addie.heaney
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Ozempic, Mounjaro, Wegovy, Saxenda... Estos son los nombres comerciales de los principales medicamentos que, bajo diferentes formulaciones y cantidad de componentes activos, tienen como efecto inmediato la supresión del apetito. Inicialmente esta nueva rama de la farmacología estaba claramente enfocada al tratamiento de la obesidad crónica que suponía una severa amenaza para la salud del paciente. Dado que funcionan, y muy bien, poco a poco ha aumentado el número de personas que no buscan en esta opción una solución a su problema de salud, sino un atajo fácil y cómodo para, por fin, adelgazar sin cambiar nada en sus hábitos salvo suprimir de manera artificial su apetito. El mecanismo es bien simple aunque escueza: si la ingesta de calorías es menor que el gasto, se adelgaza. Pero es pan para hoy y hambre para mañana, veamos por qué. En lo que a sus efectos secundarios se refiere, al margen de las posibles molestias gástricas, tenemos que tener muy presente el llamado efecto rebote, que no es otra cosa que recuperar todo lo perdido y un poco más tan pronto se abandone la medicación. La solución a este problema no es otro que el sueño húmedo de cualquier empresa farmacéutica: «no lo deje usted nunca». Como valor de marketing es inapelable, de hecho, gracias a Ozempic, NovoNordisk factura más que las farmacéuticas fabricantes de las vacunas del Covid y por si sola ha elevado en dos puntos el PIB de Dinamarca. Demasiado dinero en juego para que se lo estropeen los agoreros que empiezan a advertir que la pérdida de peso producida por el medicamento, siempre que no esté acompañada de ejercicio y un mayor consumo de proteínas, supondrá una pérdida de masa muscular que dará como resultado a largo plazo que el paciente se convierta en un delgado obeso ¿Qué significa esto?Obesidad delgada ¿Qué es?No es otra cosa que tener una composición corporal en la que hay un desajuste entre el porcentaje de grasa y de masa muscular a favor de la primera. Es posible estar delgado y obeso, de hecho hay mucha gente así. Y lo que es peor, la báscula en estos casos contribuye a la confusión. Perder peso tiene una serie de beneficios nada desdeñables, sobre todo si te sobran muchos kilos y se justifica el hecho de usar farmacología, pero a medio/largo plazo es más importante optimizar tu composición corporal. Dos cuerpos con un % de grasa similar tienen un aspecto completamente distinto si uno de ellos tiene bastante más volumen muscular. Un mismo peso, también puede esconder dos realidades bien distintas:Mismos kilos de peso, porcentajes de grasa diferentes gráficoHay un riesgo importante en considerar que gozamos de buena salud, solamente por el hecho de no tener sobrepeso según lo que digan las tablas de tu Índice Masa Corporal (IMC). Ese índice está ya bastante cuestionado. De hecho, hay investigaciones que han detectado que personas que están en su hipotético peso ideal, pueden ser metabólicamente obesas. Esto es grave porque implica que médicamente no se les consideraría con sobrepeso, pero sin embargo pueden tener complicaciones propias de ello como hipertensión, resistencia a la insulina o niveles de colesterol y triglicéridos altos. Una gran parte de estas personas son 'obesas delgadas'. ¿Cómo puede llevar la restricción calórica a tener un cuerpo obeso delgado?Si quieres adelgazar hay que ingerir menos calorías de las que consumes, crear un déficit. La lista de medicamentos con la que empezábamos este artículo se han demostrado implacables consiguiendo limitar el apetito y reduciendo la ingesta de calorías. Esta restricción, sin ninguna otra intervención, generará un problema en forma de pérdida de masa muscular severa y de ralentización de tu metabolismo, algo que, en caso de interrumpir la medicación, tiene efectos devastadores. Un déficit calórico moderado, combinado con entrenamiento de fuerza, una dieta con suficiente proteína y algo de cardio son el mejor camino para conseguir una pérdida de peso sana, progresiva y constante, sin que te lleves por delante tu masa muscular ni que nos volvamos adictos a ningún medicamento de manera crónica. Tanto tu salud como tu bolsillo te lo agradecerá.
Esta es la ola de obesidad delgada que nos deparan los nuevos medicamentos
Las nuevas fórmulas destinadas a controlar el apetito esconden bajo sus resultados inmediatos una amenaza a largo plazo
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