Gwendolyn_Green
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Los chips (semiconductores) son a la computación lo que las neuronas al cuerpo humano: unidades funcionales básicas del sistema cuya labor principal es recibir, procesar y transmitir información. De su desarrollo depende que las aplicaciones puedan ser cada vez más sofisticadas o que los dispositivos asociados funcionen y se comuniquen o que se pueda gestionar la inteligencia artificial que acerca la máquina al cerebro humano o digerir la cada vez mayor cantidad de datos almacenados o recibir y reproducir imágenes y sonidos de forma realista y más definida. Cada avance en estos circuitos integrados impulsa al resto de la industria a desarrollar nuevas capacidades para móviles, automóviles, electrodomésticos, ordenadores y cualquier tipo de maquinaria.
La multinacional Qualcomm ha presentado este noviembre (en un evento al que ha sido invitado EL PAÍS y más medios internacionales) su última generación de chips, Snapdragon 8 Gen 2, diseñados para procesar con inteligencia artificial, multiplicar por cuatro el rendimiento y reducir hasta en un 60% el consumo energético. Son las tres líneas básicas que siguen también otras empresas como Intel, Samsung, Taiwán Semiconductor Manufacturing (TSMC) o Apple, que en junio se lanzó a desarrollar su propia familia de chips (M2) para el Mac con el fin de dejar de depender de terceros. Estas son algunos de los desarrollos que permiten los nuevos avances de Qualcomm:
El procesador. “El móvil ha cambiado nuestras vidas. Es todo lo que hacemos y lleva la tecnología a cualquier lugar”, afirma el presidente de Qualcomm, Cristiano Amon, quien cree que el próximo lustro está orientado la convergencia tecnológica, a dotar de las tecnologías del móvil al resto de dispositivos y al teléfono inteligente de las ventajas de ordenadores y consolas. Para ello se ha desarrollado la plataforma Snapdragon 8 Gen 2, que compañías como Samsung, Honor, OnePlus, Sony, Xiaomi o Motorola incorporarán en sus dispositivos de alta gama a partir del próximo año. Sus fundamentos son un procesador de cuatro nanómetros (más eficiente y capaz); un núcleo principal con una frecuencia máxima de 3,2 GHz, tres de 2,8 y cuatro de 2; y habilitación para redes 5G, descargas de 10 Gigabits por segundo y rendimiento máximo con wifi 7, la última tecnología de conexión inalámbrica. Chris Patrick, vicepresidente de la compañía, asegura que “ofrece una inteligencia artificial innovadora, conectividad incomparable y capacidad profesional para juegos porque los usuarios cada vez demandan más y más”.
Las gafas que aspiran a desbancar al reloj. “Serán el próximo dispositivo para llevar puesto”, afirma tajante Amon. Se trata de gafas de aspecto convencional (nada de cascos aislantes del entorno) que llevarán a unos milímetros de los ojos todas las aplicaciones del móvil. En una porción de los cristales se reflejarán las indicaciones para llegar a un sitio, una videollamada, los últimos mensajes, la información asociada a aquello que vemos, una película o nuestro mundo en el metaverso. Amon cree que empezarán a estar disponibles en los próximos “cinco o diez años”. “Desde un punto de vista tecnológico es absolutamente factible. Es solo cuestión de tiempo y serán unas compañeras inseparables”, asegura.
La base para este futuro próximo es la Snapdragon AR2 Gen 1, una arquitectura multichip compuesta por un procesador de realidad aumentada en una patilla, un coprocesador de realidad aumentada situado en la parte central de la montura y una plataforma de conexión alojada en la otra patilla que emplea FastConnect 7800. Esta nueva distribución de elementos permite utilizar hasta nueve cámaras, aumentar 2,5 veces el rendimiento de la inteligencia artificial, reducir el consumo energético un 50% y, lo más importante, ajustar todo el dispositivo en unas gafas de tamaño y aspecto convencionales.
Lenguaje. El motor de inteligencia artificial también ha permitido el desarrollo de Snapdragon Smart, un sistema de procesamiento del lenguaje natural que facilita la traducción simultánea a varios idiomas, o el Sensing Hub, que permite la incorporación de parámetros cada vez más complejos a los comandos para asistentes de voz. La orden “busca un restaurante o un hotel cerca de aquí” pasa a “localiza un local con comida china con un precio inferior a 20 euros a menos de 10 minutos” o “un hotel de cuatro estrellas con gimnasio, servicio de guardería y cerca de la playa que cueste menos de 200 euros la noche.
