La selección española de baloncesto, liderada por Santi Yusta (25 puntos, 26 créditos de valoración), certificó este lunes su clasificación para el Eurobasket 2025 después de vencer a la de Eslovaquia por 84-71 en un partido que resolvió en la recta final del tercer cuarto con un parcial 10-1.
Eslovaquia exigió mucha concentración por su capacidad para correr y castigar cada fallo. No es una selección de primer nivel, pero sabe explotar bien sus armas en el juego interior, donde generó problemas al equipo nacional.
Cada vez que España pegó un estirón, el equipo de Aramis Naglic se agarró a la inspiración de Vladimir Brodziansky para evitar que su rival rompiese el choque. El ala-pívot del UCAM Murcia llegó al ecuador del segundo cuarto con 12 puntos, pero, sin descanso, se fue apagando y España alcanzó una máxima renta de quince puntos al descanso (47-32).
No fue un partido brillante del equipo de Sergio Scariolo, sin acierto desde la línea de tres puntos (2/9 al descanso). Pero en los momentos de dudas surgieron Santi Yusta y Carlos Alocén, decisivos en ataque. A eso se unió el buen balance defensivo del equipo en la presión.
Las diferencias fueron escasas (11-9, 22-20, 31-28) hasta que Brodziansky desapareció y Eslovaquia lo acusó. En los últimos cinco minutos de la primera parte solo encestó dos canastas -Timotej Malovec y Michael Fusek- y España no perdonó con un parcial 16-4.
Pero como ya le había sucedido en Bratislava, el equipo español se atascó en ataque cuando mejor lo tenía. En cuatro minutos solo anotó una canasta -Santi Yusta tras un robo y su posterior contraataque- y Eslovaquia empezó a creer en la remontada. Scariolo pidió tiempo muerto (49-44), pero un nuevo triple de David Abrham apretó al máximo el electrónico.
El Paco Paz, en silencio hasta ese momento, apretó, y ese aliento de la grada supuso un balón de oxígeno para la selección, que pegó otro pequeño estirón gracias a un sensacional Santi Yusta, tanto en la anotación como en la dirección.
Aramis Naglic paró el partido (59-48, min.26), pero España, mucha más agresiva en defensa, ya había cogido velocidad de crucero. El partido pareció sentenciado (74-57, min.32), pero otra pájara en ataque devolvió la emoción.
Eslovaquia se situó a nueve (76-67) a falta de poco más de cuatro minutos, obligando a Scariolo a pedir tiempo muerto. Y Yusta apareció con otro triple decisivo para evitar un disgusto mayor.
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