo a favor. Ahí estaba el 0-2 pero no llegaba.La merma de calidad se evidenciaba con los libres indirectos dado que Ricardo y Chimy apenas podían enviar buenos centros al área después de tantas faltas moldavas. Los rematadores esperaban en vano, en un día que era ideal para solventarlo de esa forma. Pero no había buen pie ahí. El que sabía lo que se hacía era Abde , que tomó un balón entre dos, se fue yendo de rivales y en la línea de fondo recibió una entrada que D'Hondt entendió como penalti. El VAR la chequeó y avisó al colegiado. No era penalti. Abde se había tirado. Amarilla para el extremo bético.Llega el partido abierto ya a minutos finales. Hay otra internada de Bakambu tras buen servicio de Chimy que acaba en centro generoso del nueve hacia Abde que aborta un defensa local. Assane era el que más rompía en este tramo, yéndose por piernas de sus pares. Y Altimira le dio una prestancia superior al equipo, que vaya cómo ha crecido este joven valor. Bakambu se despedía del partido con un buen movimiento en el área que le permitió algo de aire escorado pero su tiro duro dio en el portero.Quedaban ya cinco minutos para el final y llegó el susto del partido. Caruntu marca tras una combinación moldava en el área pero hay fuera de juego previo. El VAR le dio emoción pero seguía el 0-1. No estaba el cuerpo para esta montaña rusa. Y acabó el partido con más pena que gloria, con tres puntos en el bolsillo y con pocas preguntas que responder, aunque se agolpaban la dudas. La cara de la Conference da para lo que da. En LaLiga, que siga el otro perfil. Que se aparque ya Europa con los puntos en el zurrón y que llegue enero, febrero y lo que toque con los rivales que sean. No es este Betis el que podía presumir de ser favorito. Ya llegará su momento. O así lo espera Pellegrini. Salir de estos partidos y esperar tiempos mejores. Ganar pero mejor ni preguntar cómo.
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