maverick66
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Pocos saben que el gran trono de bronce realizado por Gian Lorenzo Bernini y que parece flotar en el ábside de la basílica de San Pedro es en realidad el relicario de la que durante siglos fue considerada la reliquia más preciada de la basílica vaticana. Se trata de la silla desde la que el pescador de Galilea y sus inmediatos sucesores gobernaron a la primera comunidad cristiana de Roma. Hasta hace pocos siglos era llevada en procesión y los peregrinos se abalanzaban sobre ella para tocarla con cruces y rosarios. Pero mientras Bernini preparaba su obra, descubrieron que en realidad era un trono del siglo IX, y decidieron dejarla guardada allí y no volver a mostrarla. Desde entonces, se ha mostrado sólo en ocasiones excepcionales, la última, en 1867. Ahora, aprovechando la restauración del relicario, el Papa Francisco ha decidido volver a exponerla durante unas semanas. Para hacerse cargo del significado de esta silla de roble y marfil, basta imaginar que decenas de papas, sentados en ella, han gobernado la Iglesia, condenado herejías, convocado cruzadas, revocado excomuniones, coronado emperadores, canonizado a santos y bendecido a peregrinos.Pietro Zander , responsable de las obras de arte de la basílica de San Pedro, explica a ABC que aunque no la haya usado el primer apóstol, «esta pieza antiquísima, con decoraciones de marfil que proceden del trono de un emperador romano del siglo III, tiene un enorme valor histórico, artístico y sobre todo espiritual». «Es un símbolo del primado de Pedro, que acerca el clima que se respiraba en la primera comunidad cristiana», destacó el Vaticano en el comunicado que anunciaba la ostensión. «Me conmoví al verla. No sólo porque llevo una vida estudiando este objeto y conozco su historia, sino por la cantidad de rodillas que a lo largo de la historia se han hincado ante ella», añade Zander. Él fue uno de los pocos que asistió a las operaciones para retirar la reja de bronce que la custodia celosamente. Antes, tuvieron que cubrir de andamios la ' Gloria ' de Bernini. La operación ha valido la pena pues permitirá valorar el estado de conservación de este objeto antiquísimo, arrojar un poco de luz sobre su correcta datación y exponerlo al público. Se trata de un trono, que en ámbito católico se llama 'cátedra' o 'sede'. Desde él, durante un milenio los papas gobernaron la Iglesia católica como obispos de Roma. La estructura externa, con anillos para transportarlo es la más moderna, y se remonta al siglo XIII. Ésta recubre la pieza principal, que es otro trono del siglo IX, regalo del Rey carolingio Carlo el Calvo al Papa Juan VIII como agradecimiento por haberle coronado en el año 875. Este monarca también le ayudó a combatir las tropas sarracenas en el sur de Italia. El busto del Rey, con corona y globo terráqueo, aparece en el travesaño horizontal de la silla, entre dos ángeles que le entregan una corona y otros dos ángeles que alzan una palma.En la parte anterior del asiento, tiene incrustadas dieciocho placas de marfil con dibujos de constelaciones y de los 'trabajos de Hércules', que algunos consideran restos del trono de un emperador romano del siglo III. Otros opinan que fueron realizadas en el norte de Europa en el siglo VIII. «En cualquier caso es un objeto de magnífico. Basta contemplar la perfección con la que se han tallado en el marfil estos dibujos llenos de detalles», añade el principal responsable artístico de la basílica. No está claro el significado que los pontífices quisieron atribuir a estas ilustraciones, pero apunta que «Hércules es un héroe positivo, que desafía al mal y vence, por lo que, frente a otras iconografías paganas clásicas, se abre camino con facilidad en la iconografía cristiana».Las crónicas dicen que cada 22 de febrero , día que los católicos celebran la fiesta de la «Cátedra de Pedro», la silla era llevada en procesión y que se exponía en algunos Jubileos. Para ilustrar su significado, el Papa Alejandro VII pidió a Bernini que la dispusiera en el ábside de la basílica y éste diseñó el actual trono de bronce sostenido por cuatro padres de la Iglesia e iluminado por la luz de la única vidriera decorada de este templo, donde representó al Espíritu Santo. Noticia Relacionada estandar Si El sínodo apoya el «liderazgo de las mujeres en la Iglesia» y «deja abierta» la posibilidad de que se ordenen diácono Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en Ciudad del Vaticano El Papa Francisco expresó que «sobre algunos temas del texto, hace falta tiempo para tomar decisiones»Según Zander, la idea de exponer la cátedra ha surgido casi como una necesidad, pues «teníamos que restaurar el monumento de Bernini y no podíamos dejar la cátedra a la intemperie». Naturalmente, sus colaboradores han aprovechado para controlar su estado de conservación y han confirmado que «está perfectamente, no la han atacado los insectos». También han recopilado información para mejorar la datación datación. «Quizá puedan darnos más elementos para zanjar la cuestión cronológica», insinúa. En cualquier caso, en su opinión, sigue teniendo un doble valor, «el simbólico, pues representa el primado del papa en el gobierno de la Iglesia, y el de reliquia, fruto de la devoción popular de que era la sede de Pedro»La pieza podrá verse hasta el próximo 8 de diciembre , día en que regresará al relicario y Zander cerrará la reja que lo protege de las miradas. «Quizá en el futuro otro papa decida mostrarla de nuevo, sólo él puede autorizarlo», avisa.
El Vaticano abre el gigantesco relicario de Bernini para exponer la 'cátedra de Pedro'
El trono que representa el primado del Papa no se muestra en público desde hace 157 años
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