El encuentro entre River Plate y Gremio de fútbol femenino ha dejado una bochornosa estampa. Se desató una batalla campal en el terreno de juego en la que la jugadora Candela Díaz, del conjunto local, hizo gestos racistas a un recogepelotas.
Pasada la media hora de partido, el Gremio empató el marcador, hasta entonces 1-0 a favor de River, y ahí comenzó todo el lío. Un enfrentamiento entre las jugadoras, motivado porque una de las visitantes mostró el escudo de su equipo a las rivales, se agravó cuando una de ellas hizo gestos de mono al recogepelotas.
Además, las futbolistas de River acusaban a ese chaval de que les había insultado, por lo que la tangana fue haciéndose cada vez más grande, seis jugadoras terminaron siendo expulsadas y el partido acabó porque no había suficientes futbolistas disponibles.
Tras el escándalo, el conjunto local denunció lo ocurrido en sus redes sociales: "River Plate manifiesta su más absoluto repudio ante los gestos discriminatorios ocurridos en el encuentro con Gremio por la Brasil Ladies Cup 2024. Comunica que ya está tomando las medidas disciplinarias correspondientes y seguirá trabajando para erradicar este tipo de conductas".
Asimismo, Tahissan Passos, entrenador de Gremio, explicó su versión de los hechos: "Las deportistas del equipo contrario llamaban 'negrita' a las chicas. Hubo un caso con el recogepelotas, y las chicas no lo aceptaron, él está aquí trabajando. Esta situación viene sucediendo desde el comienzo del juego. Vine a representar a mis deportistas, situaciones como ésta no pueden seguir pasando. ¿Hasta cuándo seguiremos fingiendo que no hay racismo, machismo?".
"Es tranquilizador para las jugadoras tener un poco de dignidad. Con el 1-1 se clasificaría Gremio. Nos atacaron moralmente, se vio también por la televisión, ¡todo el mundo lo vio!", sentenció el técnico de Gremio.
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