El Gobierno de Pedro Sánchez tuvo en su momento poderosas razones para creer que la concesión de la amnistía a Carles Puigdemont y los demás condenados y perseguidos por la revuelta catalana de 2017 le aseguraría la estabilidad parlamentaria. Pero no está siendo así. Ha habido ley de amnistía y el Gobierno no para de perder votaciones en el Congreso. Nadie sabe si se podrán aprobar los presupuestos del Estado para 2025.
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El ser de la nación y sus guardianes
El Gobierno y Las Cortes pueden aprobar lo que consideren, pero el poder recae también en otros actores
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