Es raro ver a Tristán Ulloa dudar, pero duda y mucho durante el rodaje en Ávila de 'El Centro', la misteriosa serie original de Movistar Plus+ en colaboración con Fonte Films. Mira a su hermano David, el director de la ficción, a las productoras... y al móvil, para intentar responder sin meterse en un lío. No sabe qué decir y qué no, titubea, está nervioso. «Quiere que haga un personaje de un... ¿Qué se dice en estos casos? Perdón, es un capo de la comunicación, de un gran grupo comunicativo, y quiere que trabaje desde la normalidad, desde la absoluta normalidad. Es que no sé si debería leer algo. Discúlpame, pero es que... Perdona, es que no tengo muy claro ciertas cosas». Después de una rápida consulta en el móvil, coge carrerilla y, ya sí, arranca. Por fin, desvela que su personaje se llama Adaro, que ostenta un gran poder y es capaz de conciliar la vida familiar y el trabajo. Alguien, dice, «normal», y aún más: «La información es poder. Se nos puede ocurrir más de un nombre en nuestro país que podría ser mi personaje. Es un tipo que vale más por lo que calla que por lo que dice. Y, seguramente, hay mucha gente temerosa de lo que pueda contar. Tiene amistades y vínculos muy potentes, en todos los ámbitos. No solo en España, también fuera. Y se convierte en una pieza angular, en un personaje clave. Los referentes los tenemos claros. Tampoco hace falta decir nombres», revela el actor, vestido en tonos oscuros, con camisa y americana, escondidas ya las gafas de pasta que utilizó minutos antes para la escena en la que debe comprobar que se realiza correctamente un pago de alguien que termina detenido. 12.23 horas. «¡Alto, Policía!», se escucha después del «rodando» de rigor, y aparecen seis Geos en la impresionante casa del pantano cerca de las Calas de Guisando en la que se desarrollan durante un solo día dos escenas decisivas de 'El Centro'. Salen de la terraza, de la puerta, de unas escaleras... de pronto, están por todas partes, rodeando al trío que efectúa el enigmático intercambio. Tristán Ulloa, sentado en el sofá del salón frente a un ordenador, no se levanta, pero los otros dos sí. Y les detienen. «No os puedo contar mucho porque es una escena clave en el desarrollo de la trama», asegura, al respecto, el Ulloa director. Noticia Relacionada estandar No El retrato más íntimo de Leiva, una comedia real, lo nuevo de Sorogoyen y la directora de 'Cinco Lobitos', las grandes apuestas de Movistar para 2025 Lucía CabanelasPoco se sabe de la serie 'El Centro' y menos se descubre durante la visita exclusiva que ABC realiza al rodaje del último de sus seis capítulos en la localidad abulense. Tal y como desveló Domingo Corral, director de contenidos de Movistar Plus+, en un encuentro al que asistió este diario, es «un thriller que se adentra en la realidad de los espías españoles del CNI, que accede a abrirse por primera vez». Carla Pérez de Albéniz, productora de Fonte Films, alimenta el misterio al respecto: «Lo que puedo decir es que no parte del CNI». Sí que figuran en el reparto, además de los protagonistas Tristán Ulloa y Juan Diego Botto, actores como Elena Martín, Israel Elejalde, Elisabet Casanovas, Nacho Sánchez o Clara Segura. El director es David Ulloa ('La chica de nieve') y el creador, David Moreno ('Fariña'). También que el objetivo de la ficción, lejos de los habituales James Bond, Jason Bourne y demás épicos agentes que exportan Reino Unido y Hollywood, era aterrizar a los desconocidos espías patrios en el mundo real porque, como dice el creador de 'El Centro', «no todos los días está a punto de explotar una bomba atómica». «Queríamos contar una historia de espionaje con gente y caras de aquí, con personajes reales, o realistas, que tienen que ver con nuestra realidad y no con la de otro tipo de espía internacional. Los servicios de inteligencia no son tiroteos todo el rato, explosiones, que es lo que estamos acostumbrados a ver. Queríamos contar nuestra propia mitología sin dejarnos llevar por los tópicos que arrastramos», cuenta el guionista.12.29 horas. David Ulloa le da instrucciones a los actores. Pide que el móvil que sostiene Peter Caine (interpreta a Brendan McNamee) sea visible a la cámara y que sus dedos no tapen la pantalla, verde como un croma. «Rodando», anuncian. Y, de nuevo, «¡alto, Policía!».Los espías españoles de esta serie que se estrenará en 2025 pueden llevar gabardina, o no, ir de traje, trabajar en oficina o de campo, en un