En 2021, El juego del calamar se convertía en la serie más vista de toda la historia de Netflix. La historia de ese grupo de personas con problemas económicos que aceptaban una extraña invitación para competir en juegos infantiles con desenlace mortal enganchó a millones de personas e hizo que se beneficiaran producciones antiguas con una trama o enfoque similar.
Es el caso de Alice in Borderland, una serie estrenada en 2020 cuyas visualizaciones se catapultaron tras el éxito de la ficción surcoreana. Sin embargo, para muchos sigue siendo una gran desconocida. Ha habido quienes las han comparado y han elegido su ganadora, pero no hay duda que cada una es única en su esencia. Te hablamos de las virtudes de Alice in Borderland, la maravillosa e impactante serie de Netflix, a partir de ahora con algún que otro SPOILER.
Una trama impactante
Más fantástica y "sobrenatural" que El juego del calamar, la trama de Alice in Borderland sorprende y deja en shock desde un primer momento: Arisu (Kento Yamazaki), Karube (Keita Machida), y Chota (Yûki Morinaga) son un grupo de amigos que, de repente, se encuentran solos en un Tokio abandonado que supone una especie de realidad alternativa. Para sobrevivir, los jóvenes deberán competir en juegos peligrosos relacionados con videojuegos, cuyo tipo y dificultad están determinados por cartas de la Baraja de Póker.
Esta premisa es solo el comienzo de una ficción que capítulo a capítulo va creciendo en interés, tensión y complejidad. Los juegos son trepidantes, mortales e imprevisibles y la serie esconde una crítica a la corrupción de la sociedad actual, ya que muchos de los jugadores se han ido adaptando y prefieren quedarse en esa civilización alternativa antes que volver a "casa" aunque su vida corra peligro en todo momento. Así, Alice in Borderland no deja de hacer referencia a Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland) y a ese lugar alocado y lleno de aventuras donde también viajó su protagonista. Un lugar oscuro, pero donde uno puede ser libre.
Aquí, a diferencia de en El juego del calamar, los participantes que han quedado en ese Tokio vacío (el resto de las personas a las que conocían han desaparecido de esta versión) no tienen elección a la hora de enfrentarse a los juegos, sino que deben hacerlo para mantenerse por vida, ya que ganar cada juego te da una especie de "visa" que alarga su tiempo de permanencia allí. Si se niegan a jugar o se les acaba la visa, un rayo láser cae del cielo y acaba con su vida. Eso hace que la ficción sea agónica, intensa y muy, muy emocionante en todo momento.
En la segunda temporada también conocemos a jugadores que, tras ganar todos los juegos, deciden quedarse como ciudadanos en la realidad alternativa y ejercer de maestros de ceremonias de los siguientes participantes.
Unos personajes de los que enamorarse
Es muy probable que quien vea Alice in Borderland tarde tiempo en olvidarse de sus personajes, tan variados en carácter y personalidad, tan únicos en su especie. Al protagonista Arisu y sus amigos no tardan en sumárseles la joven y valiente Usagi (Tao Tsuchiya) y más tarde el excéntrico e inteligente Chishiya (Nijirô Murakami) y su compañera Kuina (Aya Asahina). Cada uno de ellos es experto en una de las diferentes temáticas de los juegos (los palos de la baraja hacen referencia a la materia: los diamantes se centran en el ingenio, los tréboles en el trabajo en equipo, las espadas en la lucha física y el corazón en lo psicológico), lo que hace que juntos formen un puzle difícil de combatir.
Incluso los villanos Sombrerero (Nobuaki Kaneko), otra referencia a Alicia en el País de las Maravillas, Niragi (Dori Sakurada) o Aguni (Sho Aoyagi) tienen una construcción y arco de personaje y una historia de su pasado que pone los pelos de punta, lo que hace que Alice in Borderland sea una delicia de ver en todo momento y, por supuesto, que cada muerte sea difícil de encajar.
Un impecable diseño de producción
Siendo una ficción de gran presupuesto, una de las pocas que se estrenan a nivel mundial desde Japón, Alice in Borderland cuenta con un gran diseño de producción detrás y equipos especializados en efectos visuales de primer nivel para crear esta realidad alternativa. Así, toda su escena inicial del famosísimo cruce de Sibuya en Tokio, por el que cruzan aproximadamente un millón de personas al día y que en la ficción vemos completamente vacío, está generada por CGI, así como todas las localizaciones en las que tienen lugar los juegos o el leopardo que persigue a los protagonistas en el túnel.
Además, cada escena de lucha está perfectamente coreografiada, así como cada pequeño detalle de las pruebas, y la serie no deja de sorprender visualmente en ningún momento. ¡Ese final de la primera temporada con imágenes de las cartas de Póker gigantes colgadas de los zepelín!
Pero lo que hace a Alice in Borderland única e inolvidable no solo es la acción, sino los momentos clave de sus capítulos que se quedan para siempre clavados en retinas y corazones: el capítulo 3 de la primera temporada con el juego del lobo y los corderos en el que Karube y Chota se sacrifican por Arisu, la muerte del Sombrerero en los brazos de su ex mejor amigo tal o el maravilloso segundo capítulo de la segunda temporada en el que Kyuma (Tomohisa Yamashita) explica su filosofía de vida son algunos de esos momentos que la convierten en, posiblemente, más memorable que El juego del calamar.
¿Tercera temporada?
Quizá el final de la segunda temporada de Alice in Borderland es lo que más se puede reprochar a sus creadores Yasuko Kuramitsu, Shinsuke Sato y Yoshiki Watabe. Que la explicación de lo ocurrido sea la caída de un meteorito en Tokio tras la cual los protagonistas se quedan en una especie de limbo entre la vida y la muerte (esa capital abandonada donde viven las pruebas mortales) no gustó a muchos, y menos aún que los personajes no recordaran nada de todo lo vivido ni se reconocieran los unos a los otros tras despertarse en el hospital.
Sin embargo, la ficción aún no había jugado todas sus cartas y se guardaba un As en la manga (nunca mejor dicho): el Joker. Así, en su último capítulo, estrenado en diciembre de 2022, Alice in Borderland dejaba un pequeño rastro, una puerta abierta a una futura continuación que supuso una chispa de esperanza para todos sus seguidores. Una última carta.
A finales de 2023 Netflix confirmaba lo que millones de personas en todo el mundo deseaban escuchar: Alice in Borderland tendrá tercera temporada, llegará a la plataforma de streaming en 2025 y será aún más impactante y macabra que las dos primeras. Si aún no la has visto, ¿a qué estás esperando?
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