El valor de lo nuestro

[Gwendolyn_Green]

La Mezquita-Catedral ha recuperado el ritmo de visitantes que tenía antes de la pandemia, cuando había llegado a superar los dos millones de visitas en un año. Por su número de visitantes estaba situado entre los monumentos que acogía a un mayor número en nuestro país. Sólo quedaba por detrás de la Alhambra y de la Sagrada Familia. A ese elevado número de visitas habría que añadir que, según algunos de los portales que recogen las impresiones y valoraciones de los visitantes a los grandes monumentos, la Mezquita es el monumento mejor valorado no sólo de España sino de toda Europa, incluso por delante de los que son más visitados. Esa posición cobra un singular valor si tenemos en cuenta que en esa clasificación —se recogen en ella quince monumentos europeos— se encuentran grandes obras que son referencias mundiales de la cultura como es el caso de la Acrópolis de Atenas, principal referente del clasicismo griego del que somos herederos; el museo de Orsay, una de las estaciones parisinas de ferrocarril del siglo XIX , convertida en lugar donde ver a los grandes maestros de la pintura impresionista; también el grandioso Duomo de Milán, una de las catedrales que son referencia del arte gótico en Europa. En dicha clasificación hay otros monumentos españoles como son la ya mencionadas Alhambra y Sagrada Familia, y la plaza de España y los Reales Alcázares de Sevilla. Todos ellos entre los diez primeros de esa clasificación. Algo que pone de relieve la valoración de nuestro arte más allá de nuestras fronteras.Noticia Relacionada Patrimonio Mundial estandar No La autenticidad e integridad de la Mezquita-Catedral: los expertos defienden verla como «un todo integrado» Luis Miranda El Cabildo celebra una jornada por los 40 años de la declaración de la UnescoSegún uno de esos portales, más del ochenta y cinco por ciento de quienes visitan el monumento cordobés le dan la máxima puntuación. Por delante, incluso de San Pedro del Vaticano, que cuenta no sólo con la monumentalidad de un edificio cargado de historia, sino con el hecho de que algunos de los más famosos y universales artistas trabajaran en su construcción y decoración. La que fuera mezquita aljama de la Córdoba de los omeyas y desde hace cerca de ochocientos años el templo diocesano de Córdoba, algo que ha permitido que con modificaciones y añadidos se haya mantenido en pie a lo largo de esos ocho siglos, es uno de las cuatro inscripciones con que Córdoba cuenta en la lista de declaraciones patrimoniales de la humanidad, junto a Medina Azahara, la ciudad palatina, residencia de los califas cordobeses, el casco histórico de la ciudad con su antigua judería y callejas de abolengo medieval y los Patios que en mayo son un gozo material y sensual para quienes pueden contemplarlos. Córdoba es la única ciudad del mundo con ese número de inscripciones como Patrimonio de la Humanidad.Llama la atención el hecho de que esas valoraciones, tan singulares y exclusivas, de lo que posee la ciudad, siendo algo que nos llega de fuera —algo a lo que solemos prestar una atención mucho mayor que si procediera de nosotros mismos— no haya calado de forma mucho más profunda en los cordobeses que posiblemente, acostumbrados a tenerlo tan a mano no calibran en su justa media el valor de lo que poseen.

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