Un Photoshop instantáneo. Govind Balakrishnan, vicepresidente de Adobe, cree que el “diseño de contenidos debe ser para todos porque todo el mundo es creador”. Adobe participa con Qualcomm en el desarrollo de Snapdragon Sight, una plataforma que pretende llevar la experiencia de la fotografía profesional a las cámaras del móvil. De esta forma, el desarrollo permite la “segmentación semántica” en tiempo real de fotos y vídeos. Esta mejora, al igual que el popular programa Photoshop, identifica las diferentes capas de una imagen, como caras, rasgos, pelo, ropa, cielo o fondo, para optimizarlas aplicando inteligencia artificial en el mismo momento en que se toma la imagen. “La cámara es consciente de lo que ve”, explica Judd Heape, vicepresidente y director de productos de la compañía.
Empresas como Sony o Samsung también aplican la plataforma de Qualcomm a sus sensores de imágenes para conseguir tomas de hasta 200 megapíxeles y vídeos de alta definición en los últimos protocolos de resolución (8k).
El juego. Una ejecución más rápida (25%), más realismo y menor consumo (40%) son las claves de Snapdragon Elite Gaming, el desarrollo basado en la nueva plataforma de procesamiento que permite personajes y un tratamiento de la luz (Ray tracing) realistas para jugar en el móvil sin comprometer el rendimiento de la batería. La desarrolladora de juegos Niantic ya ha anunciado que incorporará esta tecnología.
Conexión. La nueva plataforma de procesamiento nace ya vinculada al 5G (conectividad móvil) y a la última generación de conexión inalámbrica (Wifi 7) gracias a módem X70 para ganar en velocidad, capacidad, cobertura, latencia y eficiencia energética. También duplica el alcance de conexión por bluetooth y permite el uso simultáneo de dos tarjetas SIM a partir del DSDA (Dual-SIM Dual-Active).
Sonido. Es otra de las apuestas de los nuevos desarrollos: mejorar la experiencia en aplicaciones de música, llamadas, vídeos y juegos. No solo se gana en nitidez y en capacidad inmersiva, sino que la inteligencia artificial permite también discriminar y anular, por ejemplo, toda fuente de ruido ajena a los interlocutores durante una conversación.
Ordenadores. La convergencia tecnológica no solo supone avances para los teléfonos inteligentes. El objetivo es llevar la tecnología móvil a todos los dispositivos, especialmente a los portátiles, y maquinarias, como el automóvil. “Nuestra visión es llevar lo mejor del teléfono inteligente al portátil con mejoras en programación, hardware [elementos físicos o materiales], conectividad y capacidad de procesamiento”, explica Kedar Kondap, vicepresidente de computación y juego.
En este sentido, la colaboración Qualcomm y Microsoft permitirá la incorporación de los sistemas de aceleración de inteligencia artificial a los usuarios de Windows 11 no solo para mejorar las aplicaciones de imagen y sonido (Windows Studio Effects Voice Focus y Background Blur) sino, sobre todo, para aprovechar los avances en inteligencia artificial con el fin de mejorar los rendimientos y la eficiencia energética de las CPU (unidades centrales de procesamiento) y las GPU (unidades de procesamiento gráfico).
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La multinacional Qualcomm ha presentado este noviembre (en un evento al que ha sido invitado EL PAÍS y más medios internacionales) su última generación de chips, Snapdragon 8 Gen 2, diseñados para procesar con inteligencia artificial, multiplicar por cuatro el rendimiento y reducir hasta en un 60% el consumo energético. Son las tres líneas básicas que siguen también otras empresas como Intel, Samsung, Taiwán Semiconductor Manufacturing (TSMC) o Apple, que en junio se lanzó a desarrollar su propia familia de chips (M2) para el Mac con el fin de dejar de depender de terceros. Estas son algunos de los desarrollos que permiten los nuevos avances de Qualcomm:
El procesador. “El móvil ha cambiado nuestras vidas. Es todo lo que hacemos y lleva la tecnología a cualquier lugar”, afirma el presidente de Qualcomm, Cristiano Amon, quien cree que el próximo lustro está orientado la convergencia tecnológica, a dotar de las tecnologías del móvil al resto de dispositivos y al teléfono inteligente de las ventajas de ordenadores y consolas. Para ello se ha desarrollado la plataforma Snapdragon 8 Gen 2, que compañías como Samsung, Honor, OnePlus, Sony, Xiaomi o Motorola incorporarán en sus dispositivos de alta gama a partir del próximo año. Sus fundamentos son un procesador de cuatro nanómetros (más eficiente y capaz); un núcleo principal con una frecuencia máxima de 3,2 GHz, tres de 2,8 y cuatro de 2; y habilitación para redes 5G, descargas de 10 Gigabits por segundo y rendimiento máximo con wifi 7, la última tecnología de conexión inalámbrica. Chris Patrick, vicepresidente de la compañía, asegura que “ofrece una inteligencia artificial innovadora, conectividad incomparable y capacidad profesional para juegos porque los usuarios cada vez demandan más y más”.