operativo: «No manejan unos presupuestos altísimos ni una tecnología desbordante. Lo que contamos a través de ellos es que tienen otros valores y otras maneras de contrarrestar al poderío americano, ruso y demás. Son mucho menos invasivos que ellos y lo que hacen es cuidar a sus fuentes, escucharlas, ganárselas pasito a pasito, tener mucha paciencia y, bueno, estar vigilando», cuenta. Y son, por encima de todo, «gente normal», insiste. «Hay escenas de acción, es un thriller, pero el juego estaba en poder naturalizarlo lo máximo posible», remata David Ulloa. Muchos secretosSe niega a desvelar si ha hablado con algún espía, si ha podido ver a algún agente del CNI en acción. «No puedo confirmar ni desmentir haber tenido contacto con ellos», dice, enigmático. Pero la insistencia es mala amiga de las mentiras si no están bien atadas. Al final, suelta: «Lo que he aprendido observándoles y por lo que me han ido contando es que constantemente les están asesorando psicológicamente para tener cierto equilibrio y no acumular dentro todo eso que van callando y tapando. Porque realmente desde sus nombres hasta sus profesiones se las ocultan a prácticamente todo el mundo. Solo el núcleo más cercano a ellos puede saber algo de lo que hacen, pero ni les cuentan lo que están haciendo dentro. Tienes que tener la cabeza muy bien amueblada para tener el equilibrio suficiente para no patinar». Y sigue: «Esa vocación que tienen me ha sorprendido mucho. Y ese duelo cuando sufren alguna pérdida o esa frustración que tienen ante cosas que no salen como ellos querían o ante la imagen que pueden proyectar hacia los demás». Isabel Permuy/Fonte Films/ M+El director no es el único en enredarse en esa confidencialidad que rodea a 'El Centro', que viajará a más de 130 localizaciones y terminará en República Dominicana en febrero. «Sabía muy poco del CNI. El mayor conocimiento que tenía sobre el tema es de los ocho que murieron en Irak. El momento en el que más leí sobre el CNI fue aquello. Fue algo muy terrible, pero realmente sabía muy poco del funcionamiento del CNI. Ahora sé un poquito más. Y, cuanto más conoces, más cambia tu mirada sobre eso», reconoce Juan Diego Botto, recién llegado al set de rodaje. Después de comer, grabará por fin junto a Tristán Ulloa. De esa escena, claro, no se puede contar nada. Sí de su personaje, Vicente, alias Michelín, encargado de investigar una compleja trama internacional que tiene tentáculos en España. «Ha habido un asesinato y somos conscientes de que están aquí, de una acción inminente que se va a realizar. Mi personaje lleva muchos años haciendo esto, es muy obsesivo, muy meticuloso, le gusta mucho su trabajo. Cualquiera que lo viera no sospecharía que se dedica a lo que se dedica», aclara. 12.32 horas. Alguien dice, al aire: «Necesito aquí un Geo». Una mujer le indica a otro Geo cómo empujar la puerta sin que se atasque. Mientras, en el centro de la estancia, donde la mesa de las negociaciones, un operativo dice: «Concentración, todos quietos. Cuadros... ¡acción! Y comienza la escena. Como en un wéstern, los tres actores se miran. Primero a un lado, luego a otro. Luego, todos a Tristán Ulloa, que dice en inglés algo así: «Ya está hecha la transferencia. Solo falta que te llegue el dinero». Y, una vez más, entran los Geos: «¡Alto, Policía».Movistar Plus+/Fonte Films'El Centro', más allá del misterio, surge de la necesidad de sacar pecho de lo propio. «No tenemos casi tradición. Cuando sale un espía español siempre es una figura que está al fondo, vestida de negro y tal, pero nunca sabemos cómo se llama y cómo es, ni si tiene familia, cómo se relaciona... Queríamos darle cuerpo», afirma Moreno. «Ya ha desaparecido el monopolio del cine y la televisión americanos. Hemos hecho policías, profesores... nos faltaba una serie de espías. A veces nos rendimos demasiado pronto a la hora de dominar el relato. Esta es una forma de coger el toro por los cuernos y decir, bueno, el espía también lo hay español y es diferente a lo que conocemos. Y es bonito hablar de nuestras propias singularidades, ¿no? Uno piensa cómo es un agente del CNI y genera mucho interés, mucha curiosidad. Eso es un material estupendo para la ficción», coincide Botto. Pero, como dice su creador, «es un serie de espías, no se puede saber todo». Tan solo una cosa: «Nada es cien por cien real pero todo es totalmente verosímil». Seguiremos indagando.
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