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Jordi Quixano
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La Copa siempre guarda sorpresas, competición de David contra Goliat que se juega de inicio a un solo encuentro y en campo del modesto, barbecho para los garrotazos. Como le ocurrió al Espanyol ante el Barbastro, al Girona frente al Logroñés y al Villarreal contra el Pontevedra en los días anteriores. Un despropósito que completó para su sonrojo el Alavés, que no pudo con el Deportiva Minera (2-2), de Segunda RFEF, caído en los penaltis. Aunque por poco no hubo más... Un desaguisado que el Atlético evitó ante el Cacereño (1-3), de Segunda RFEF; una tortura que eludió Osasuna (2-3) contra el Ceuta, de Primera RFEF; una pifia de la que se libró la Real Sociedad al vencer en la prórroga al Conquense (0-1), de Segunda RFEF; y una fatalidad que esquivó el Getafe (0-0) en los penaltis ante el Orihuela, de Segunda RFEF.
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