Las gafas que aspiran a desbancar al reloj. “Serán el próximo dispositivo para llevar puesto”, afirma tajante Amon. Se trata de gafas de aspecto convencional (nada de cascos aislantes del entorno) que llevarán a unos milímetros de los ojos todas las aplicaciones del móvil. En una porción de los cristales se reflejarán las indicaciones para llegar a un sitio, una videollamada, los últimos mensajes, la información asociada a aquello que vemos, una película o nuestro mundo en el metaverso. Amon cree que empezarán a estar disponibles en los próximos “cinco o diez años”. “Desde un punto de vista tecnológico es absolutamente factible. Es solo cuestión de tiempo y serán unas compañeras inseparables”, asegura.
La base para este futuro próximo es la Snapdragon AR2 Gen 1, una arquitectura multichip compuesta por un procesador de realidad aumentada en una patilla, un coprocesador de realidad aumentada situado en la parte central de la montura y una plataforma de conexión alojada en la otra patilla que emplea FastConnect 7800. Esta nueva distribución de elementos permite utilizar hasta nueve cámaras, aumentar 2,5 veces el rendimiento de la inteligencia artificial, reducir el consumo energético un 50% y, lo más importante, ajustar todo el dispositivo en unas gafas de tamaño y aspecto convencionales.
Lenguaje. El motor de inteligencia artificial también ha permitido el desarrollo de Snapdragon Smart, un sistema de procesamiento del lenguaje natural que facilita la traducción simultánea a varios idiomas, o el Sensing Hub, que permite la incorporación de parámetros cada vez más complejos a los comandos para asistentes de voz. La orden “busca un restaurante o un hotel cerca de aquí” pasa a “localiza un local con comida china con un precio inferior a 20 euros a menos de 10 minutos” o “un hotel de cuatro estrellas con gimnasio, servicio de guardería y cerca de la playa que cueste menos de 200 euros la noche.
Un Photoshop instantáneo. Govind Balakrishnan, vicepresidente de Adobe, cree que el “diseño de contenidos debe ser para todos porque todo el mundo es creador”. Adobe participa con Qualcomm en el desarrollo de Snapdragon Sight, una plataforma que pretende llevar la experiencia de la fotografía profesional a las cámaras del móvil. De esta forma, el desarrollo permite la “segmentación semántica” en tiempo real de fotos y vídeos. Esta mejora, al igual que el popular programa Photoshop, identifica las diferentes capas de una imagen, como caras, rasgos, pelo, ropa, cielo o fondo, para optimizarlas aplicando inteligencia artificial en el mismo momento en que se toma la imagen. “La cámara es consciente de lo que ve”, explica Judd Heape, vicepresidente y director de productos de la compañía.
Empresas como Sony o Samsung también aplican la plataforma de Qualcomm a sus sensores de imágenes para conseguir tomas de hasta 200 megapíxeles y vídeos de alta definición en los últimos protocolos de resolución (8k).
El juego. Una ejecución más rápida (25%), más realismo y menor consumo (40%) son las claves de Snapdragon Elite Gaming, el desarrollo basado en la nueva plataforma de procesamiento que permite personajes y un tratamiento de la luz (Ray tracing) realistas para jugar en el móvil sin comprometer el rendimiento de la batería. La desarrolladora de juegos Niantic ya ha anunciado que incorporará esta tecnología.
Conexión. La nueva plataforma de procesamiento nace ya vinculada al 5G (conectividad móvil) y a la última generación de conexión inalámbrica (Wifi 7) gracias a módem X70 para ganar en velocidad, capacidad, cobertura, latencia y eficiencia energética. También duplica el alcance de conexión por bluetooth y permite el uso simultáneo de dos tarjetas SIM a partir del DSDA (Dual-SIM Dual-Active).
Sonido. Es otra de las apuestas de los nuevos desarrollos: mejorar la experiencia en aplicaciones de música, llamadas, vídeos y juegos. No solo se gana en nitidez y en capacidad inmersiva, sino que la inteligencia artificial permite también discriminar y anular, por ejemplo, toda fuente de ruido ajena a los interlocutores durante una conversación.
Ordenadores. La convergencia tecnológica no solo supone avances para los teléfonos inteligentes. El objetivo es llevar la tecnología móvil a todos los dispositivos, especialmente a los portátiles, y maquinarias, como el automóvil. “Nuestra visión es llevar lo mejor del teléfono inteligente al portátil con mejoras en programación, hardware [elementos físicos o materiales], conectividad y capacidad de procesamiento”, explica Kedar Kondap, vicepresidente de computación y juego.
En este sentido, la colaboración Qualcomm y Microsoft permitirá la incorporación de los sistemas de aceleración de inteligencia artificial a los usuarios de Windows 11 no solo para mejorar las aplicaciones de imagen y sonido (Windows Studio Effects Voice Focus y Background Blur) sino, sobre todo, para aprovechar los avances en inteligencia artificial con el fin de mejorar los rendimientos y la eficiencia energética de las CPU (unidades centrales de procesamiento) y las GPU (unidades de procesamiento gráfico).
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