Federico García Lorca también clama contra el autoritarismo en guaraní

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27 Sep 2024
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El poeta Federico García Lorca (Granada, 1898) viajó a Nueva York en 1929 y se encontró con las mismas desigualdades que había dejado a 10.000 kilómetros en su Andalucía natal: el racismo, el machismo, el hambre. En Estados Unidos descubrió la universalidad de la injusticia, pero también la dignidad que hay en el hermanamiento, y esa fue la semilla que dio lugar a Poeta en Nueva York. Aquel poemario que entonces puso letra a su indignación y a su esperanza recobra su propósito casi un siglo después en una sala mediana de la FIL de Guadalajara, donde el Instituto Cervantes y la UNAM han presentado este miércoles una edición en 27 lenguas originarias de uno de los poemas incluidos en su obra, Grito hacia Roma. Los textos traducidos están precedidos por un pequeño prólogo del presidente de España, Pedro Sánchez, y del director y el rector de las instituciones promotoras, respectivamente.

“Lorca escribió este poema porque, estando allí, le llegó la noticia de que el Papa había firmado un acuerdo con Mussolini para colaborar en la política internacional desde el fascismo interior. Se indigna, se sube al edificio más alto de Nueva York y lanza un grito hacia Roma”, ha explicado el poeta y director del Cervantes, Luis García Montero, durante un acto al que han asistido la vicepresidenta del Gobierno español Yolanda Díaz, el embajador de España en México, Juan Duarte, y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, entre otras personalidades. “Los poetas medimos mucho las palabras, pero a veces hay que lanzar un grito”, ha bromeado el granadino. El de Lorca ha ido mudando de piel y ha adoptado las tonalidades y el ritmo que las distintas lenguas le han imprimido en la voz de sus traductores. Lorca ha clamado, esta tarde, en aimara, en quechua, en tsotsil, en náhuatl, en maya, en gauraní y en lengua de signos, además de en español. En esos idiomas hasta ahora desconocidos para el poeta, su grito se parece a veces a un chasquido en la lengua, otras tantas se estira como una gran palabra que no termina nunca.

Ruperta Bautista y Juan Hernández leen el poema de Lorca en lengua tsotsil y en náhuatl.

“El quechua está constituido por un 96% de los llamados verbos performativos, con tendencia a las acciones concretas. Maneja muy poco lo retórico o las abstracciones”, ha explicado Odi Gonzales, a cargo de su traducción a este idioma. Trasladar un poema escrito a una lengua de tradición oral de esas características es como “cargar un puma vivo”, ha comentado entre risas. En quechua no se puede decir, por ejemplo, “yo pienso”, sino simplemente “yo digo”, y en la oración ya se contempla que lo dicho ha sido previamente pensado por la persona. Tampoco permite el quechua viajar si no es caminando, la forma tradicional de desplazamiento para los andinos.

Así se han sucedido los idiomas y las lecturas, cada uno con su forma particular de darle vida a los versos del poeta: La muchedumbre de martillo, de violín o de nube, / [...] ha de gritar loca de fuego, / ha de gritar loca de nieve, / ha de gritar con la cabeza llena de excremento, / ha de gritar como todas las noches juntas. Entre palabras incomprensibles para la mayor parte del público presente, sin embargo, también se han colado algunas del Lorca original, imposibles de traducir a las lenguas originarias: manzana, tiburones, elefante, arsénico. Otras se han vuelto reconocibles gracias a la repetición. “Munasiña, munasiña, munasiña”, en la voz aimara de Calixta Choque; “k’uxbinel, k’uxbinel, k’uxbinel”, en el habla tsotsil de Ruperta Bautista; “amor, amor, amor”, en el castellano de Luis García Montero.

Solo en México, hay 68 lenguas además del español, ha recordado el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí: “Es una herencia lingüística y ancestral que enriquece la forma de ver el mundo. Al decirse, dignifican no solo a una cultura, sino a la humanidad entera”. Como parte del compromiso por el rescate y la revitalización de estas lenguas, la institución va a hacer una donación de ejemplares a las universidades mexicanas de la edición presentada este miércoles, que contará con una versión electrónica de acceso libre y gratuito en todas partes. “No es solo una forma de tener a Lorca en diferentes idiomas”, ha dicho, “sino de contar con la poesía de 27 poetas en una edición bilingüe”.

Esta iniciativa completa la que se llevó a cabo durante la presidencia española de la Unión Europea, en 2023. Entonces ya se tradujo este poema, hoy más universal que nunca, a todas las lenguas oficiales de la organización, además de a las cooficiales de España. Las distintas versiones se suceden en el libro en orden alfabético, lo que coloca a la española en tercer lugar, después del aimara y el desano, deslizándose como una más y no solo como la original, que se ofrece también en una versión facsimilar mecanografiada. Susy Delgado, traductora del guaraní y última en recitar el poema antes del cierre de García Montero, ha concluido agradeciendo en su idioma original. “Esta palabra incluye todas las gracias, no solo una”, ha dicho. Desde hoy el poema de Lorca incluye también todos los gritos, no solo uno, contra la amenaza del fascismo y en defensa del amor.

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